El ABC de una temporada saludable de resfriado y gripe

Los padres deben propiciar buenos hábitos, como una nutrición adecuada y suficiente sueño

DOMINGO 5 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- Con la temporada de gripe y resfriado en su apogeo, los padres que prestan atención a la higiene y la nutrición pueden incrementar las posibilidades de que sus hijos permanezcan sanos o, por lo menos, más sanos que el año pasado.

Algunas de las técnicas pueden ser sorprendentes y, mejor aún, tomar aún menos tiempo del que usted cree.

"Probablemente, lo más importante es decirle a los niños que se laven las manos con frecuencia", recomendó el Dr. Jim King, médico familiar de Selmer, Tennessee y miembro de la junta directiva de la American Academy of Family Physicians.

Las manos cundidas de gérmenes son la fuente más común de bacterias, agregó, y lavarse las manos frecuentemente reducirá la cantidad de resfriados e infecciones.

Estimule a sus hijos a lavarse las manos después de usar el baño, usar juguetes compartidos con otros niños y cuando regresen a casa de la escuela, aconsejó King. Para lograr su apoyo, estableció un sistema con una tabla de estrellas doradas o, para los mayorcitos, recompensas adecuadas.

Además, "enséñele a los niños a no tocarse la cara ni la boca", aseguró el Dr. Ari Brown, pediatra de Austin, Texas y autor de Baby 411.

"Los gérmenes viven en superficies como su pupitre o el pomo de la puerta durante horas", aseguró Brown. Entonces, si los niños tocan superficies contaminadas y luego su cara, boca o nariz, pueden propagar fácilmente los gérmenes, agregó.

"A medida que los niños crecen, tienden a compartir alimentos y bebidas", continuó Brown, y agregó que ese comportamiento también debería desalentarse. La razón es que Compartir alimentos y bebidas puede propagar gérmenes por lo que "se puede terminar con estreptococos de garganta o mononucleosis", advirtió.

Ahora, también está la inevitable confrontación a la hora de irse a la cama. Pero asegúrese de que las horas que haga cumplir sean razonables, concordaron King y Brown.

La mayoría de los niños no duerme lo suficiente, lo que aumenta sus probabilidades de enfermarse. Para los que tienen entre 5 y 9 años, hacen falta 10 u 11 horas de sueño, aseguraron Brown y King. Los de diez a 14 necesitan nueve o diez y los de 14 a 18, ocho o nueve.

Lograr que los niños se acuesten siempre ha parecido una misión imposible. "Pero si les recuerda lo incómodos que se sienten en la mañana cuando suena la alarma [si no han dormido lo suficiente], es posible que sean más razonables", sostuvo Brown.

King insta a los padres a que "levanten los niños todos los días a la misma hora". Esto ayudará a establecer un patrón regular de sueño y vigilia. Recomienda esta práctica incluso los fines de semana, aunque reconoce que no es fácil, particularmente con los adolescentes que piensan que tienen derecho a levantarse tarde si no tienen que ir a la escuela.

Brown también sugiere hablar con su hijo acerca del valor de alimentarse sanamente. Desarrolle una política que limite la compra de máquinas expendedoras en las escuelas o de negocios de comidas rápidas.

Finalmente, estimule a su hijo a que haga suficiente ejercicio. La mejor manera es dar ejemplo, sostuvo Brown.

"Salgan a dar un paseo, a montar bicicleta o a pasear al perro juntos. "Convierta el ejercicio en parte del tiempo para pasar en familia", sugirió.

Más información

Para más información, visite el Center for Health and Health Care in Schools.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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