Vitaminas C y E adicionales no previenen la preeclampsia

Las altas dosis no disminuyeron las tasas de esta complicación del embarazo en las mujeres de bajo riesgo

MIÉRCOLES 26 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Una nueva investigación sugiere que tomar grandes dosis de vitaminas C y E no previene la preeclampsia, una complicación del embarazo relativamente común pero potencialmente peligrosa.

En un estudio de casi 2,000 mujeres embarazadas por primera vez, los investigadores encontraron que la adición de estas vitaminas antioxidantes no disminuyó la tasa de preeclampsia ni redujo el riesgo de complicaciones para los bebés de las mujeres que tenían preeclampsia.

"Nuestro estudio encontró que las mujeres en su primer embarazo que tomaban complementos de vitaminas C y E no redujeron el riesgo de desarrollar preeclampsia", apuntó la autora del estudio, Alice Rumbold, becaria de investigación posdoctoral en la Universidad de Adelaida y del Hospital de Mujeres y Niños de Adelaida del Norte, Australia.

"Sin embargo, no hubo nada en los resultados que sugiriera que los complementos de vitaminas C y E hicieran daño al bebé", agregó.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 27 de abril del New England Journal of Medicine.

Alrededor del 5 por ciento de todas las mujeres embarazadas de los Estados Unidos desarrollan preeclampsia, según March of Dimes. Las primeras señales usualmente son hipertensión arterial y proteína en la orina. Entre los factores de riesgo de la preeclampsia se encuentran: primer embarazo, 10 años desde el embarazo anterior, embarazos múltiples, exceso de peso, ser menor de 20 y mayor de 35, o tener antecedentes de hipertensión arterial, diabetes, enfermedad renal, lupus o preeclampsia en el embarazo anterior, según March of Dimes.

En el estudio actual participaron 1,877 mujeres australianas que estaban embarazadas por primera vez. Los investigadores excluyeron a las mujeres de embarazos múltiples y a las que tenían problemas de salud crónicos, como enfermedad renal e hipertensión arterial.

Se asignó aleatoriamente a 935 mujeres para que recibieran terapia de vitaminas y a 942 se les dio un placebo. La terapia con vitaminas consistió en 1,000 miligramos de vitamina C y 400 unidades internacionales de vitamina E todos los días, a partir del segundo trimestre y continuando hasta el parto.

Los investigadores no hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. El seis por ciento del grupo de vitamina desarrolló preeclampsia, frente a 5 por ciento del grupo de placebo. Las tasas de muerte o resultados graves para los bebés fueron de 9.5 por ciento en el grupo de vitaminas y 12.1 por ciento en el grupo de placebo. El riesgo de tener un bebé con bajo peso al nacer (por debajo del percentil 10) fue de 8.7 por ciento para las que recibían la terapia de vitaminas, y de 9.9 por ciento para las que tomaron el placebo.

"Este ensayo se dirigió al grupo de mujeres de bajo riesgo y la complementación con vitaminas no mostró un beneficio aparente en reducir la tasa de preeclampsia ni los resultados negativos en los bebés", afirmó la Dra. Arun Jeyabalan, profesora asistente de la división de medicina materna fetal del Hospital de Mujeres Magee y de la Universidad de Pittsburgh.

Pero añadió que "todavía quedan un par de preguntas sin respuesta en mi mente". Apuntó que este estudio fue llevado a cabo en mujeres australianas, pero que los resultados en una población distinta, como en mujeres de los EE.UU., podrían ser diferentes. Además, un grupo de mayor tamaño de mujeres podría proveer una respuesta más estadísticamente significativa en cuanto a los beneficios o riesgos potenciales de la complementación con vitaminas C y E.

El Dr. Abdulla Al-Khan, director de Diagnóstico y Terapia Perinatal del departamento de Obstetricia, Ginecología y Salud Femenina del Centro Médico de la Universidad de Hackensack, Nueva Jersey, afirmó que le hubiera gustado ver este estudio llevado a cabo con mujeres que ya tenían un alto riesgo de preeclampsia.

"El riesgo de preeclampsia es definitivamente menor para las mujeres que incluyeron que para las que excluyeron. No es sorprendente que no hubiera diferencia en cuanto a los resultados cuando se ve a una población de bajo riesgo", apuntó Al-Khan. "Si se dirige a pacientes en riesgo verdaderamente alto, tal vez se obtenga una respuesta".

Tanto Jeyabalan como Al-Khan afirmaron que actualmente no hay mucho que las mujeres puedan hacer para prevenir la preeclampsia. Al-Khan recomendó consumir una dieta saludable llena de vitaminas y minerales, hacer una cantidad moderada de ejercicio y disminuir los niveles de estrés.

En cuanto a los complementos de vitaminas, Jeyabalan tiene el siguiente consejo: "éste es un tratamiento que por lo menos por ahora no tiene un beneficio claro y las mujeres no deben tomar esta terapia sin estar en un ambiente de ensayo o sin una consulta cuidadosa con su médico".

Además, apuntó que los niveles de vitaminas usados en el estudio exceden por mucho los encontrados en las vitaminas prenatales. "Cualquier complemento que exceda las vitaminas prenatales debe ser discutido con el obstetra", aconsejó.

Más información

Para más información sobre la preeclampsia, visite March of Dimes.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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