Expertos emiten nuevas directrices sobre la enfermedad cardiaca en mujeres

Las recomendaciones de la AHA se centran en el riesgo para toda la vida de la mujer

LUNES 19 de febrero (HealthDay News/HispaniCare) -- La American Heart Association ha actualizado y mejorado sus directrices para la prevención de la enfermedad cardiaca en mujeres.

El enfoque se centra ahora en el riesgo de por vida que tiene una mujer de sufrir enfermedad cardiaca, y no sólo en su riesgo a corto plazo, como era el caso de las directrices de 2004.

Las Directrices para la prevención de enfermedades cardiovasculares en las mujeres de 2007 aparecen esta semana en una edición especial de la publicación Circulation dedicada a la salud de las mujeres, y fueron presentadas el martes en una conferencia de prensa de la AHA.

Entre otras cosas, las directrices renuevan las recomendaciones sobre el uso de la aspirina, la terapia de reemplazo hormonal y los complementos de vitaminas y minerales.

"Estas nuevas directrices actualizadas resultan muy emocionantes, porque contribuyen bastante al avance de la ciencia y mejoran nuestra capacidad para guiar a los médicos y a otros proveedores de atención médica sobre las mejores prácticas de prevención en las mujeres", señaló la Dra. Lori Mosca, directora del panel de expertos de la American Heart Association (AHA) que elaboró las directrices. Mosca también es directora de cardiología preventiva en el Hospital Presbiteriano de Nueva York en esa ciudad.

En las mujeres, la enfermedad cardiaca es prácticamente una epidemia, puesto que una de cada tres muere por su causa.

"La enfermedad cardiovascular es la causa principal de mortalidad femenina", aseguró Mosca. "El índice de concienciación entre las mujeres ha pasado de 30 a casi 60 por ciento, pero aún necesitamos trabajar para eliminar la confusión que existe en torno a las estrategias preventivas. Estamos muy animados porque creemos que la publicación de estas nuevas directrices puede ayudar a esclarecer en parte esta confusión, y ayudar a las mujeres a dialogar con sus médicos y proveedores de salud sobre cuáles son las mejores estrategias para reducir la carga de esta enfermedad que es la causa número uno de mortalidad femenina".

A continuación, los principales puntos de las nuevas directrices, que incorporan lo último en ciencia proveniente de ensayos controlados y aleatorios recientes.

  • En los casos en que el riesgo de las mujeres se clasificaba como alto, intermedio o bajo (óptimo) respecto a la enfermedad cardiaca, ahora se cataloga como alto, en riesgo u óptimo (el último grupo representa probablemente no más del 10 por ciento de las mujeres). Esta nueva estratificación incorpora la Escala Framingham convencional que los médicos utilizan para evaluar el riesgo cardiovascular, aunque no depende exclusivamente de este método. También toma en cuenta el riesgo para toda la vida, y no sólo el riesgo a corto plazo. "Queríamos apegarnos más a la evidencia de ensayos clínicos y reconocer que la enfermedad cardiovascular es tan ubicua en las mujeres", señaló Mosca.
  • Las intervenciones más ampliadas en el ámbito del estilo de vida comprenden un énfasis continuado en dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano. Esta vez, las directrices también recomiendan asesoramiento, reemplazo de nicotina u otros tipos de terapias para dejar de fumar.
  • Aún se insta a todas las mujeres a que hagan un mínimo de 30 minutos de ejercicios al día, pero se aconseja a las mujeres que necesitan perder peso o mantener el peso perdido a que practiquen alguna actividad de intensidad moderada durante 60 a 90 minutos la mayoría de días de la semana, o mejor aún todos los días.
  • Una dieta saludable para el corazón debe ser rica en frutas, granos enteros y alimentos con alto contenido de fibra, y además debe limitar la ingesta de alcohol y sodio.
  • Las grasas saturadas deben constituir ahora menos del 7 por ciento de las calorías (las directrices previas estipulaban un 10 por ciento).
  • Las mujeres deberían comer pescado graso, una fuente de ácidos grasos omega-3, al menos dos veces por semana. "Aunque no es lo recomendado para todas las mujeres, puede considerarse como un balance de beneficios y riesgos para las mujeres en alto riesgo", apuntó Mosca.
  • Las mujeres que tienen un riesgo muy alto de padecer enfermedades cardiacas deben intentar reducir el colesterol LDL ("el malo") a menos de 70 mg/dL. Por otra parte, se anima a las mujeres en alto riesgo a reducir su LDL a menos de 100 mg/dL.
  • Las mujeres de 65 años o más deberían contemplar el consumo de aspirina a una dosis baja de manera habitual, independientemente de su riesgo. Se ha demostrado que la aspirina previene tanto los ataques cardiacos como los accidentes cerebrovasculares en este grupo de edad.
  • Las mujeres menores de 65 años no deberían tomar aspirina de manera rutinaria, ya que sólo ofrece beneficio para la prevención de accidentes cerebrovasculares.
  • La dosis más alta de aspirina para las mujeres de alto riesgo es ahora de 325 mg al día, frente a 162 mg. anteriormente.
  • Y tal como se indicó en las directrices previas, ni la terapia de reemplazo hormonal, los moduladores selectivos de los receptores de estrógeno (MSRE) ni los complementos de antioxidantes tales como las vitaminas C y E deberían ser usados para prevenir la enfermedad cardiaca.
  • El ácido fólico tampoco debería utilizarse para evitar enfermedades cardiovasculares, un cambio importante respecto al pasado grupo de recomendaciones.

La edición actual de Circulation también incluye información cardiaca de otros estudios:

  • La edad, y no las desigualdades en la atención médica, parece explicar por qué mueren más mujeres que hombres en el hospital tras un ataque cardiaco. "Las disparidades en los índices de mortalidad se deben en gran parte a las diferencias en cuanto a la edad en que se presenta el ataque cardiaco, y no a diferencias en el tratamiento", señaló la Dra. Alice Jacobs, profesora de medicina en la Facultad de medicina de la Universidad de Boston, que también participó en la elaboración de las nuevas directrices.
  • Las diferencias en un gen del estrógeno (ESR1) no parecen afectar el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular en respuesta a la terapia de reemplazo hormonal, como se creía previamente. Sin embargo, el gen podría estar asociado con un riesgo elevado de cáncer de mama.
  • Alrededor del 40 por ciento de las mujeres posmenopáusicas tiene "prehipertensión", que está asociada a un riesgo 58 por ciento más alto de muerte cardiovascular, señalaron los investigadores de la Women's Health Initiative. Aún no está claro si la intervención en este grupo reducirá los problemas cardiovasculares, señaló Jacobs.
  • Tomar complementos de calcio y vitamina D no tuvo efecto alguno sobre el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular en mujeres posmenopáusicas que gozaban de buena salud.
  • El estrógeno, cuando se administra por medio de parches o gel, no parece incrementar el riesgo de coágulos en las venas (tromboembolismo venoso o TEV). Sólo el estrógeno tomado por vía oral parece incrementar este riesgo.

Más información

Para mayor información sobre las mujeres y las enfermedades cardiacas, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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