Un estudio explora por qué para los fumadores es tan difícil abandonar el hábito

Cuando no están con ansiedad, podrían subestimar la intensidad de las ganas futuras de encender un cigarrillo

MARTES, 9 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Si usted no está ansioso por un poco de nicotina en el momento en que declara que va a dejar de fumar, entonces su batalla acaba de volverse un poco más difícil, afirman investigadores de la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Carnegie Mellon.

"Hemos observado anteriormente que la idea de fumar un cigarrillo se hace cada vez más atractiva para los fumadores mientras tienen ansiedad", afirmó en un comunicado de prensa de la universidad el investigador principal Michael Sayette, profesor de psicología de la Universidad de Pittsburgh. "Este estudio sugiere que cuando los fumadores no sienten ansiedad por fumar, no aprecian lo potente que será su ansiedad. Esta falta de apreciación mientras no ansían fumar podría llevarlos a tomar decisiones, como asistir a una fiesta donde se fumará mucho, de las que tal vez se arrepientan luego".

El estudio, que aparece en la edición de septiembre de la revista Psychological Science, examina la "brecha de frío a caliente", o sea, la tendencia de la gente que está en un estado "frío" (no afectado por factores viscerales como el hambre o la fatiga) a predecir su propia conducta de manera inapropiada cuando están en un estado "caliente" (hambrientas, fatigadas). En parte, esto se debe a que los que están en el estado frío no pueden recordar la intensidad de sus ansiedades pasadas.

Los investigadores reunieron a 98 fumadores para dos sesiones experimentales. A los que fueron inducidos a un estado "caliente" se les pidió que no fumaran durante doce horas antes de la primera sesión y luego se les indujo a ansiar fumar un cigarrillo al sostener, sin fumar, un cigarrillo encendido. Los que estaban en un estado "frío" fumaron hasta la primera sesión, pero no sostuvieron un cigarrillo encendido. Un grupo de comparación simplemente no tuvo la primera sesión.

Durante la primera sesión, se preguntó a los participantes "calientes" y "fríos" cuánto dinero necesitarían para retrasar fumar durante cinco minutos en la segunda sesión, un momento en que todos los participantes estarían en el estado "caliente". Los fumadores de los tres grupos debían abstenerse de fumar durante doce horas antes del inicio de la segunda sesión, y se les pidió que sostuvieran, sin fumar, un cigarrillo encendido durante la sesión.

Cuando se les hizo la pregunta sobre el dinero en la segunda sesión, los fumadores "fríos" de la primera sesión pidieron significativamente más dinero para retrasar fumar por apenas cinco minutos, mientras que los que estuvieron originalmente en un estado "caliente" no solicitaron un aumento.

Los del grupo "frío" también fueron mucho menos propensos a predecir con precisión cuánto dinero necesitarían para retrasar fumar. Casi la mitad de los fumadores "fríos" solicitaron más dinero de lo que habían predicho inicialmente, mientras que sólo el 25 por ciento de los "calientes" hicieron lo mismo.

"Estos hallazgos sugieren que los fumadores son más propensos a subestimar la predicción de su propio deseo futuro de fumar cuando no están deseando un cigarrillo", afirmó en un comunicado de prensa el coautor del estudio George Loewenstein, profesor de economía y psicología Herbert A. Simon de Carnegie Mellon. "La investigación tiene implicaciones no sólo para ayudar a los fumadores a abandonar el hábito, sino para mostrarnos cómo los no fumadores podrían habituarse. Si los fumadores no pueden apreciar la intensidad de su necesidad de fumar cuando no están ansiosos por hacerlo en ese momento, ¿qué probabilidades hay de que la gente que no fuma pueda hacerlo?".

Más información

La American Cancer Society tiene más información sobre cómo dejar de fumar.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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