Un estudio halla que aún se realizan cirugías en pacientes y lugares incorrectos

Según los expertos, no seguir el protocolo y la 'cultura' de la sala de operaciones contribuyen al problema

LUNES, 18 de octubre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio reciente halla que los pacientes que se someten a cirugía aún corren el riesgo de ser víctimas de errores médicos desconcertantes, desde la operación en lugares incorrectos hasta someterse a una cirugía que era para otro paciente.

Para tratar de controlar el índice de errores quirúrgicos, en 2004, la Joint Commission presentó un protocolo universal para todos los hospitales, centros de atención ambulatoria y centros quirúrgicos en consultorios médicos. Sin embargo, los investigadores informaron que, aunque estos pasos se han adoptado en gran medida, los errores continúan ocurriendo.

"Lo impactante de estos datos es que cada uno de esos errores de lugar incorrecto o de paciente incorrecto en realidad son eventos que nunca deberían ocurrir", señaló el Dr. Philip F. Stahel, autor del estudio, profesor asistente visitante de la Facultad de medicina de la Universidad de Colorado en Denver.

"Sucede con mucha más frecuencia de lo que creemos. Esto no es más que la punta del iceberg", dijo. "La introducción de los protocolos universales no ha reducido la frecuencia de esos eventos".

El protocolo universal exige tres pasos críticos, una verificación antes del procedimiento, marcar el lugar correcto de la cirugía y una "pausa" para el personal quirúrgico antes de la cirugía.

El informe aparece en la edición de octubre de Archives of Surgery.

Para el estudio, el equipo de Stahel recolectó datos sobre errores quirúrgicos de una empresa que ofrece seguros de responsabilidad a 6,000 médicos de Colorado.

En la base de datos, los médicos informaron sobre 27,370 errores adversos que tuvieron lugar entre enero de 2002 y junio de 2008. Entre ellos, los investigadores identificaron 25 operaciones en el paciente incorrecto y 107 en el lugar incorrecto.

De esos, los investigadores hallaron que cinco recibieron cirugía innecesaria y 38 que la recibieron en el lugar incorrecto resultaron significativamente afectados. Además, murió un paciente que fue sometido al procedimiento en el lugar incorrecto.

Al examinar las razones de estos errores, el grupo de Stahel halló que los errores de diagnóstico representaron 56 por ciento de las operaciones en el paciente incorrecto y 100 por ciento, incluso uno en el que llevaron al niño incorrecto a la sala de operaciones, se debieron a una mala comunicación.

Entre las operaciones en el lugar incorrecto del cuerpo, 85 por ciento se debieron a errores de juicio y 72 por ciento se debieron a no realizar la "pausa" que exige el protocolo universal. La pausa es un hecho común antes de una operación, cuando todos los de la sala de operaciones revisan que tienen el paciente correcto y qué parte del organismo deben operar.

Pero un sistema de seguridad por sí mismo no puede resolver el problema, anotó Stahel.

"Alguna vez fuimos completamente responsables de nuestras acciones; ahora nos escondemos detrás de un sistema de seguridad que debería resolver el problema. La pausa se realiza, pero la gente no está mentalmente involucrada. El sistema por sí mismo no puede proteger contra el lugar incorrecto de la cirugía", dijo.

La culpa de estos errores yace en toda la profesión médica, anotaron los investigadores. Según los estudios, los grupos que con más frecuencia participaron en operaciones con el paciente incorrecto eran especialistas en medicina interna, responsables de 24 por ciento de esos errores, y médicos de familia o generales, patólogos, urólogos, ginecoobstetras y pediatras, cada uno responsable del 8 por ciento.

El estudio también halló que los especialistas en cirugía ortopédica fueron responsables de 2.4 por ciento de las operaciones en el lugar incorrecto de la cirugía, los cirujanos generales de 16.8 por ciento y los anestesiólogos de 12.1 por ciento.

Stahel sentenció que los médicos deberían asumir más responsabilidad por sus errores. "Estamos pasando de una cultura de culpabilidad a una cultura de seguridad del sistema y deberíamos pasar a una cultura de seguridad del paciente y de asumir responsabilidades", dijo.

El Dr. Martin A. Makary, profesor asociado de cirugía de la Universidad Johns Hopkins y autor de un editorial acompañante en la revista, señaló que "una sencilla lista de verificación no resuelve el problema, no es tan simple".

"La cultura debe cambiar para promover que la gente se haga oír si considera que hay una preocupación en cuanto a la seguridad y promover el buen trabajo en equipo", dijo.

Makary anotó que, en muchos casos, la gente de la sala de operaciones no se conoce y ni siquiera sabe los nombres de los demás. Además, la cultura médica pone a los médicos por encima de las enfermeras y del resto del personal.

"Una enfermera o una persona de bajo nivel en la jerarquía quirúrgica podría considerar que algo no está bien, pero no dice nada porque se siente intimidada por la jerarquía de la sala de operaciones", dijo.

Makary aseguró que esa cultura tiene que cambiar.

"Penetrar esta cultura y preservar lo que tiene de bueno la jerarquía, es decir que una persona necesita tomar decisiones rápidas pero eliminar la intimidación, realmente mejora la seguridad", dijo.

Entretanto, un estudio en la edición de octubre de Archives of Otolaryngology--Head & Neck Surgery, mostró que los cuestionarios que llenan los pacientes antes de la cirugía deberían ayudar a identificar a los pacientes en riesgo de complicaciones.

En este estudio, según hallaron los investigadores, la gente propensa a apnea obstructiva del sueño que se halló por medio del cuestionario parecía estar en mayor riesgo de complicaciones cardiacas, pulmonares y otras luego de una cirugía opcional.

El Dr. Tajender S. Vasu y sus colegas del Hospital Universitario Thomas Jefferson de Filadelfia concluyeron que "la mayoría de los pacientes que tienen síndrome de apnea obstructiva del sueño tienen afecciones que no se han diagnosticado y casi con seguridad están en riesgo en el ambiente perioperativo. El cuestionario STOP-BANG es una herramienta de evaluación útil y conveniente que parece identificar con cierto grado de confianza a los pacientes que están en mayor riesgo de complicaciones posquirúrgicas".

Más información

Para más información sobre la seguridad de los pacientes, visite la Joint Commission.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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