Las heridas psicológicas del 11 de septiembre cicatrizan poco a poco

Expertos afirman que después de siete años, está teniendo lugar una 'recuperación natural'

JUEVES, 11 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los neoyorquinos podrían estar comenzando a sanar psicológicamente (tanto como es posible sanar) de los ataques de las torres gemelas del 11 de septiembre de 2001, afirman los expertos.

"Hay algo llamado recuperación natural. Para algunas personas ocurre rápido, mientras que para otras toma mucho tiempo. Lo que ha sucedido durante los siete años pasados es que estamos viendo cada vez más gente que alcanza una recuperación natural", afirmó Katherine L. Muller, psicóloga clínica, directora de capacitación en psicología y directora del Programa de terapia cognitivo conductual del Centro médico Montefiore de la ciudad de Nueva York.

Muller también ha participado en el Proyecto Libertad, creado en 2001 para proveer consejería de crisis a las personas afectadas por el ataque a las torres gemelas. Recientemente, el proyecto ha disminuido sus operaciones.

"Monitorizamos cuánta gente viene y solicita tratamiento, y esas cifras ciertamente se han reducido en una curva muy predecible", afirmó Muller. "En 2008, hemos tenido muy pocas indagaciones directamente relacionadas con el 11 de septiembre".

Aún así, es imposible discernir qué sucede ahora mismo, pues la mayoría de los estudios solo han observado resultados entre cuatro y cinco años después del evento.

"Anticipamos presentar hallazgos preliminares sobre las ramificaciones de salud mental a los seis a siete años después del ataque en unos pocos meses, pero recolectar esta información lleva tiempo", apuntó Lorna Thorpe, subcomisionada del Departamento de salud e higiene mental de la ciudad de Nueva York. "Lo que podemos decir con certeza es que muchas personas que fueron directamente afectadas el 11 de septiembre (es decir los supervivientes, socorristas y residentes del bajo Manhattan) presentaron síntomas traumáticos. La mayoría de las personas indirectamente afectadas han resuelto los síntomas bastante rápido y se han recuperado".

Pero los trabajadores de rescate y otros afectados directamente podrían tener el triple del índice de TEPT que los niveles generales, añadió.

"Si los síntomas continúan más de seis meses, entonces tiende a ser crónico si no se trata bien", apuntó Thorpe. "De manera que anticipamos hoy que muchas personas aún sufren de TEPT, en parte porque tal vez no buscan atención. Una característica del TEPT es el problema de la evitación. Con frecuencia, la gente tarda un año para decidirse y realmente buscar atención".

Y cada año, a medida que se aproxima el aniversario del desastre, los trabajadores de atención de salud con frecuencia experimentan un pico en los trastornos de ansiedad y otros problemas de salud mental entre los supervivientes.

Entre el doce y el quince por ciento de las personas reportan problemas persistentes de salud mental, señaló el Dr. Philip J. Landrigan, que supervisa el Programa de monitorización y tratamiento médicos de las torres gemelas en la Escuela de medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, que son "sorprendentemente parecidos a estar en combate".

"Gente que normalmente no bebía bebía alcohol, gente que usualmente no usaba drogas las usaba", aseguró Landrigan. "Gran parte de ello era un fenómeno a corto plazo que se ha desvanecido después de siete años, pero aún hay problemas persistentes de salud mental en una proporción sustancial".

Un informe reciente del Registro de salud del World Trade Center (WTC), publicado en la revista Journal of Public Health, encuentra que en los dos a tres años siguientes a la catástrofe, el 16 por ciento de los adultos inscritos en el registro informaban que probablemente tenían trastorno por estrés postraumático, mientras que el ocho por ciento tenía angustia psicológica grave.

"Lo más común fueron los trastornos de ansiedad, el TEPT y la depresión", dijo Muller.

Según el informe reciente del Registro WTC, el índice de TEPT fue más alto entre las personas que resultaron lesionadas durante los ataques (35 por ciento), las personas de bajos ingresos (31 por ciento) y los hispanos (30 por ciento). En general, las minorías, los individuos con bajos ingresos y las mujeres experimentaron mayores índices de problemas tanto mentales como físicos.

"Hay un par de factores que parecen predisponer a la gente a tener síntomas persistentes", señaló Landrigan. "Uno es haber sido testigo directo del trauma, como cuando la gente saltaba de los edificios, que parece haber sido lo peor de todo. El segundo es tener problemas preexistentes de salud mental, la gente que ya estaba ansiosa".

Los niños que habían experimentado traumas anteriores también tenían un mayor riesgo, al igual que las personas que no tenían capacitación específica, los llamados "voluntarios inocentes". "Eso sería la gente como los trabajadores de construcción, miles de trabajadores de construcción que se abalanzaron sobre las excavadoras y se apresuraron al lugar en la tarde del 11 de septiembre para ayudar con el rescate y la recuperación", apuntó Landrigan. "Representó una diferencia inmensa, pero no estaban acostumbrados a lidiar con la muerte y la destrucción, y la mayoría resultó devastada".

Los niños preescolares expuestos a "eventos de alta intensidad relacionados al ataque del WTC "tienen un mayor riesgo de problemas de sueño y síntomas conductuales de ansiedad y depresión, según un estudio que apareció en la edición de febrero de 2008 de la revista Archives of Pediatric & Adolescent Medicine.

Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 también alteraron, literalmente, los sueños de los estadounidenses. Los sueños posteriores al 11 de septiembre muestran imágenes más intensas.

Y todo esto se da en el contexto de problemas físicos de salud persistentes. Otros estudios han documentado que las personas sin antecedentes de problemas cardiacos que se sintieron extremadamente estresadas tras los ataques terroristas del 11 de septiembre tendían a los problemas cardiacos en los tres años tras los ataques.

El informe reciente del Registro de salud WTC encontró que el tres por ciento de los residentes adultos del bajo Manhattan y los trabajadores habían desarrollado asma entre dos y tres años tras el ataque.

Más información

Para más información sobre los problemas de salud tras los ataques del 11 de septiembre, visite el Registro de salud del World Trade Center.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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