Menos factores de riesgo de enfermedad pero más ataques cardiacos letales

Un perfil más saludable podría retrasar los problemas cardiacos hasta la vejez, apuntan investigadores

MARTES, 15 de noviembre (HealthDay News) -- Las personas con más factores de riesgo de enfermedad cardiaca son más propensas que los individuos más sanos a sufrir un primer ataque cardiaco, según un nuevo estudio de gran tamaño. Eso no es nada sorprendente. Pero los pacientes con pocos o ningún factor de riesgo son más propensos a morir de un ataque cardiaco.

"Nuestros datos muestran que los pacientes con múltiples factores de riesgo se presentan a una edad mucho más joven que los pacientes con menos o ningún factor de riesgo. Sin embargo, los pacientes con menos o ningún factor de riesgo de enfermedad cardiaca coronaria [ECC] en general tuvieron una mayor mortalidad tras el primer ataque cardiaco", señaló el Dr. John Canto, autor líder del estudio y director de prevención, investigación y educación cardiovascular de la Clínica Watson en Lakeland, Florida.

Los investigadores observaron datos de unos 540,000 pacientes de un primer ataque cardiaco sin enfermedad cardiaca previa, del Registro Nacional de Infarto al Miocardio (NRMI) de EE. UU. de 1994 a 2006. Se enfocaron en cinco factores de riesgo importantes: la hipertensión, fumar, el colesterol alto, la diabetes y los antecedentes familiares de enfermedad cardiaca.

De esos pacientes, alrededor del 14.5 por ciento no tenían factores de riesgo de enfermedad cardiaca cuando fueron admitidos al hospital, 81 por ciento tenían entre uno y tres factores de riesgo, y 4.5 por ciento tenían cuatro o cinco factores de riesgo.

Pero de los que murieron mientras estaban en el hospital, casi 15 por ciento no tenían factores de riesgo, poco más del 4 por ciento tenían cuatro factores de riesgo y alrededor de 3.5 por ciento tenía los cinco. Con cada descenso en el número de factores de riesgo, las probabilidades de morir aumentaron.

Los investigadores señalaron que dado que el NRMI es un estudio observacional, no pueden probar causa y efecto entre la tasa de mortalidad y el número de factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.

El estudio, que aparece en la edición del 16 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association, fue presentado el martes en la reunión anual de la American Heart Association en Orlando, Florida.

La relación inversa entre las tasas de muerte y los factores de riesgo (sobre todo la obesidad) se había observado antes, apuntó el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, que está familiarizado con los hallazgos del estudio.

"Aunque tal vez sería de esperar que la presencia de factores de riesgo de la enfermedad cardiaca coronaria aumentara más el riesgo de mortalidad en los pacientes de infarto agudo al miocardio [ataque cardiaco], muchos estudios han mostrado que sucede lo contrario", apuntó Fonarow. "Esto ha sido llamado la 'paradoja de los factores de riesgo' o 'epidemiología inversa'".

El nuevo estudio observó la obesidad y halló "una asociación directa entre la obesidad y un creciente número de factores de riesgo". La obesidad raras veces ocurría por sí misma.

Aunque los motivos de la paradoja podrían no estar claros del todo, la edad podría contribuir, señaló Fonarow. Anotó que los pacientes del estudio "sin factores de riesgo que presentaban un infarto agudo al miocardio tenían más de quince años más que los que tenían factores de riesgo múltiples, y la edad es un importante determinante de la muerte en el hospital".

Entre los que no tenían ningún factor de riesgo, la edad promedio del primer ataque cardiaco fue unos 72 años de edad, mientras que los pacientes con los cinco factores de riesgo tuvieron su primer ataque más o menos a los 57.

"No se trata solo de la edad. Ajustamos por la edad y estratificamos los resultados [según] la edad", apuntó Canto. Canto comentó que en los pacientes sin ningún factor de riesgo, "quizás la enfermedad significativa tarde más en formarse", o su biología podría ser distinta. Los pacientes de mayor riesgo quizás se hayan adaptado gradualmente a la enfermedad, tal vez formando circulación colateral (que usa otros canales) para compensar por las arterias taponadas.

Otra explicación posible es que "las personas con factores de riesgo quizás sean más propensas a recibir tratamientos para modificar el riesgo de muerte, como un mayor uso de aspirina, estatinas y otros fármacos para reducir el colesterol, antihipertensivos. Se sabe que todos estos tratamientos mejoran los resultados en la ECC", señaló Canto. "Quizás se anime a estos pacientes a iniciar programas de ejercicio y comer mejor, y es más probable que sus médicos les vigilen y traten de manera estrecha".

Independientemente de los resultados del estudio, la mejor opción sigue siendo evitar un ataque cardiaco, enfatizó Fonarow.

"Un infarto agudo al miocardio se puede prevenir", dijo. "Un control agresivo de los factores de riesgo de la enfermedad de la arteria coronaria, que incluyen hipertensión [presión arterial alta], hiperlipidemia [colesterol alto] y fumar puede prevenir un infarto agudo al miocardio en la gran mayoría de hombres y mujeres".

Para las personas que están en riesgo, "la implicación clínica de nuestro estudio es que tratar los factores de riesgo de la ECC plantea una diferencia tremenda al reducir la mortalidad de ésta, y al contrario, la ausencia de factores de riesgo de la ECC no necesariamente significa un buen pronóstico tras un ataque cardiaco", comentó Canto. "Esperamos que este estudio motivará a las personas para que se evalúen y traten".

Más información

La American Heart Association describe cómo evaluar y reducir su propio riesgo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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