La venta de armas de fuego aumentó en EE. UU. tras la masacre de Sandy Hook, según un estudio

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JUEVES, 7 de diciembre de 2017 (HealthDay News) -- Las ventas de armas de fuego aumentaron tras el tiroteo en la escuela Sandy Hook en 2012, cuando parecía que Estados Unidos podría adoptar unas leyes más estrictas de control de armas de fuego.

Pero esa inundación de nuevas armas de fuego puso a las personas en peligro en lugar de mejorar su seguridad, informa un nuevo estudio.

Las muertes accidentales relacionadas con las armas de fuego aumentaron en un 27 por ciento en los meses tras Sandy Hook, lo que incluyó un aumento del 64 por ciento en las muertes de niños relacionadas con las armas de fuego, apuntó la investigadora principal, Robin McKnight.

Es probable que eso sea apenas la punta del iceberg en términos del efecto general para la seguridad pública, añadió McKnight, profesora asociada de economía en el Colegio Wellesley, en Massachusetts.

"Lo que sabemos en general es que hay más o menos 12 veces más accidentes no letales con armas de fuego que accidentes letales con dichas armas", dijo McKnight. "Las consecuencias de salud pública del aumento en las ventas de armas de fuego probablemente sean mayores que las que encontramos en nuestro trabajo".

El 14 de diciembre de 2012, un hombre de 20 años perturbado entró a la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, y mató con disparos a 20 niños y a 6 adultos. Tras la tragedia, el Presidente Barack Obama habló apasionadamente sobre la necesidad de prevenir tragedias futuras mediante el control de las armas de fuego.

El llamamiento al control de las armas de fuego resultó contraproducente. McKnight estima que se vendieron tres millones de armas de fuego adicionales en los cuatro meses tras Sandy Hook, respecto a las ventas que se hubieran producido normalmente en ese periodo.

Las ventas de armas de fuego presentaron aumentos marcados de inmediato después de que Obama sugiriera unas medidas particulares de control de esas armas el 16 de enero de 2013, y cuando discutió la legislación propuesta en su discurso del Estado de la Unión el 12 de febrero de 2013, dijo McKnight.

"No creo que en realidad fuera tanto una respuesta a Sandy Hook y la tragedia como a la discusión política posterior", planteó McKnight.

Hay evidencias de que las personas también buscaron armas de fuego que ya tenían en armarios y cajas fuertes para armas, señaló McKnight. Las búsquedas de Google que incluían el término "limpiar arma" aumentaron tras Sandy Hook.

"Vimos que no solo se interesaron en comprar armas de fuego, sino también en limpiarlas", dijo McKnight. "No podemos descartar la posibilidad de que parte de lo que sucede es que las personas estén determinando qué tienen ya, manejando armas que ya poseen, sacando cosas que ya tienen almacenadas. Eso también es parte del riesgo".

Este aumento en la exposición a las armas de fuego (que la gente lleve armas nuevas a casa o limpie las armas que ya tenía) pareció haber aumentado el riesgo de las personas de recibir un disparo y morir, encontraron los investigadores.

Las muertes accidentales por arma de fuego en los niños se multiplicaron por cuatro en los estados con las mayores ventas de armas de fuego tras Sandy Hook, en comparación con los estados que tuvieron aumentos modestos en las ventas, mostraron los hallazgos.

Esencialmente, Estados Unidos se enfrenta a un enigma respecto a la violencia con armas de fuego. Las discusiones serias sobre las leyes de control de las armas de fuego llevan a un mayor interés del público por esas armas, lo que aparentemente resulta en que más personas reciban disparos y pierdan sus vidas.

"Es un callejón sin salida", lamentó McKnight. "Es posible que hubiera suficientes beneficios a largo plazo asociados con ese tipo de políticas como para que resultara beneficioso de cualquier forma, pero sin duda significa que discutir dichas políticas conlleva costos a corto plazo".

La forma más segura de implementar un control de armas de fuego más estricto en EE. UU. sería actuar con rapidez en el momento oportuno, dijo McKnight.

"Habría que promulgar las políticas con rapidez", aseguró. "No sería conveniente tener debates largos al respecto. Mientras más tiempo se debaten, mayor es el costo".

Otro investigador que estudió las ventas de armas de fuego tras Sandy Hook no está seguro de que todas las compras de esas armas fueran motivadas por una preocupación sobre el control de las armas de fuego.

"Creo que aquí suceden varias cosas", dijo David Studdert, profesor de medicina y derecho en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. "Un motivo plausible es que la gente compra porque tiene miedo. Lo que sucedió los desconcierta".

El temor por un aumento a corto plazo en las muertes y lesiones no debe impedir que los legisladores y los expertos en políticas consideren el control de las armas de fuego, añadió Studdert.

"Si los legisladores en realidad completaran algunas medidas significativas de control de armas de fuego, como las revisiones universales de los antecedentes, entonces podría ser incluso más difícil que algunos de esos eventos ocurrieran en el futuro", aseguró Studdert.

HealthDay pidió un comentario sobre el nuevo estudio a la Asociación Nacional del Rifle (National Rifle Association), pero no recibió respuesta.

Los hallazgos aparecen en la edición del 8 de diciembre de la revista Science.

Más información

Para más información sobre la violencia con las armas de fuego, visite el Instituto Nacional de Justicia de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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