El cerebro recurre a los pensamientos positivos cuando se enfrenta a la muerte

Un estudio sugiere que esta respuesta inconsciente apunta a un 'sistema inmunitario psicológico'

VIERNES 28 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Cuando irrumpen pensamientos sobre la muerte, la mente humana no se paraliza con negatividad o temor. En vez de eso, el cerebro instintivamente se mueve hacia ideas e imágenes más felices, sugiere un estudio reciente.

El hallazgo apoya la idea de que las personas son más fuertes, emocionalmente, cuando se enfrentan a su propia muerte o a la de un ser querido de lo que hubieran creído posible.

"Una vez más muestra lo resistentes que son los humanos y cómo esta tendencia a afrontar las amenazas es algún tipo de indicador de la salud mental", afirmó el coautor del estudio Nathan DeWall, profesor asistente de psicología en la Universidad de Kentucky.

DeWall y el coinvestigador Roy Baumeister, de la Universidad estatal de Florida, publicaron sus hallazgos en una edición reciente de Psychological Science.

Los humanos son los únicos animales conocidos con una comprensión clara de que la vida termina. En la superficie, este conocimiento podría resultar psicológicamente paralizante. ¿Para qué competir, aprender y desarrollarse si estos logros terminarán?

Sin embargo, DeWall y otros científicos creen que a medida que los humanos desarrollaron una conciencia de la muerte, también desarrollaron lo que se ha llamado el "sistema inmunitario psicológico".

Durante las crisis, este mecanismo inclina los pensamientos y actitudes hacia lo positivo, incluso ante los eventos más desconsoladores. DeWall señaló que ese cambio mental es normalmente inconsciente.

"Por eso, cuando se pide a la gente que prediga cómo responderán a algo negativo, usualmente afirman que será horrible y que perdurará un largo tiempo", apuntó. Sin embargo, los estudios no apoyan eso. La investigación sobre personas que sufren enfermedades o discapacidad muestran que la gente tiende a recuperarse emocionalmente mucho más rápido de lo que se habría esperado.

En términos evolutivos "no sabemos con certeza cómo y cuándo ocurrió esto", señaló DeWall. "Sospecho que esta capacidad de afrontar eventos potencialmente desastrosos de manera relativamente fácil realmente ayudó a nuestra supervivencia".

En sus experimentos más recientes, DeWall y Baumeister primero prepararon a más de cien adultos jóvenes voluntarios a pensar sobre la muerte como una realidad. Les pidieron que se imaginaran el proceso de su propia muerte, además de cómo podría ser estar muerto.

A otro grupo de adultos jóvenes se les pidió que pensaran sobre un evento desagradable, como una visita al consultorio del dentista, pero no sobre la muerte.

Inmediatamente tras la experiencia de preparación, los investigadores hicieron que todos los participantes se sometieran a pruebas de palabras estándares que evaluaban los estados emocionales inconscientes. En una prueba, a los participantes se les dio la raíz de una palabra, por ejemplo "go", y se les pidió que formaran una palabra (cómo "gobierno", "gorra", "gozo").

Según los investigadores, los individuos preparados para pensar sobre la muerte eran mucho más propensos que los demás participantes a elegir la palabra "gozo", en comparación con palabras más neutrales o negativas.

En otra prueba de palabras, se ofreció a los participantes una palabra y se les pidió que la emparejaran con una de dos palabras. Una de las palabras era similar a la palabra objetivo en su significado, mientras que la otra era más similar emocionalmente. Por ejemplo, "perrito" podía emparejarse con "escarabajo" (otro animal con muchas patas) o con "desfile" (que no es un animal, pero es divertido y agradable, como un perrito).

Una vez más, las personas preparadas para pensar sobre la muerte eran mucho más propensas a elegir "desfile" que "escarabajo", en comparación con los otros participantes. Esto sugiere que preferían inconscientemente la emoción positiva que conllevaba tal elección, señalaron los investigadores.

"La gente realmente no sabe por qué hace esto", dijo DeWall. "En realidad es muy contraintuitivo. Esto apunta a la idea de que cuando las personas se enfrentan a su propia mortalidad, estos tipos de conceptos (palabras que connotan emoción positiva) se vuelven fácilmente asequibles para ellos".

Otro experto concurrió en que los humanos podrían estar programados para "buscar la felicidad" cuando les llegan pensamientos sobre la muerte.

"Se trata de un trabajo interesante, porque lo que realmente dice es que una vez alguien es preparado con la idea de que va a morir, eso activa una red automática", afirmó Todd Kashdan, experto en la psicología de las emociones positivas y profesor asistente de psicología en la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia.

Los hallazgos sugieren que, ante la muerte, "se recurre a algo que se sabe puede servir de apoyo. No se tratará de cosas negativas, porque en eso no me puedo apoyar", señaló Kashdan. "Así que me concentraré en cosas positivas".

"Estas cosas suceden por debajo del nivel de la consciencia", añadió.

Los nuevos hallazgos concurren con mucha de la investigación sobre cómo sobrevive (o incluso prospera) la gente después de algunos de los eventos más difíciles de la vida. De hecho, la tendencia de las personas a tener pensamientos alegres en realidad aumenta con la edad y con la proximidad del final de la vida, afirmó DeWall.

"A medida que la gente envejece, se enfoca más en las emociones positivas", dijo.

Sin embargo, hay una excepción a esa regla: las personas con depresión clínica tienden a no pensar positivo cuando se enfrentan a la idea de la muerte, lo que sugiere que su sistema inmunitario psicológico podría estar dañado, afirmó DeWall.

En contraste, las mentes de las personas sanas no deprimidas por lo general equilibran las imágenes mentales más oscuras con imágenes más alentadoras, dijo.

Sin embargo, Kashdan enfatizó que los experimentos de Kentucky se enfocaron en un plazo muy corto. Afrontar a un plazo más largo podría ser mucho más difícil, señaló.

"¿Qué les sucede a estas personas, no en los próximos minutos, sino en las próximas dos semanas o seis meses? ¿Terminan por reorganizar o cambiar sus proyectos de vida? Hay investigaciones que muestran que sucede en algunas personas, y en otras no", declaró.

Más información

Para más información sobre la psicología positiva, visite la Universidad de Pensilvania.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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