Después de $75,000, el dinero no puede comprar la felicidad cotidiana

Sin embargo, un estudio halla que entre más dinero gana la gente, mejor se siente sobre su vida en general

LUNES, 6 de septiembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- El dinero puede ayudar a comprar la felicidad, según encuentra una investigación reciente, por lo menos si gana cerca de $75,000 al año.

Según el estudio, aunque la felicidad aumenta junto con el ingreso familiar anual hasta cerca de $75,000. Después de eso, ganar más dinero no afecta la satisfacción cotidiana.

Sin embargo, eso no significa que usted debería dar por perdido ese ascenso en su trabajo. Aunque ganar más dinero no ayudará a su estado emocional en cualquier día dado, la gente que ha tenido ingresos familiares superiores a $75,000 tenía más probabilidades de sentirse satisfecha con su propia vida.

Los que ganaban, digamos $120,000 informaron más satisfacción con sus vidas y tenían una mejor percepción de su vida en general que los que ganaban menos, mientras que los que ganaban $160,000 evaluaron aún mejor sus vidas.

"Es realmente importante reconocer que la palabra 'felicidad' cubre mucho terreno", señaló Angus Deaton, autor del estudio, y profesor de economía y asuntos internacionales de la Universidad de Princeton. "Esta es su evaluación general de cómo va su vida, mientras que la otra tiene más que ver con su bienestar emocional en ese momento. Tener mayores ingresos no parece tener ningún efecto sobre el bienestar después de los $75,000, mientras que la evaluación de su vida continúa aumentando junto con el ingreso".

El estudio aparece en la edición en línea del 6 de septiembre de Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los investigadores usaron datos del Índice de bienestar Gallup-Healthways, que encuestó a 450,000 estadounidenses en 2008 y 2009 acerca de su ingreso familiar y su estado emocional durante el día anterior y sus sentimientos generales acerca de la vida y el bienestar.

Ambas medidas de felicidad apuntan a algo diferente, anotó Deaton. Usted podría sentirse triste o infeliz un día porque su jefe lo regañó o porque le pusieron una multa por exceso de velocidad, sin embargo, en general, le parece que su vida está yendo bastante bien.

Por otro lado, es posible que se sienta feliz, incluso alegre, en una excursión con sus amigos y familia, pero no se siente satisfecho en general con su vida o la dirección que está tomando.

Entonces, ¿qué medida de felicidad importa más?

Es una pregunta filosófica y quizá una que sólo cada individuo puede responder, aseguró Deaton. "Esa es una pregunta realmente profunda y difícil. [Ambas medidas] son importantes. Pero si se siente infeliz ahora, el hecho de que su vida pueda ir bien no lo compensa".

Los científicos sociales y los psicólogos han lidiado por mucho tiempo con la forma de cómo medir la felicidad, aseguró James Maddux, profesor de psicología de la Universidad George Mason de Fairfax, Virginia, que no participó en el estudio.

El nuevo estudio hace un buen trabajo al dilucidar los distintos aspectos del bienestar emocional, como las emociones más inmediatas frente al panorama general de las evaluaciones de vida, señaló Maddux.

"Este estudio coincide con muchos otros acerca de la relación entre ingreso y felicidad o la satisfacción general con la vida", señaló Maddux. "Lo que otros estudios también han mostrado es que el dinero importa, hasta cierto punto. Sin embargo, después de cierto punto, tener más dinero no hace que las personas se sientan mejor con sus vidas o con sí mismos en el día a día".

Esto aplica en otros países del mundo también, anotó. En cuanto el PIB per cápita aumenta a un punto en el que la gente ya no tiene que esforzarse por satisfacer sus necesidades básicas, como alimentación, vestido, vivienda y atención de la salud, los aumentos adicionales en la riqueza no parecen hacer mucha diferencia en la felicidad, aseguró Maddux.

Maddux instó a los hostigados trabajadores estadounidenses a no obsesionarse demasiado con la cifra de $75,000. Ese nivel de ingresos puede implicar muchas cosas distintas según la cantidad de miembros de la familia, las responsabilidades financieras y el lugar en el que viva, advirtió.

"$75,000 no es una cifra mágica que la gente necesita alcanzar para ser lo más feliz posible", señaló Maddux. "El punto es que hay un umbral en el que la gente probablemente no va a ser sustancialmente más feliz si continua ganando más dinero".

En 2008, el ingreso familiar promedio en los EE. UU. fue cercano a $71,500, mientras que la media, el punto en el que la mitad de los ingresos son superiores y la otra mitad inferiores, fue de $52,000. El promedio se aleja de la media debido a algunos poco ingresos muy elevados, explicó Deaton.

Aunque la mitad de la gente cuyos ingresos familiares son superiores a $75,000 probablemente no sentirá aumentos duraderos en la felicidad si puede ganar más, perder un ingreso sustancial probablemente no sería bueno para su bienestar emocional, sugirió el estudio. A medida que se reducía el ingreso, los encuestados informan sobre menos felicidad, y más tristeza y estrés.

Además, según el estudio, la pobreza exacerbó el impacto emocional de eventos negativos, como enfermedades o divorcios. Según los investigadores, los pobres tampoco lograron tanto aumento de su felicidad los fines de semana que los más favorecidos.

"La vida no es justa para los pobres en muchos aspectos", agregó Deaton.

Más información

El Instituto Nacional de Salud Mental de los EE. UU. tiene más información sobre la ansiedad y otros problemas de salud mental.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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