MIÉRCOLES, 18 de septiembre (HealthDay News) -- El acceso de los estadounidenses con ingresos bajos a la atención de salud, y la calidad de atención que reciben, varían ampliamente según dónde viven, de acuerdo con un informe reciente.
En comparación con las personas más ricas, los estadounidenses con ingresos bajos pierden más dientes, tienen más ataques de asma y se saltan más vacunas y pruebas de detección del cáncer. También es menos probable que cuenten con seguro de salud, halla el informe, que fue publicado el miércoles por el Commonwealth Fund, un grupo de expertos en políticas de salud.
El informe provee una comparación según los estados de la atención de salud para el 39 por ciento de las personas que tienen ingresos por debajo del 200 por ciento del nivel federal de pobreza, lo que equivale a 47,000 dólares para una familia de cuatro miembros y 23,000 dólares para un individuo.
"Hallamos evidencia repetida de que con frecuencia somos dos países distintos, divididos según los ingresos y la geografía, cuando se trata de la oportunidad de vivir una vida larga y sana", lamentó en un comunicado de prensa del Commonwealth Fund la autora líder del informe, Cathy Schoen, vicepresidenta principal de la organización. "Esto no son solo cifras".
Las personas con ingresos bajos conforman al menos una cuarta parte de las poblaciones estatales totales, y casi la mitad en algunos estados, como Arkansas, Luisiana, Mississippi y Nuevo México, según el informe.
Los autores del informe también compararon la calidad de la atención de salud recibida por las personas con ingresos bajos y con ingresos más altos (superiores al 400 por ciento del nivel federal de pobreza, o 94,000 dólares para una familia de cuatro personas), y hallaron disparidades importantes según los ingresos en cada estado.
A las personas con ingresos más altos en los estados con unas puntuaciones bajas en la atención de salud con frecuencia les va peor que a las personas con ingresos bajos en los estados con unas puntuaciones altas en la atención de salud, señala el informe. Por ejemplo, las beneficiarios mayores de Medicare con ingresos bajos en Connecticut y Wisconsin tienen menos probabilidades de recibir medicamentos de alto riesgo que las personas mayores con ingresos altos en Mississippi, Luisiana y Alabama.
El informe califica a los estados en 30 indicadores, que incluyen el acceso a una atención de salud asequible, a la atención preventiva y a la calidad, a un uso potencialmente evitable del hospital y a los resultados de salud.
Hawái y otros estados en la parte superior del oeste medio y el noreste tuvieron las mejores calificaciones, mientras que los estados sureños y sureños centrales con frecuencia se quedaban por detrás. En las personas con ingresos bajos, hubo diferencias de entre dos y cinco veces en las puntuaciones de la atención de salud y de los resultados de salud, dependiendo del lugar en que vivían.
Entre otros hallazgos se encontró lo siguiente:
Las marcadas diferencias en el acceso a la atención de la salud, la calidad y los resultados identificadas en el informe resultan en una pérdida sustancial de vidas y en el desaprovechamiento de oportunidades para mejorar la salud y la calidad de la atención, según el Commonwealth Fund.
Según el informe, si todos los estados pudieran proveer los mismos niveles de asequibilidad y calidad de la atención de salud que los estados que encabezan la lista:
"Estamos hablando sobre las vidas, la salud y el bienestar de las personas", aseguró Schoen. "Nuestra esperanza es que los legisladores y líderes de atención de salud estatales usen estos datos para dirigir los recursos para mejorar el acceso, la atención y la salud de los residentes con ingresos por debajo del promedio".
Más información
La Agencia de Investigación y Calidad de la Atención de la Salud de EE. UU. ofrece consejos para elegir una atención de salud de calidad.
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