El cuerpo se adapta y se recupera de las 'harturas' ocasionales, encuentra un estudio

Thanksgiving
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LUNES, 13 de mayo de 2019 (HealthDay News) -- Ya casi llegó la época de los largos fines de semana de verano y las parrilladas en el patio. Y quizá se pregunte si un día o dos de hamburguesas y cervezas le hacen algún daño a largo plazo a su cuerpo.

Un nuevo estudio australiano sugiere que, si en general tiene un estilo de vida saludable, puede relajarse y disfrutar de las comilonas. El estudio encontró que el cuerpo se adapta, y que se recupera rápidamente de un día ocasional de glotonería.

"Si normalmente tiene una dieta saludable y hace bastante actividad física, no se sienta demasiado mal por comer en exceso de vez en cuando", planteó el autor del estudio, Glenn Wadley, profesor asociado en el Instituto de Actividad Física y Nutrición de la Universidad de Deakin, en Burwood.

Pero el estudio no es un permiso para darse atracones cada fin de semana.

"Desde la perspectiva de la salud, lo mejor es confinar el consumo excesivo de comida a corto plazo a unas ocasiones especiales e infrecuentes, por ejemplo durante los festivales y las temporadas de fiestas. No estamos defendiendo que los atracones de comida sean adecuados", enfatizó Wadley.

Las tasas de obesidad han estado aumentando en Estados Unidos y otras partes del mundo durante décadas. Wadley y el autor principal del estudio, Dale Morrison, se preguntaban qué impacto podría tener el exceso de comida a corto plazo en el metabolismo del cuerpo. De forma más específica, deseaban saber cómo el cuerpo manejaba el aumento a corto plazo en los niveles de azúcar en la sangre (glucosa), y si ese cambio temporal en los patrones de consumo de comida tenía algún efecto duradero.

"Planteamos la hipótesis, basándonos en estudios anteriores, de que el hígado sería el primer afectado por el consumo excesivo de comida a corto plazo, y que el músculo esquelético (que absorbe gran parte de la glucosa después de una comida) se vería afectado mucho más tarde por el consumo excesivo de comida crónico", dijo Wadley.

Para evaluar esta teoría, los investigadores reclutaron a ocho hombres jóvenes y sanos, con una edad promedio de 22 años. El equipo del estudio les pidió que comieran en exceso durante cinco días para simular la forma en que las personas con frecuencia comen durante las temporadas de fiestas. Después del ensayo a corto plazo, los hombres jóvenes participaron en un ensayo de 28 días para modelar el consumo excesivo de comida crónico típico.

Las dietas eran ricas en carbohidratos (alrededor de un 55 por ciento), con un 30 por ciento de grasa y un 15 por ciento de proteína. Durante la parte de consumo excesivo de comida del estudio, la dieta incluyó chocolate, bebidas de reemplazo de comida y papitas fritas para añadir unas 1,000 calorías diarias a la dieta.

El consumo excesivo de comida a corto plazo aumentó ligeramente la grasa visceral, que es la grasa que rodea a los órganos del cuerpo y que se considera más malsana. Pero no hubo un aumento significativo en el peso ni en la grasa corporal generales, apuntaron los investigadores.

Los niveles de azúcar en ayunas y la producción de insulina no cambiaron en respuesta al consumo excesivo de comida a corto plazo, encontró el estudio.

"El cuerpo maneja los periodos cortos de consumo excesivo de comida con carbohidratos adicionales, y hace ajustes al cambiar el metabolismo para utilizar esos carbohidratos excesivos", explicó Wadley.

Pero el consumo excesivo de comida crónico sí aumento la grasa corporal total y la grasa corporal visceral. También produjo unos niveles más altos de azúcar en la sangre y de respuesta de insulina después de comer. Pero no alteró los niveles de glucosa en ayuna.

¿Aplicarían los hallazgos del estudio a las personas con más edad o que quizá estén en una peor forma física?

Wadley no está seguro, porque el estudio solo observó a personas jóvenes.

"Nuestros participantes eran jóvenes y estaban en un rango saludable de peso. Es posible que sus cuerpos fueran más capaces de manejar el exceso de comida", dijo. Wadley añadió que le gustaría seguir a un grupo de más edad o con sobrepeso para ver si son más susceptibles a los efectos del consumo excesivo de comida.

Samantha Heller, dietista registrada de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York, afirmó que no le sorprendió ver que las personas más jóvenes con un peso saludable se recuperaran con rapidez. Apuntó que las personas a partir los 40 años quizá tengan más problemas tras las indulgencias en las temporadas de fiestas.

Pero, anotó, incluso estos hombres jóvenes añadieron algo de grasa visceral malsana debido a las comidas ricas en calorías a corto plazo.

"La grasa visceral provoca más problemas, y a partir de este estudio no sabemos cuánto tiempo duraban esos aumentos una vez volvieron a comer de forma normal", indicó Heller, que no participó en el estudio.

Aun así, si come en exceso una o dos veces al año, señaló Heller, es probable que no le pase nada. "Pero si se trata de unas cuantas veces por semana, es un problema, y en algún momento tendrá que pagar el precio. Nuestros cuerpos no están diseñados para unas cantidades grandes de alimentos consistentemente malsanos", advirtió.

El estudio se publicó en una edición reciente en línea de la revista American Journal of Physiology--Endocrinology and Metabolism.

Más información

Para más información sobre una vida sana, visite el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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