MIÉRCOLES, 14 de marzo de 2018 (HealthDay News) -- Si está planeando cambiar de trabajo o se pregunta si un trabajo exigente podría tener efectos positivos, la investigación podría proveer algunas respuestas intrigantes.
En un estudio de 2014, unos científicos de Escocia usaron los niveles de complejidad de los trabajos basándose en el Diccionario de Títulos Ocupacionales para analizar a más de 1,000 participantes con una edad promedio de 70 años. Encontraron que dos tipos de trabajos complejos llevaban a una memoria y una capacidad de pensamiento de mayor duración, hasta años después de haberse jubilado.
Uno es trabajar con datos a un nivel alto. El otro es trabajar a un nivel alto con otras personas, en tareas cono la enseñanza, la negociación o la consejería. Según el autor principal del estudio, la teoría es que los ambientes laborales más estimulantes podrían ayudar a las personas a retener estas habilidades mentales.
Aunque el efecto de la ocupación explica una varianza de solo entre el 1 y el 2 por ciento entre las personas con trabajos de complejidad alta y baja, ese diferencial es parecido al de algunos factores del estilo de vida que influyen en unas mejores habilidades de pensamiento en un momento posterior de la vida, como no fumar.
Los trabajos más complejos con datos incluyen:
Los trabajos menos complejos con datos incluyen:
Los trabajos más complejos implican la relación con otras personas incluyen:
Los trabajos menos complejos que implican la relación con otras personas incluyen:
¿Los trabajos complejos protegen el cerebro, o las personas que realizan trabajos más exigentes tienen unas habilidades de pensamiento mejores de entrada? Hay un poco de ambas cosas, afirmaron los investigadores.
Es algo a tener en cuenta cuando piense en cuál será su próximo cambio laboral.
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El estudio se publicó en la revista Neurology.
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