Las dietas malsanas podrían ser la principal causa de muerte en el mundo

junk food
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MIÉRCOLES, 3 de abril de 2019 (HealthDay News) -- Las malas dietas están acortando las vidas en todo el mundo, y matan a más personas globalmente que fumar o la hipertensión, sugiere una nueva investigación de gran tamaño.

El estudio, de casi 200 países, vinculó a una dieta de mala calidad con casi 11 millones de muertes globalmente en 2017. Eso equivalió a un 22 por ciento de las muertes entre todos los adultos ese año.

Investigaciones anteriores han vinculado el uso del tabaco con 8 millones de muertes en todo el mundo, y la hipertensión con poco más de 10 millones de muertes.

Pero no es sorprendente que la dieta sea tan crítica, afirmó el investigador principal, el Dr. Ashkan Afshin, de la Universidad de Washington, en Seattle.

Una mala nutrición ayuda a provocar muchas afecciones de salud, desde la hipertensión hasta la diabetes tipo 2, anotó.

Y no solo se trata de que las personas coman demasiada comida basura, algo que es común en países ricos como Estados Unidos.

"Con frecuencia hablamos de los alimentos que son 'malos', y de lo que no se debe comer", apuntó Afshin. "Pero también se trata de lo que se debería comer".

El análisis apuntó a algunos hábitos alimenticios con unos vínculos particularmente fuertes con unas tasas más altas de mortalidad: las dietas ricas en sodio, y las que son pobres en granos integrales, frutas y verduras, y frutos secos y semillas.

Básicamente, enfatizó Afshin, todo esto respalda a una idea común en los consejos sobre la dieta: coma menos comida procesada, y más alimentos "enteros" de origen vegetal.

Esa es la moraleja, concurrió el Dr. Andrew Freeman, director de prevención cardiovascular y bienestar en National Jewish Health, en Denver.

"A las personas les faltan muchas cosas en la dieta", advirtió. "Si incluye más alimentos enteros de origen vegetal, eso excluirá a algunas de las cosas malas".

Freeman, que no participó en el estudio, dirigió hace poco una revisión de la investigación que examinó algunas "modas" dietéticas, es decir, ciertos alimentos que supuestamente tienen beneficios para el corazón.

¿Cuál fue la conclusión? Las mejores evidencias no respaldan a los alimentos milagrosos, sino a una dieta general que sea rica en frutas y verduras, legumbres y frutos secos, y granos integrales ricos en fibra.

En el nuevo estudio, el equipo de Afshin usó encuestas publicadas sobre la nutrición para observar las ingestas dietéticas típicas de 195 países, además de investigaciones publicadas sobre la relación entre varios factores de la dieta y los riesgos de enfermedad.

Por ejemplo, para estimar el impacto de las dietas con mucha sal, los investigadores observaron las evidencias de los niveles de sodio en la orina y los cambios en la presión arterial, y entonces estimaron la relación entre esos cambios en la presión arterial y los resultados en la enfermedad.

No resultó sorprendente que hubiera diferencias en la dieta típica entre las distintas regiones del mundo. Por ejemplo, las personas de Estados Unidos y Canadá tendían a comer la mayor cantidad de carnes procesadas y grasas trans de comidas empaquetadas.

Pero el consumo de bebidas azucaradas y sodio fue demasiado alto en casi todas las regiones del mundo, anotaron los investigadores.

Por otro lado, el déficit de alimentos saludables fue casi universal, con unas pocas excepciones: las personas de Asia Central tendían a comer suficientes verduras, mientras que las de América Latina, África y Asia del Sur en general consumían bastantes legumbres.

Pero en general, las dietas desequilibradas eran una amenaza para la salud en todas partes. Oceanía y Asia Oriental tenían la proporción más alta de muertes por enfermedad cardiaca "relacionadas con la dieta", por ejemplo. Estados Unidos y Canadá tuvieron la mayor cantidad de muertes por complicaciones de la diabetes tipo 2 relacionadas con la dieta.

El impacto de la dieta no solo se vio en las tasas de mortalidad, sino también en la calidad de vida, según Afshin.

En 2017, unas malas dietas se asociaron con 255 millones de años de vida ajustados por discapacidad, que es un resumen de los años de vida perdidos en total más el tiempo que se vive con una discapacidad.

Los hallazgos aparecen en la edición del 3 de abril de la revista The Lancet.

Para Freeman, todo apunta al inmenso impacto que las opciones dietéticas tienen en la longevidad y el bienestar de las personas. "No sé cuántas alarmas necesitamos antes de comenzar a hacer cambios", dijo.

Pero no solo los individuos deben prestar atención, añadieron Freeman y Afshin. La sociedad, como un todo, incluyendo a los sistemas de atención de la salud y a los legisladores, debe comenzar a promover a los alimentos enteros en lugar de las comidas procesadas, la carne roja y la mantequilla.

Nunca es demasiado tarde para hacer cambios sabios en la dieta, y Freeman apuntó que con frecuencia los pacientes se motivan a "dejar las pastillas" para gestionar afecciones como la hipertensión.

Pero idealmente, anotó, las personas no deberían esperar hasta haber desarrollado enfermedades.

Más información

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece consejos para una alimentación saludable.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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