El riesgo de muerte súbita llega a su máximo en el mes siguiente a un ataque del corazón

Se necesita más investigación para detectar a los que están en mayor peligro, según los expertos

MIÉRCOLES 22 de junio (HealthDay News/HispaniCare) -- Aún los pacientes con corazones relativamente fuertes tienen un mayor riesgo de muerte súbita en los 30 días siguientes a un ataque del corazón, halló un nuevo estudio.

"Se ha sabido que el periodo justo después de un ataque de corazón es el periodo de alto riesgo", afirmó el Dr. Scott D. Solomon, principal autor del informe que aparece en la edición de 23 de junio del New England Journal of Medicine. "Lo que no esperábamos es que los pacientes con mejor función cardiaca estaban igualmente en riesgo durante este periodo precoz".

El estudio hizo seguimiento a los resultados de más de 14,600 personas en los Estados Unidos y el extranjero en los meses siguientes a un ataque del corazón. De esas personas, 1,067 murieron súbitamente o fueron resucitadas luego de un paro cardiaco durante los siguientes dos años.

Durante el primer mes luego del ataque del corazón, 1.4 por ciento de los pacientes murió súbitamente o necesitó resucitación. El riesgo disminuyó luego de manera constante, y llegó a sólo 0.14 por ciento por mes después de dos años, informan los investigadores.

"Estos resultados presentan un desafío a la comunidad médica, averiguar cuáles pacientes están en el mayor riesgo y desarrollar nuevas estrategias, tecnologías y terapias para reducir ese riesgo", afirmó Solomon, director de cardiología no invasiva del Brigham and Women's Hospital de Boston. "Como damos de alta a los pacientes cada vez más rápidamente luego de un ataque del corazón, necesitamos considerar ese riesgo".

Extender el tiempo que los pacientes permanecen hospitalizados luego de un ataque del corazón no es la respuesta, apuntó Solomon. "No recomendamos que las personas permanezcan en el hospital más tiempo", añadió.

Las directrices actuales aconsejan la implantación quirúrgica de un desfibrilador, un dispositivo que administra un choque eléctrico para reiniciar el corazón cuando éste deja de latir, para aquellos supervivientes de un ataque del corazón cuya capacidad para bombear sangre se ha reducido significativamente. Sin embargo, esas directrices ordenan que tales dispositivos no sean implantados hasta por lo menos 30 días después de un ataque del corazón.

Una estrategia alternativa sugerida en un editorial acompañante por el Dr. Alfred E. Buxton, profesor de medicina en la Escuela de Medicina Brown, sería brindar a las personas que salen del hospital un modelo más nuevo de desfibriladores externos.

Buxton explicó que tales dispositivos no necesitan implantarse quirúrgicamente. Algunos desfibriladores se usan como chalecos, mientras que otros se colocan en la piel. Los desfibriladores externos automáticos están siendo actualmente evaluados en un ensayo a gran escala financiado por el National Heart, Lung and Blood Institute, anotó Buxton.

El estudio de Boston, escribió Buxton, es "una actualización útil sobre el riesgo de muerte súbita" entre los supervivientes de ataques del corazón. "El desafío que plantea es traducir estas observaciones en una terapia preventiva rentable", apuntó.

Lo que realmente ayudaría sería algún tipo de marcador biológico o médico que identifique a aquellos supervivientes de ataque del corazón con el mayor riesgo de muerte súbita, dijo Solomon. Desafortunadamente, ningún marcador de ese tipo surgió del estudio actual, anotó.

Más información

El ataque del corazón y su tratamiento son descritos por expertos en el Texas Heart Institute.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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