¿No puede pagar el alquiler? La salud de los niños podría resentirse

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LUNES, 22 de enero de 2018 (HealthDay News) -- Millones de familias estadounidenses pasan dificultades para encontrar y mantener un hogar estable, y la lucha por lograrlo podría acabar dañando la salud de los niños.

Los investigadores encontraron que cuando las familias se enfrentaban a varios tipos de "inestabilidad de vivienda", las mamás tenían un riesgo más alto de depresión y los niños eran más propensos a tener una salud entre "regular" y "mala".

No fue solo el hecho notorio de estar sin un hogar lo que pareció cobrarse un precio. Los niños tenían también un riesgo más alto de tener una mala salud cuando las familias se mudaban muchas veces, o cuando tenían dificultades para pagar el alquiler.

El motivo exacto no está claro, dijo la investigadora principal, la Dra. Megan Sandel, pediatra en el Centro Médico de Boston.

Pero, dijo, "tener un hogar estable es un fundamento de la prosperidad".

Y este estudio muestra que las familias con ingresos bajos habitualmente carecen de esa estabilidad vital, añadió Sandel.

Los hallazgos se basaron en más de 22,000 familias de ingresos bajos que visitaron clínicas de atención primaria o salas de emergencias en cinco ciudades estadounidenses.

De las encuestadas, un tercio habían tenido un problema con la vivienda, el 12 por ciento habían estado sin hogar durante algún momento de la vida de sus hijos, otro 8 por ciento se habían visto obligados a mudarse al menos dos veces el año anterior, y el 27 por ciento se habían atrasado con el alquiler el año anterior.

Cuando esas circunstancias se dieron, las mamás tenían casi tres veces más probabilidades de reportar síntomas de depresión en una prueba. Y los padres tenían un 41 por ciento más de probabilidades de calificar la salud de sus hijos como solo regular o mala.

Los hallazgos aparecen en línea el 22 de enero en la revista Pediatrics.

Sandel dijo que los resultados deberían ser un "llamado de advertencia" para las comunidades locales de que muchas familias no pueden permitirse el costo de la vida, y eso podría tener consecuencias también para la salud.

"La inestabilidad de vivienda es sin duda un problema de salud pública", convino Maya Brennan, asociada principal de políticas en el Instituto Urbano, una organización sin fines de lucro, en Washington, D.C.

Brennan, que estudia las cuestiones relacionadas con la vivienda, no participó en la nueva investigación.

Es bien sabido, dijo, que la calidad de la vivienda (incluyendo las condiciones físicas de un hogar o un vecindario) marca una diferencia en la salud de los niños.

Por ejemplo, una mala calidad de la vivienda puede exacerbar el asma de los niños, o ponerlos en riesgo de accidentes o intoxicación con plomo, dijo Brennan.

Estudios recientes han apuntado a la importancia de la estabilidad de la vivienda para la salud de las familias, y los nuevos hallazgos amplían eso, señaló Brennan.

Es probable, dijo, que los problemas con la vivienda afecten a la salud de los niños, al menos en parte, a través del impacto que tienen en los padres.

"El estrés al que se enfrentan los padres se trasmite a sus hijos", dijo Brennan. Los padres que estén pasando dificultades para conseguir que su familia tenga un hogar podrían estar "menos presentes", por ejemplo.

Además, esas familias normalmente también tienen problemas para permitirse otras necesidades. En este estudio, la mitad de las familias que estaban en una situación inestable tenían problemas para hacer la compra, y muchas se habían retrasado en el pago de las facturas de los servicios públicos.

"Lo que es sorprendente", dijo Sandel, "es la tasa alta de otras dificultades asociadas con la inestabilidad de la vivienda".

Animó a los pediatras a preguntar a los padres por la estabilidad de su vivienda y, en caso de necesitar ayuda, remitirlos a los servicios locales.

Si las familias pudieran recibir ayuda para pagar comida o la calefacción, explicó Sandel, "eso liberaría algo de dinero para el alquiler".

Brennan se mostró de acuerdo. "Sería fantástico si los pediatras fueran conscientes de cuáles son sus recursos locales y pudieran remitir a las familias".

La dificultad, dijo, es que los recursos varían dependiendo de la comunidad.

Pero si una vivienda asequible parece un problema desalentador, Brennan afirmó que se puede abordar paso a paso.

"Acabar con la situación de la falta de vivienda en las familias con hijos en este país es completamente alcanzable", dijo. "Si llegamos a un primer paso, estaremos mejor que como estamos ahora".

El estudio encontró que en las familias con problemas de vivienda, entre el 36 y el 44 por ciento de las mamás presentaban síntomas depresivos, frente al 17 por ciento de las mamás con una vivienda estable. Y entre el 13 y el 14 por ciento de los niños tenían una salud entre regular y mala, frente al 10 por ciento de los otros niños.

"Muchas veces", dijo Sandel, "nos centramos en cosas como la atención de la salud y la educación como si fueran las raíces para ayudar a que una comunidad prospere. Necesitamos hablar de la vivienda también".

Más información

El Centro Nacional para una Vivienda Saludable tiene consejos para las familias.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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