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Las reacciones graves a las vacunas rara vez se vuelven a producir, según una revisión

Los hallazgos se suman a las evidencias de la seguridad de las vacunas infantiles, según los pediatras

LUNES, 28 de agosto de 2017 (HealthDay News) -- Cuando un niño tiene una reacción grave a una vacuna, las probabilidades de que vuelva a producirse son bajas, según sugiere un análisis reciente.

La revisión de 29 estudios encontró que las reacciones graves a las vacunas rara vez, o nunca, se volvieron a producir cuando un niño recibió la misma vacuna de nuevo, o una con unos ingredientes parecidos. Esas reacciones incluyeron convulsiones y una respuesta alérgica potencialmente peligrosa llamada anafilaxia.

Las fiebres (un efecto secundario más habitual) volvieron a presentarse con más frecuencia. Pero normalmente eran más leves y más cortas la segunda vez, reportaron los investigadores.

Los expertos calificaron los hallazgos de "tranquilizadores", y otra evidencia más de que las vacunas infantiles son seguras.

Cualquier vacuna puede provocar efectos secundarios, pero generalmente son menores, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Dolor en el brazo o una fiebre leve son algunos de los más habituales, según la agencia.

Pero en raras ocasiones, los bebés y los niños pequeños pueden sufrir unos efectos secundarios más preocupantes, como una reacción alérgica grave o una fiebre lo suficientemente alta como para desencadenar una convulsión.

Cuando se producen estos problemas, los padres quieren saber si es probable que se produzcan de nuevo, dijo el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre las Vacunas del Hospital Pediátrico de Filadelfia.

"Esta es una de las preguntas más habituales que me hacen", dijo.

Offit, que no participó en el nuevo estudio, se alegró de lo información. Aunque hay estimados sobre la frecuencia con la que las reacciones a la vacuna se producen la primera vez, es más difícil conseguir cifras sobre la frecuencia con la que vuelven a producirse.

Por ejemplo, los CDC estiman que las convulsiones afectan a 1 de cada 14,000 niños que reciben la vacuna DPTa contra la difteria, el tétanos, y la pertusis acelular (tos ferina).

La nueva revisión incluyó tres estudios de niños que habían sufrido una convulsión después de recibir la vacuna DPTa o varias otras vacunas rutinarias. Ninguno sufrió una recurrencia cuando volvió a vacunarse.

"Creo que estos hallazgos son muy tranquilizadores", dijo Offit.

Para realizar el estudio los investigadores de la Red de Investigación sobre las Inmunizaciones Canadiense, dirigidos por el Dr. Gaston De Serres, buscaron en la literatura médica información sobre los efectos secundarios recurrentes de las vacunas. Encontraron 29 estudios realizados entre 1982 y 2016, la mayoría de los cuales se centraron en niños.

Varios estudios hicieron un seguimiento a los niños y los adultos que habían tenido síntomas de alergia después de una vacunación, que variaron desde sarpullidos y síntomas oculares hasta la anafilaxia. Esta última es una reacción potencialmente letal que provoca problemas de respiración y una caída súbita de la presión arterial.

En general, el 5 por ciento sufrieron otra reacción alérgica después de que les volvieran a vacunar, mostraron los hallazgos. Ningún paciente volvió a sufrir anafilaxia.

Es difícil saber por qué. Pero una posibilidad es que la reacción alérgica inicial no se debiera a la vacuna en absoluto, explicó el Dr. Sean O'Leary, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Pediátrico de Colorado.

O'Leary, autor de un editorial publicado con el estudio, se mostró de acuerdo en que los hallazgos son tranquilizadores.

En el caso improbable de que un niño tenga una reacción más grave a una vacuna, dijo, parece que hay pocas probabilidades de que se produzca de nuevo.

Unos pocos estudios se centraron en los episodios hipotónico-hiporreactivos (EHH). Esta afección, que normalmente afecta a los niños pequeños, provoca que el cuerpo del niño se vuelva flojo y que la piel se vuelva pálida o azul.

La revisión encontró que casi de 400 niños que desarrollaron un EHH después de ser vacunados, solo 3 (o el 0.8 por ciento) tuvieron un episodio repetido la próxima vez que fueron vacunados.

El EHH se ha relacionado con unas pocas vacunas, pero se asocia más fuertemente con las vacunas que contienen la tos ferina, según O'Leary.

Se cree que la vacuna de la tos ferina que se usa ahora conlleva un riesgo de EHH más bajo.

Las fiebres vuelven a producirse con más frecuencia, según la revisión. Un estudio, por ejemplo, se centró en los bebés y en los niños pequeños que habían desarrollado una fiebre después de vacunarse contra la gripe. Un poco más de la mitad presentó la misma reacción la siguiente vez.

Pero los padres normalmente pueden controlar las fiebres y otras reacciones leves, según O'Leary.

Los problemas como las convulsiones y los EHH son otra historia. Ninguno de ellos tiene consecuencias a largo plazo, pero los padres se asustan cuando los ven, comentó O'Leary.

Offit se mostró de acuerdo en que esas reacciones son escalofriantes, y las más leves, como la fiebre, no son agradables.

"La vacuna nunca está exenta de riesgos", dijo Offit.

Pero, añadió, esos pequeños riesgos tienen que sopesarse con respecto al beneficio de proteger a los niños de enfermedades como el sarampión, la tos ferina, las paperas y la gripe.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 28 de agosto de la revista Pediatrics.

Más información

Los CDC ofrecen más información sobre los efectos secundarios de las vacunas.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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