Un informe da buenas calificaciones a los EE: UU. por su respuesta a la gripe porcina

Sin embargo, también aseguró que el sistema de atención de la salud resultaría sobrecargado si el brote fuera más grave

JUEVES, 4 de junio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Aunque la respuesta estadounidense al brote de gripe porcina en curso que surgió de manera inesperada en abril ha sido efectiva en su mayoría, sigue habiendo deficiencias que hay que enfrentar.

Según el nuevo informe, esas deficiencias podrían resultar más urgentes si el virus retorna con más virulencia en el otoño.

"Está claro que toda nuestra planeación y preparación para las pandemias han mejorado la capacidad del país para responder a los brotes, pero el H1N1 no alcanzó a probar los límites de nuestra capacidad de respuesta", aseguró en una conferencia de prensa el jueves para anunciar la publicación del informe Pandemic Flu: Lessons from the Frontlines (lecciones desde el frente sobre la gripe pandémica) Jeffrey Levi, director ejecutivo de Trust America's Health.

"Si en el futuro nos enfrentamos a una situación en la que una gran cantidad de estadounidenses enfermara y acudiera en masa a hospitales y centros de salud, nuestro sistema podría sobrecargarse", agregó.

Algo clave entre las fortalezas de la respuesta estadounidense fue la inversión que el país hizo en la última década para prepararse para una gripe pandémica y para abastecerse de medicamentos antivirales. Esas fueron las decisiones que "realmente valieron la pena", aseguró Levi.

Por otro lado, la gripe porcina H1N1 presentó un reto muy distinto al que los funcionarios sanitarios se habían estado preparando, señaló David Fleming, director de salud pública de Seattle y el condado de King, Washington.

"La mayor parte de la preparación era para una forma grave de influenza [la gripe aviar], para la que habría seis semanas de aviso porque surge en el lejano oriente", aseguró Fleming, quien intervino en la conferencia de prensa. "Estuvimos equivocados en dos cosas. La gripe porcina fue de virulencia normal y no tuvimos advertencia. En el primer par de días, seguimos nuestro plan con políticas y procedimientos que no correspondían a la gravedad de la cepa".

Notar eso nos enseñó otra lección, las respuestas de salud pública deben ser flexibles, según el informe. No solo deben poder adaptarse a las distintas cepas de gripe que aparezcan, también deben reaccionar a las circunstancias variables, pues cada brote cambia constantemente y los conocimientos se actualizan siempre.

La comunicación efectiva fue otra fortaleza ampliamente reconocida de la respuesta, en gran parte porque ayudó a aliviar la ansiedad del público, decía el informe.

"Claramente, esta fue la prioridad principal para la gestión y el control del brote. Yo les doy [a los funcionarios sanitarios] notas superiores", señaló el Dr. Scott Lilibridge, decano asistente de la facultad de salud pública rural del Centro de ciencias de la salud Texas A&M.

Pero la comunicación no fue perfecta, según Fleming, y el panorama nacional con frecuencia tenía un retraso de una o dos semanas, en comparación con hechos locales. Las autoridades sanitarias locales tuvieron una idea mejor de lo que estaba ocurriendo realmente, quién resultaba infectado, con qué gravedad, cómo se contagiaba el virus y cómo estaban manejando la cepa los recursos disponibles.

Otra desventaja, según el informe, es que los departamentos de salud pública tienen recursos limitados, incluso humanos, y necesitan reposición.

Un experto que no tuvo que ver con el informe estuvo de acuerdo.

"Los departamentos de salud y los laboratorios de los hospitales realmente tenían personal limitado. Las tecnologías nuevas ayudaron, pero la gente simplemente no está disponible", señaló el Dr. Kenneth Bromberg, presidente de pediatría y enfermedades pediátricas infecciosas del Centro hospitalario Brooklyn de la ciudad de Nueva York, "No tenemos suficientes respiradores en los EE. UU. para el peor de los casos de epidemia de gripe".

El informe también señaló que las autoridades necesitan pensar con más detenimiento acerca de los efectos de los cierres de las escuelas sobre padres, estudiantes y empleadores, además de la realidad de que cerca de la mitad de los trabajadores estadounidenses no tienen derecho a licencia por enfermedad.

El informe hizo varias recomendaciones, todas basadas en las vulnerabilidades indicadas. Entre éstas se encuentran las siguientes:

  • Asegurarse de que el suministro nacional de medicamentos antivirales, vacunas y equipo se mantenga.
  • Una mejor coordinación entre los gobiernos federales, estatales y locales y el sector privado, que incluye considerar cómo la naturaleza de la amenaza de la gripe cambia con el tiempo.
  • Mejorar las capacidades de investigación y desarrollo biomédico del país para desarrollar y producir rápidamente una vacuna.
  • Asegurarse de que todos los estadounidenses estén vacunados. Actualmente, más del cincuenta por ciento de los estadounidenses no está recibiendo las vacunas anuales contra la gripe.

"Lo más difícil en esta lista de vulnerabilidades es vacunar a todos los estadounidenses", señaló el Dr. Len Horovitz, jefe de neumología del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York. "Podría ser que con el susto tremendo sobre este virus particular, la gente quizá esté más dispuesta a vacunarse. Está por verse, pero el mensaje es vacunarse, vacunarse y vacunarse. No solo para la H1N1, también para la gripe estacional".

Desde que se detectó por primera vez en abril, la gripe porcina H1N1 ha causado 19,273 casos de infección en 66 países, aunque apenas 117 muertes, 97 de ellas en México, según informó la OMS en miércoles.

"Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron el miércoles sobre un total de 11,054 casos en cincuenta estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, entre ellos 17 muertes.

Los funcionarios sanitarios estadounidenses han asegurado que las infecciones han sido leves en su mayoría y que la mayor parte de los pacientes se recupera con bastante rapidez. Las pruebas han hallado que el virus H1N1 sigue siendo susceptible a dos medicamentos antivirales comunes, Tamiflu y Relenza.

El informe fue preparado por Trust for America's Health, el Centro de bioseguridad del Centro médico de la Universidad de Pittsburgh y la Robert Wood Johnson Foundation.

Más información

Para ver el informe completo, visite Trust for America's Health.

The National Institute of Neurological Disorders and Stroke has more information about Huntington's Disease.

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