Los genes podrían dificultar que los fumadores abandonen el hábito

El ADN particular podría explicar por qué algunas personas no pueden dejar de fumar, sugiere un estudio

JUEVES, 1 de diciembre (HealthDay News) -- A pesar de décadas de esfuerzos de salud pública que buscan eliminar el hábito de fumar, veinte por ciento de los estadounidenses siguen haciéndolo. Una investigación reciente sugiere que quizás se deba a sus genes.

Aunque las campañas antitabaco reciben el crédito de haber reducido drásticamente el uso de cigarrillos en los últimos 40 años (de 42 por ciento de todos los estadounidenses en 1965 a apenas menos de 20 por ciento en 2010), el número de personas que no ha podido abandonar su hábito de nicotina ha permanecido igual en los últimos años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Dos de cada tres adultos que fuman desean dejar de hacerlo, señaló un informe de los CDC a principios de mes, y más de la mitad (52 por ciento) habían intentado abandonar el hábito en el año anterior.

Los autores del nuevo estudio, que fue publicado en internet como adelanto de su aparición en una próxima edición impresa de la revista Demography, señalan que quizás se necesiten nuevas tácticas para ayudar a los que todavía fuman.

"Las políticas federales y sociales podrían ser menos eficaces actualmente dado que quizás la composición de los que están en riesgo [los que fuman] ha cambiado", señaló el coautor del estudio Fred Pampel, profesor de sociología de la Universidad de Colorado en Boulder y asociado de investigación del Instituto de Ciencias Conductuales de la universidad. Los que pueden dejar de fumar fácilmente probablemente ya lo hayan hecho, comentaron los autores.

El autor líder del estudio Jason Boardman, profesor asociado de sociología, apuntó que los mensajes antitabaquismo, unos impuestos más elevados y las restricciones para fumar han hecho una diferencia. "Pero quizás suceda otra cosa con los fumadores empedernidos", apuntó. Esa "otra cosa" probablemente sea la genética, añadió.

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar los hábitos de tabaquismo entre 1960 y 1980 de casi 600 parejas de gemelos que contestaron un extensivo cuestionario de salud. 363 eran gemelos idénticos y 233 eran gemelos fraternos. Los gemelos idénticos provienen del mismo óvulo fertilizado antes de que se divida en dos embriones, y comparten los mismos genes o ADN, mientras que los gemelos fraternos provienen de dos óvulos fertilizados por separado y solo comparten algunas similitudes genéticas.

En el grupo de gemelos idénticos, el 65 por ciento de ambos individuos dejaron de fumar con un periodo de diferencia de dos años entre sí, mientras que apenas 55 por ciento de los gemelos fraternos dejaron de fumar en el mismo periodo.

"La lógica es que los gemelos idénticos comparten genes, así que si actúan de forma parecida probablemente esto refleje un componente genético", apuntó Pampel.

La nueva investigación añade a un creciente cuerpo de literatura que sugiere que probablemente, cuando se trata de la adicción a la nicotina, haya una sustancial influencia genética, señaló la Dra. Aditi Satti, profesora asistente de medicina y directora del programa de cesación del tabaquismo de la Universidad de Temple, en Filadelfia. Pero los científicos siguen intentando detectar el gen o los genes involucrados, apuntó.

"No se ha relacionado ningún gen individual con la adicción a la nicotina", apuntó Satti.

Anotó que aunque la cifra de fumadores se ha reducido con los años, el tabaquismo ha aumentado entre las mujeres y los estadounidenses negros, posiblemente otra pista de quién corre un riesgo genético. Las poblaciones de los barrios desventajados, de un nivel socioeconómico bajo y con menos educación también son más propensas a ser fumadoras, añadió Satti.

"Creo que la combinación de encontrar mejores fármacos y educar a las personas, aunque los médicos apenas pasen cinco minutos hablando con el paciente sobre fumar, llevará a mayores tasas de abandono", comentó Satti.

Boardman dijo que quizás sea necesario un cambio de políticas. En lugar de campañas gubernamentales antitabaquismo que se enfoquen en impuestos altos y anuncios llamativos, dijo que los fumadores actuales podrían tener más éxito usando un fármaco dirigido a la adicción a la nicotina, además de consejería.

"Diría que las terapias de reemplazo de la nicotina podrían ser mucho más eficaces con los fumadores actuales que siguen intentando dejar de fumar que los pósters que muestran imágenes desagradables de fumadores. No creo que los esfuerzos de cambio de conducta ayuden a los que fuman dos paquetes al día", dijo Boardman, quien también es asociado de investigación del Instituto de Ciencias Conductuales.

Las enfermedades relacionadas con fumar llevan a aproximadamente 443,000 muertes al año en Estados Unidos, lo que incluye bebés nacidos prematuramente de mujeres que fuman en el embarazo y los que resultan afectados por el humo de segunda mano, según la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association).

A Satti le preocupa que algunos no se tomen la adicción a los cigarrillos suficientemente en serio.

"Quizás no consideramos fumar tan importante como la adicción al alcohol y a las drogas, pero soy pulmonóloga y veo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el enfisema y el cáncer de pulmón a diario", lamentó. "Y sabemos que el humo del tabaco se relaciona con la enfermedad cardiovascular y el accidente cerebrovascular. Es una de las cosas más prevenibles que pueden hacerse. Si uno deja de fumar, verá un inmenso impacto sobre la salud".

Más información

La Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) puede ayudarle a determinar si usted necesita ayuda para dejar de fumar.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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