Los expertos urgen a un 'cambio sísmico' en el método para mejorar la atención médica en EE. UU.

Mejorar la educación y los servicios sociales puede ayudar a los estadounidenses a tener unas vidas más largas y sanas, asegura un panel

MIÉRCOLES, 15 de enero de 2014 (HealthDay News) -- La medicina por sí sola no puede mejorar la salud del país, no cuando uno de cada cinco estadounidenses vive en un vecindario peligroso donde la contaminación, el crimen y el desempleo son prevalentes; la comida nutritiva escasea, y el bienestar de los jóvenes está en riesgo, reporta un panel de expertos.

Lo que se necesita es un "cambio sísmico" en la forma en que el país aborda la atención médica, según la Comisión para Construir unos EE. UU. Más Sanos (Commission to Build a Healthier America) de la Robert Wood Johnson Foundation.

El abarcador informe del panel insta a los líderes de los ámbitos públicos, privados, sin fines de lucro y académicos a trabajar juntos para abordar los factores sociales y ambientales que tienen un impacto sobre la salud de las personas.

"Debemos dedicar tanta energía en crear las condiciones que mantendrán a las personas bien en primer lugar como la que dedicamos en proveer el tratamiento cuando se necesita", escribió la comisión.

El panel de 16 miembros, liderado por el Dr. Mark McClellan, ex administrador de los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid de EE. UU., y por Alice Rivlin, ex directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de EE. UU., identificó tres áreas para la mejora:

  • La inversión en la educación en la niñez temprana.
  • El desarrollo de viviendas seguras.
  • Incentivos para que los proveedores médicos aborden los factores no médicos que afectan a la salud.

El panel dijo que esas acciones tienen el mayor impacto potencial sobre la salud en general.

"Los consumidores saben muy bien que las realidades de sus vidas cotidianas, como el lugar donde viven, la comida que consumen, si pueden pagar o no sus facturas a final de mes, tienen un impacto sobre su salud", planteó una miembro de la comisión, Rebecca Onie, cofundadora y directora ejecutiva de Health Leads, con sede en Boston.

"Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de elegir opciones saludables, pero... para muchas personas, hacerlo resulta más difícil porque no tienen acceso a los recursos que necesitan para estar sanos", señaló Onie, cuya organización permite el acceso de los pacientes de bajos ingresos a comida, calefacción y otras necesidades básicas.

La Comisión para Construir unos EE. UU. Más Sanos publicó sus primeras recomendaciones en 2009. El nuevo análisis, publicado el lunes, amplía ese trabajo al proveer consejos específicos para mejorar la salud del país y resaltar las iniciativas basadas en la comunidad.

Carol Naughton, vicepresidenta principal de Purpose Built Communities, un grupo de asesoría sin fines de lucro con sede en Atlanta que ayuda a los líderes locales del país a reconstruir los vecindarios que están en una mala situación, alabó el informe de la comisión.

"Creo que será un verdadero llamado a la acción, y provee unos buenos ejemplos concretos de lo que se puede hacer para obtener unos mejores resultados", aseguró Naughton.

La revitalización del vecindario de East Lake, en Atlanta, sirve como un modelo para el cambio. Los líderes comunitarios reemplazaron las viviendas pobres con apartamentos de alta calidad para personas con ingresos mixtos. También abrieron la primera escuela privada subvencionada de la ciudad, que ahora está calificada como la mejor escuela de Atlanta. Y se asociaron con la YMCA, que provee clases de educación física.

Gracias a unas aceras seguras, alrededor de la mitad de los 1,300 estudiantes de la escuela van a la escuela caminando todos los días, señaló Naughton. Se abrió un club de ciclismo, se sirven desayunos y almuerzos saludables, y los estudiantes están mucho más delgados que cuando la escuela abrió por primera vez, aseguró.

Invertir en la juventud estadounidense debe ser una prioridad nacional, enfatizó la comisión. Pero EE. UU. está en el lugar 25 de 29 países industrializados en cuanto a la educación en la niñez temprana.

Según la investigación más reciente, los niños expuestos al estrés de la pobreza "crecen para ser adultos con unos resultados muy malsanos", advirtió Jessie Rasmussen, presidenta de Buffet Early Childhood Fund en Omaha, Nebraska.

Ahí intervino Educare, una red de escuelas que funcionan todo el día, todo el año, y que ofrecen servicios a los niños desde que nacen hasta los 5 años de edad, uno de varios programas modelos mencionados en el informe.

Los niños que están en las escuelas de Educare reciben oportunidades de aprendizaje temprano de alta calidad y acceso a asesores de salud, nutrición y salud mental. Esto compensa algunos de los efectos negativos del estrés, apuntó Rasmussen, cuya organización sin fines de lucro está asociada con Ounce of Prevention Fund, con sede en Chicago, que creó el modelo Educare.

Una de las tres recomendaciones principales de la Comisión para Construir unos EE. UU. Más Sanos se dirige a la comunidad médica. La comisión dijo que los proveedores de atención médica deben trabajar más de cerca con las organizaciones comunitarias para ayudar a vincular a los pacientes con servicios no médicos.

Los más pobres del país no son los únicos que necesitan ayuda, sino también las personas que tienen dos o tres empleos para llegar a fin de mes, apuntó Onie. Health Leads comenzó a trabajar hace poco con una nueva clínica en Boston, donde el 59 por ciento de los pacientes reportaron tener una necesidad no satisfecha de algún recurso.

"Por ejemplo, reportaban que no podían refrigerar sus medicamentos para la diabetes porque la compañía de electricidad les había cortado el servicio", dijo Onie. "O no podían costear la calefacción en casa aunque el aire frío les provocaba asma".

La comisión no determinó el costo de las reformas propuestas, pero quizá conlleven decisiones difíciles sobre cómo reasignar los recursos existentes para lograr el mayor impacto en salud, planteó Onie.

Hay algo que está muy claro: EE. UU. no puede darse el lujo de dedicar unos niveles crecientes de gastos a la atención médica, sobre todo en las afecciones de salud que pueden prevenirse, advirtió el panel.

Avis Vidal, profesora de planificación urbana de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit, aseguró que no todas las intervenciones sanitarias son costosas. "Que las madres lleven a sus hijos caminando no es caro si las madres no tienen empleos a tiempo completo", señaló.

"Pero cosas como asegurar que todos los proyectos de vivienda asistida de bajo costo estén cerca de un buen transporte público sí cuestan mucho dinero", explicó Vidal.

Más información

Para más información sobre cómo hacer de EE. UU. un país más sano, visite la Robert Wood Johnson Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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