A medida que los padres rechazan la vacuna, incrementa la tos ferina en los niños

Estudio halla una mayor incidencia en los estados con políticas más permisivas

MARTES 10 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Cada vez más padres se niegan a vacunar a sus hijos contra las enfermedades infantiles más comunes, a medida que algunos estados facilitan la evasión de esta exigencia obligatoria.

El resultado es una mayor incidencia de pertussis, tos ferina, entre sus niños, según plantea un estudio a escala nacional.

Cada estado permite exenciones médicas a las vacunas y 19 lo hacen ahora tomando en cuenta creencias personales. Esto ha conducido a una tasa media de exención de 6 por ciento al año en la cantidad de niños que no están siendo vacunados, que ha pasado del 0.99 por ciento en 1991 a 2.54 por ciento en 2004, señalaron los investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Johns Hopkins.

"La incidencia de pertussis en los estados que permiten exenciones por creencias personales es el doble de alta que la de los estados que sólo ofrece exenciones religiosas", informaron los investigadores.

Los hallazgos aparecen en la edición del 11 de octubre del Journal of the American Medical Association.

La pertussis puede ser una enfermedad seria. Hay más de 10,000 casos en los Estados Unidos cada año y 13 niños fallecieron a causa de ella en 2003.

Elegimos la pertussis para el estudio porque "es una enfermedad común que se puede prevenir que tiene desde hace muchos años una vacuna y que aún no se ha erradicado de los Estados Unidos", dijo el Dr. Saad B. Omer, autor del estudio y director asociado del Instituto para la seguridad de las vacunas de la Hopkins.

El estudio muestra que las políticas de exención más permisivas "tienen una función significativa" sobre la mayor incidencia de la enfermedad, dijo Omer. "Vemos que está aumentando en los estados con las exenciones más permisivas".

Los programas estatales de vacunación obligatorios han eliminado prácticamente las enfermedades infantiles que una vez fueron comunes. En los primeros dos años de vida, un niño puede recibir hasta 24 vacunas contra el sarampión, la paperas, la rubéola, la pertussis, el polio, la difteria, el tétano, la hepatitis A, la hepatitis B, la neumonía y la influenza tipo B, entre otros.

El incremento en la cantidad de solicitudes de exenciones se debe, en gran parte, al éxito del programa de vacunación, señalaron los investigadores.

"El éxito de las vacunas ha cambiado paradójicamente muchas de las preocupaciones de los padres acerca de los riesgos de enfermedades prevenibles por las vacunas por los eventos adversos de éstas", apuntaron.

Este no es el primer informe sobre el aumento de las tasas de enfermedades infantiles debido a la negativa de los padres a vacunar a sus hijos", dijo el Dr. Paul A. Offit, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia. Un informe anterior mostró el mismo efecto con el sarampión, señaló.

La negativa a vacunar a los niños parece ser un fenómeno peculiar de los estadounidenses, destacó Offit, debido "al equilibrio que tenemos en este país entre los derechos individuales y los derechos del público. En lo que a mi respecta, este es el único país con políticas estatales de vacunación obligatoria y el único que las necesita".

Algunos estudios han demostrado que entre el 10 y el 15 por ciento de los padres estadounidenses tienen dudas sobre la seguridad de las vacunas, señaló Offit. "Lo que este informe apunta es que podemos ir demasiado lejos. Si rechaza una vacuna, esto afecta no sólo a su familia y a su hijo sino también a la persona que se sienta en la escuela junto a su hijo", dijo.

El peligro de infección aumenta porque "las personas que se niegan a vacunar a sus hijos ni siquiera están distribuidas por el país o los estados", dijo el Dr. Robert S. Baltimore, profesor de pediatría e inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y miembro del comité sobre enfermedades infecciosas de la American Academy of Pediatrics. "Hay conglomerados", agregó.

"La gente cree que si evita la vacunación, estará protegida por las personas que sí la reciben", dijo Baltimore. "Eso no es cierto. Comparten creencias comunitarias, lo que hace que sea probable que los vecinos hayan evitado la vacunación también".

El nuevo informe podría ayudar a cambiar los puntos de vista de padres y políticos sobre las políticas de exención de vacunas, señaló Baltimore. "La política estatal a menudo tiene la influencia de grupos antivacunación, que están bien organizados", apuntó. "Este informe podría contrarrestar su influencia".

Offit subrayó: "Recibimos muchas llamadas de padres que están preocupados por las vacunas. Luego, hay un grupo inamovible que cree que se trata de una conspiración de médicos y laboratorios farmacéuticos para vender vacunas. No importa qué datos les mostremos, no se convencerán. Tenemos que pedir a la gente que tenga fe, puesto que la han perdido".

Más información

Para más información sobre la vacunación infantil, visite la American Academy of Pediatrics.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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