DOMINGO, 30 de octubre (HealthDay News) -- Los niños con asma están en mayor riesgo de ataques en otoño debido a las esporas aéreas de ambrosía y moho, además de la gripe y otras infecciones de la temporada, advierten los investigadores.
Esos ataques se ven marcados por la inflamación, la hinchazón y el apretamiento de las vías respiratorias, que resultan en sibilancia, tos y dificultades para respirar. Pero afortunadamente, es posible evitar estos ataques, según expertos del Centro Pediátrico Johns Hopkins.
"Año tras año, vemos un aumento predecible en las consultas de los pacientes por exacerbaciones del asma en otoño e invierno, pero muchas de esas consultas se podrían evitar con facilidad mediante una sencilla prevención", aseguró en un comunicado de prensa del Centro Pediátrico Johns Hopkins el Dr. Robert Wood, director de alergia e inmunología del centro.
Casi 6.3 millones de niños tienen asma en EE. UU., lo que lo hace la enfermedad infantil crónica más común. Sin embargo, los expertos del Hopkins señalaron que tres pasos claves podrían ayudar a prevenir los ataques en los niños:
"En verano, muchos pacientes tienen menos síntomas de asma y reducen sus medicamentos de control, pero en la mayoría de los niños los síntomas regresan con el cambio de estación, así que volver al régimen regular de fármacos es esencial", añadió en el comunicado de prensa la Dra. Elizabeth Matsui, alergóloga e inmunóloga pediátrica del Centro Pediátrico Johns Hopkins.
Más información
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece consejos adicionales sobre cómo gestionar el asma.
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