Una tarjeta en el día de San Valentín para los corazones solitarios

LUNES 12 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Muchos estadounidenses solitarios que están marginados de la ceremonia de intercambio de flores y regalos en el día de San Valentín se hacen la misma pregunta: ¿cómo puedo cambiar esta situación?

Ya sea que desee buscar un nuevo romance, volver a encender la chispa en una relación deteriorada, o simplemente retomar su vida sexual, algunos expertos están aquí para prestar su ayuda.

En primer lugar, los solteros deben preguntarse lo siguiente: ¿Estoy listo en verdad para el flechazo de Cupido?

"Es posible saber cuando alguien está abierto o no para conocer a otras personas", señaló la Dra. Catherine Birndorf, especialista en salud de la mujer del Centro Médico Weill Cornell y del Hospital Prebisteriano de Nueva York en la ciudad de Nueva York.

"Si tan sólo se dice para sus adentros, 'Oh, creo que debería empezar a salir con otras personas', es probable que no parezca del todo convincente a la hora de pasar a la acción", apuntó Birndorf, quien también es editora en salud mental de la revista Self. Por ello, sugiere a los solteros que no se presionen demasiado para retomar el juego de las citas, sobre todo si han vivido alguna ruptura o trauma reciente.

"A veces, es bueno buscar una opinión objetiva, por ejemplo, recurra a sus amigos y pregúntele, '¿crees que estoy listo?' ", recomendó.

Si la respuesta a esa pregunta es sí, tal vez sea la hora de aventurarse en uno de los momentos más angustiantes de la vida: la primera cita.

Las primeras citas pueden intimidar, señaló Birndorf, especialmente para aquellos que han estado solos muchos años. "Creo que es necesario tomar en cuenta algo muy importante, que para la otra persona también es la primera cita", aseguró. "Así que usted no es el único que parte con desventaja aquí, ambos están en una posición similar".

Hablar de manera franca sobre el nerviosismo de las citas puede servir de ayuda. "Creo firmemente en la sinceridad y en hablar de las cosas de manera directa", apuntó Birndorf. "Por ejemplo, sincerarse al decir 'oye, no se tú, pero me pongo muy nerviosa en las primeras citas', puede ayudar a romper el hielo y a calmar las tensiones".

Además, el día de San Valentín puede que sea menos emocionante para las parejas que llevan muchos años juntas, pero que han perdido la "magia".

El truco es recordar que las relaciones románticas necesitan un "esfuerzo activo" y continuo, señaló Birndorf. "No es como casarse y creer que 'Bueno, ya está'. "

En cambio, hay que sacar tiempo para la pareja, idealmente todos los días. Las personas ocupadas deberían anotarlo incluso en sus apretadas agendas. "Por ejemplo, establecer 'reunirse todas las noches después de que los niños se duerman para mantener una plática de 9 a 10'", ejemplificó Birndorf. "También se pueden hacer citas para mantener relaciones sexuales".

Muchas parejas que tienen hijos olvidan lo especial que es la relación de pareja, anotó Birndorf, "Más bien, creo que mucha gente se acostumbra a actuar solamente como 'la familia', o a salir con determinados amigos", aseguró. Entre los consejos simples para recuperar la magia se encuentran citas para ir al cine o cenar; hacer regalos de forma espontánea; y participar en alguna actividad favorita de su pareja, aunque ésta no sea precisamente su propio deporte o pasatiempo preferido.

Otras veces, sin embargo, las barreras de salud pueden interponerse en la vida sexual y el romance. La Dra. Patricia Rockwell es profesora asistente de medicina familiar en la Facultad de medicina de la Universidad de Michigan. Señaló que hay nueve problemas de salud importantes que pueden afectar la pasión:

• Medicamentos recetados. Los medicamentos para el corazón como los diuréticos e inhibidores de la ECA, al igual que los antidepresivos ISRS como Celexa, Paxil, Prozac y Zoloft pueden interferir con la función eréctil, señaló Rockwell. Si éste resulta ser el caso, los hombres deberían preguntar a sus médicos si una dosis reducida o una terapia alternativa podrían ser igual de efectivas.
• Salud cardiaca. Dejando los mitos de lado, el sexo no causa un ataque cardiaco, incluso en personas diagnosticadas con enfermedad cardiaca, puntualizó, Rockwell. Sin embargo, recomienda a las personas a que consulten a sus médicos sobre la seguridad de todas las actividades físicas justo después de cualquier procedimiento quirúrgico importante.
• Depresión. Si no se trata, las personas deprimidas "pueden experimentar falta de placer, de deseo y carecer de la capacidad de llevar el acto a cabo", dijo en una declaración preparada Rockwell.
• Alcohol. Aunque unos cuantos tragos de alcohol pueden hacer que una persona se vuelva más osada, beber en exceso puede aumentar el riesgo de prácticas sexuales inseguras. Beber también "reduce el placer sexual porque el alcohol disminuye la intensidad de las sensaciones", apuntó Rockwell.
• Enfermedad de transmisión sexual. Si se toman todas las medidas de precaución correctas (sobre todo condones), contraer una ETS, como el VIH, hepatitis o el virus del papiloma humano (VPH), no significa el final del romance, destacó.
• El estrés. Tener demasiados compromisos familiares y poco tiempo libre hace que muchas veces se deje el sexo a un lado. El estrés puede también reducir la libido y conducir a una vida sexual poco satisfactoria, señaló Rockwell.
• El embarazo. Otro gran mito. "No existen barreras para el sexo durante el embarazo", subrayó.
• Menopausia. Aunque los niveles hormonales caen después de la menopausia, el uso de cremas tópicas de estrógeno y lubricantes pueden hacer que las mujeres de edad madura lleven vidas sexuales tan activas como las mujeres más jóvenes, aseguró Rockwell.
• Una mala imagen corporal. Una baja autoestima puede alterar el deseo y la satisfacción sexual, declaró Rockwell. Pero los estudios también muestran que perder peso de forma saludable, hasta tan sólo 5 libras (poco más de 2 kilos), puede ayudar a superar ese problema.

Sin embargo, el sexo y el romance es un camino de dos vías. Por tanto, Birndorf recomienda a la gente hacer esas "pequeñas cosas" por el ser querido, y no sólo en el día de San Valentín, sino los otros 364 días del año.

"Es tan simple, pero tan difícil de recordar", destacó Birndorf. "Incluso yo misma puedo estar en el trabajo y tener un pensamiento agradable sobre mi marido. Entonces, me digo a mí misma, ¡hey, por qué no le llamas!' Así que me apresuro a llamarlo y le digo, 'Hola, estaba pensando en ti, te quiero tanto'. Y ¿a quién no le gusta oír eso?"

Más Información

Para más información sobre una vida sexual saludable, vaya a la U.S. National Library of Medicine.