Los problemas de salud mental de la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial inundarán el sistema de salud, según un informe

Investigadores señalan que EE. UU. no está preparado para atender a un número creciente de personas mayores con problemas de salud mental y abuso de sustancias

MARTES, 10 de julio (HealthDay News) -- Los Estados Unidos se enfrentan a un número sin precedentes de personas mayores de la generación de explosión de natalidad (baby boomer) nacida después de la Segunda Guerra Mundial, un número tan grande que podría colapsar el sistema de atención de la salud actual, según advirtió un nuevo informe el martes.

"El informe es lo suficientemente alarmista", afirmó el Dr. Gary Kennedy, director de psiquiatría geriátrica en el Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York. "Creo que [lo que informan los autores] es cierto".

Kennedy no participó en el informe, The Mental Health and Substance Use Workforce for Older Adults: In Whose Hands? (¿La fuerza de trabajo de salud mental y abuso de sustancias para adultos mayores: en manos de quién está? El informe se realizó a solicitud del Congreso y fue publicado por el Instituto de Medicina a la luz del "tsunami de plata" de las necesidades de atención de la salud esperadas para la población de adultos mayores que en 2030 alcanzará los 72.1 millones.

El "tsunami de plata" es consecuencia del mal resultado de la simple fuerza de la oferta y la demanda, explicaron los autores del informe.

Hasta 8 millones de estadounidenses mayores, o el 20 por ciento de la población actual de adultos de edad avanzada, sufren de algún tipo de problema de salud mental, a menudo de depresión, y están en riesgo de alcoholismo o demencia relacionada con síntomas conductuales y psiquiátricos, según el informe de la OIM. (Se excluyó del estudio un diagnóstico básico de la enfermedad de Alzheimer).

Y 2 millones de personas mayores tienen enfermedades mentales graves, una cifra "ampliamente subestimada", señaló el Dr. Peter Rabins, uno de los autores del informe.

También, a medida que envejece la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial, los estudios indican que seguirán usando drogas ilícitas.

"La realidad es que la generación de Woodstock ha alcanzado la mayoría de edad", señaló Kennedy. "Sus antecedentes son las drogas psicodélicas, la marihuana, las drogas recreativas y las drogas no narcóticas. . . "Es un verdadero problema".

Entretanto, frente a estos problemas cada vez mayores, el número de proveedores de salud y otros proveedores de servicios se está reduciendo de forma proporcional. Y eso significa, según el informe, que "una fuerza laboral de salud que no está preparada para hacer frente a cualquiera de los problemas [de salud mental/abuso de sustancias] o a las necesidades especiales de una población mayor que supone una carga significativa para la salud pública".

"El número de personas con formación especializada en envejecimiento, salud mental o abuso de sustancias es muy pequeño", señaló Rabins, que es profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Johns Hopkins en Baltimore.

Tampoco hay candidatos que se animen a estudiar estas especialidades, añadió Kennedy, probablemente debido a que los salarios de las especialidades geriátricas son más bajos.

Cada una de estas poblaciones, los mayores y los que tienen problemas de salud mental y/o de abuso de sustancias, necesitan un cuidado especial. Pero ambas poblaciones combinadas representan un desafío especial.

Las personas mayores metabolizan el alcohol y las drogas de manera diferente a las personas más jóvenes, lo que los pone en riesgo de sobredosis. Según una estimación, casi dos tercios de las visitas a las salas de emergencia por reacciones adversas a medicamentos en 2008 tuvieron que ver con personas mayores.

También, las personas mayores, sobre todo los que tienen depresión, podrían ser menos propensos a seguir los complicados regímenes de medicamentos para enfermedades mentales y físicas.

Y los medicamentos para tratar problemas de salud mental podrían no reaccionar bien con otros medicamentos necesarios para tratar la presión arterial alta, la diabetes y otros problemas físicos que son comunes a medida que la población envejece.

"El mayor desafío parece ser el hecho de que estos problemas ocurren rara vez en solitario. La mayoría de las personas [mayores] que tienen problemas de salud mental o de abuso de sustancias también tienen un problema de salud físico", señaló Rabin. "Esto no es así para los grupos más jóvenes".

El informe ofrece una serie de recomendaciones para las soluciones, que básicamente equivalen a una revisión del sistema de salud.

La clave para manejar la explosión futura de personas mayores con problemas de salud mental y/o de consumo de sustancias radica en organizar una fuerza de trabajo de atención de la salud.

"Tenemos que capacitar al personal existente, que interactúa tanto con personas mayores como con los que tienen enfermedades mentales, para dotar de un conjunto de habilidades al otro grupo", señaló Rabins. "Las personas con formación general en salud mental, tales como trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras, tienen muy poca capacitación en el tratamiento de personas mayores. Aquellos que trabajan en la red de personas mayores tienen muy poca experiencia en el tratamiento de enfermedades mentales".

Se necesitan mejores disposiciones, incluida la financiación, para capacitar a los profesionales en la atención de esta población. Esto incluye a los proveedores de atención primaria, enfermeras y asistentes de hogares de ancianos.

Y los programas de reembolso de Medicare/Medicaid se deben revisar para garantizar la cobertura de los servicios que esta población necesita.

El informe también señaló que el gobierno federal debe coordinar todos los esfuerzos que involucran a estos dos grupos de población vulnerables.

Además, Kennedy sugirió la condonación parcial de los préstamos de la escuela de medicina "para motivar el ingreso de estudiantes al campo geriátrico".

Más información

Visite el Institute of Medicine para más información sobre el informe.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

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