Los problemas médicos causan la mitad de las bancarrotas personales

La mayoría de los deudores estaban asegurados cuando se enfermaron

MIERCOLES, 2 de febrero (HealthDayNews) -- Las enfermedades y las facturas médicas contribuyeron a aproximadamente la mitad de las declaraciones de bancarrota en 2001, y afectaron a hasta 2,2 millones de estadounidenses, según un nuevo estudio de Harvard.

Más del 75 por ciento de quienes declararon quiebra tenían seguro médico, pero muchos de ellos perdieron la cobertura durante su enfermedad, según la investigación.

El estudio, que aparece en la edición del 2 de febrero de Health Affairs, ofrece un vistazo infrecuente -- y sombrío -- en las causas médicas de quiebra en Estados Unidos.

La gente que sucumbe a la deuda médica es en su mayoría de clase media o clase trabajadora, que es propietaria de sus casas y tiene al menos alguna educación universitaria, reveló el estudio.

"Creo que el mensaje que extraemos es que, en verdad, nadie está seguro en nuestro país. Fuera de Bill Gates (presidente de Microsoft), si alguien está lo suficientemente enfermo durante un tiempo suficiente, terminará probablemente arruinado financieramente", advirtió el autor del estudio, el Dr., David Himmelstein, profesor adjunto de medicina en Harvard Medical School.

"Todos estamos a una enfermedad grave de la bancarrota" añadió.

Carol Pryor, analista de políticas en The Access Project en Boston, ha estudiado la cuestión de la deuda médica y su "efecto dominó" en la vida de la gente. Puede arruinar el crédito de una persona y complicar la obtención y el pago de citas médicas, dijo. Y conforme los costos de atención en salud son derivados a los consumidores en la forma de tarifas más altas, deducibles y coaseguros, el problema probablemente escale más, añadió.

"La cuestión de la deuda médica es interesante," dijo Pryor, “tan solo porque indica tantas líneas de falla en nuestro sistema”."

Con la cooperación de juices de quiebra en cinco distritos federales, los autores del estudio distribuyeron cuestionarios a los deudores en sus reuniones obligatorias con fiduciarios designados por la corte. Se recogió un total de 1.250 cuestionarios -- 250 por distrito -- ofreciendo datos demográficos, vivienda y razones específicas para la declaratoria de quiebra.

Información adicional de 521 propietarios de casas que declararon la quiebra subieron el total de la muestra a 1.771. Se realizaron entrevistas telefónicas de seguimiento con 931 familias.

Más de un cuarto de las personas consultadas citaron una enfermedad o herida como la razón de la bancarrota. Cuando los investigadores examinaron con cuanta frecuencia las enfermedades y facturas médicas contribuyeron a la quiebra, los porcentajes aumentaron.

Cerca de la mitad se ajustó a la definición de los investigadores de una "bancarrota médica mayor," lo que indica que mencionaron o una enfermedad o herida como la razón específica de la bancarrota, tuvieron facturas médicas por más 1.000 dólares no cubiertos en los últimos dos años, perdieron al menos dos semanas de ingresos laborales por enfermedad o herida, o hipotecaron la casa para pagar cuentas médicas.

Más de la mitad se ajustó al criterio de "bancarrota médica indistinta." Este grupo incluye a gente que sufrió una bancarrota médica mayor o cualquier persona que da cuenta de una adicción, incontrolada adicción a los juegos de azar, el nacimiento de un niño o la muerte de un integrante de familia como la causa de la bancarrota.

Los deudores médicos tenían muchas más probabilidades que otros declarantes de bancarrota de haber experimentado una brecha en su cobertura de seguro médico, reveló el estudio.

En entrevistas de seguimiento, los investigadores descubrieron que la gente cuya bancarrota tuvo una causa médica tenía más probabilidades que otros deudores de prescindir de necesidades tan básicas como el servicio de teléfono, agua o electricidad o comida. Tres quintos prescindieron de una visita necesaria al médico o dentista, en tanto la mitad no pudo obtener una receta médica.

Entre los autores de políticas y los líderes de opinión, hay pocas dudas de que el sistema nacional de seguro médico basado en el empleador tiene fallas y hay un amplio acuerdo de que se debe hacer algo para ayudar a más de 43 millones de estadounidenses que carecen de seguro médico.

Pero es allí donde termina el consenso y comienzan las divisiones filosóficas. Para atenuar el problema de la bancarrota médica, los autores de la nueva investigación arguyen que el sistema de seguro nacional está divorciado del modelo de seguro vigente, basado en el empleo.

Otros son partidarios de reparaciones específicas y graduales. La administración Bush, por ejemplo, propone darle un mayor uso a las cuentas de ahorro de salud y permitir que las empresas se agrupen para ofrecer cobertura de seguro médico a través de "planes de asociación de salud."

"Eso es parte de la solución," admitió Grace-Marie Turner, fundadora y presidenta del Galen Institute, una organización de investigación que promueve las ideas de libre mercado en la atención en salud. Ella apoya el plan de Bush de permitir que la gente compre seguro más allá de las fronteras del estado.

"Es simplemente tan importante que la gente tenga más opciones para comprar esta clase de seguro que ellos saben que los protege," dijo.

El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich también tiene un plan para reformar los servicios de atención en salud. EnSaving Lives & Saving Money: Transforming Health and Healthcare, (Salvar vidas y ahorrar dinero: la transformación de la salud y atención en salud) él y los otros dos autores, Anne Woodbury and Dana Pavey, proponen, en parte, un fondo de reaseguro nacional para distribuir el riesgo de asegurar a la gente que incurra en costos médicos extremadamente altos.

"Es algo distinto para probar, que está más ajustado a la escala de valores estadounidense," dijo Woodbury, directora de salud del Center for Health Transformation de Gingrich en Washington.

Sin embargo, los proponentes del sistema nacional de salud están en desacuerdo. Las cuentas de ahorro en salud, que están vinculadas a los planes de salud altamente de deducción alta, tienen el potencial de despojar de dinero a personas prósperas y más saludables, dejando a las personas más enfermas en planes de salud tradicionales y exponiéndolas a tarifas médicas más altas, dijo Pryor.

Entretanto, Himmelstein sugiere que el bajo índice de bancarrota médica en Canadá es el resultado de un sistema médico y social mejor. Toda otra nación desarrollada ha resuelto el problema, aseguró. "¿Por qué debieran los estadounidenses tener un servicio de salud de segunda?"

Más información

Lea este artículo del Pittsburgh Post-Gazettesobre facturas médicas y bancarrota.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com