La terapia con hormonas no detiene la demencia en mujeres de avanzada edad

Una nueva investigación afirma que en realidad puede empeorarla

MARTES 22 de junio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Según una nueva investigación, la terapia con hormonas no evita la demencia y, de hecho, puede incluso aumentar el riesgo de padecerla en mujeres de avanzada edad en una etapa posmenopáusica.

"No encontramos ningún efecto protector en la terapia con hormonas y se apreció una tendencia hacia un riesgo mayor de demencia", afirmó Claudine Legault, segunda autora del nuevo estudio y directora del Women's Health Center of Excellence de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, N.C.

Los hallazgos extraídos del Women's Health Initiative Memory Study (WHIMS), aparecen en la edición del 23-30 de junio del Journal of the American Medical Association.

El WHIMS se creó para evaluar si la terapia con hormonas, ya sea una terapia con estrógenos únicamente o una terapia con estrógenos más progestina, reduce el riesgo de padecer demencia en mujeres de 65 a 79 años. El WHIMS es una parte de la Women's Health Initiative (WHI), que estudiaba el efecto de la terapia con hormonas sobre una gran variedad de problemas médicos. La parte del WHI que estudiaba el estrógeno más la progestina finalizó en julio de 2002 cuando aparecieron resultados muy claros de que las mujeres que tomaban hormonas estaban padeciendo efectos secundarios muy graves. La parte en que se evaluó la terapia con estrógenos únicamente concluyó el 29 de febrero de 2004, porque se observó un riesgo excesivo de apoplejía en las mujeres que consumían hormonas activas.

Este estudio evaluó los efectos del estrógeno sólo (Premaron) o el estrógeno más la progestina (Prempro) en 7,479 mujeres de 65 a 79 años que se habían sometido a una histerectomía. Las mujeres se dividieron en grupos: las que era probable que sufrieran demencia, las que padecían pequeñas disfunciones cognitivas y las que no tenían demencia.

Comparadas con el grupo que se sometió al placebo, las mujeres en el grupo del estrógeno tenían un riesgo un 34 por ciento mayor de padecer disfunciones cognitivas. Este riesgo mayor no se consideró un dato significativo. Las mujeres que estaban sometidas a un tratamiento con estrógenos tenían un riesgo de un 38 por ciento mayor de tener leves disfunciones cognitivas o probable demencia, en comparación con las mujeres en el grupo del placebo.

Sin embargo, expertos externos afirman con cierta cautela que este estudio no aplica a todas las mujeres o a todas las hormonas.

"Éste no es un estudio general sobre mujeres. Se trata de un estudio sobre mujeres de avanzada edad, por lo que no se puede extrapolar a las mujeres que hayan padecido recientemente la menopausia y que quieran someterse a terapia con hormonas, ya sea a corto o a largo plazo", afirmó el Dr. Alan M. Altman, profesor asistente de obstetricia, ginecología y biología reproductiva de la Facultad de Medicina de Harvard. Altman no trabajó en la investigación.

Esto tampoco significa que la terapia con hormonas no se deba utilizar. "Esta claro que la utilización de hormonas para evitar la demencia o un declive de las funciones cognitivas en mujeres de 65 años en adelante no está recomendada", afirmó el Dr. Gary Stiles, vicepresidente ejecutivo y director médico de Wyeth Pharmaceuticals durante una teleconferencia celebrada el pasado lunes. Wyeth fabrica el Premarin y el Prempro.

"La razón principal por la que las mujeres deben someterse a esta terapia con hormonas es para el alivio sintomático de los síntomas de la menopausia, y esta parte no se estudió en esta investigación", afirmó Stiles. "Creemos que estos medicamentos tienen su uso adecuado".

Un segundo grupo de hallazgos que aparecen en la misma edición de la publicación evaluaron el efecto de la terapia hormonal en las funciones cognitivas en general. En este estudio, las mujeres de 65 años en adelante que consumían estrógenos tenían unas funciones cognitivas ligeramente menores que las mujeres del grupo del placebo.

Estos hallazgos todavía dejan varias preguntas en el aire, como, por ejemplo, si habría algún beneficio por comenzar la terapia con anterioridad o si diferentes productos y diferentes dosis podrían tener un efecto diferente.

Stiles señaló que el estudio comenzó hace varias años y los resultados quizás no "se correspondan con la manera en que se practica actualmente la medicina". Por una parte, las dosis ahora son menores que las que se utilizaron en el estudio y las mujeres evaluadas solían ser más jóvenes.

Para Legault, los resultados lo único que hacen es reforzar las recomendaciones de la FDA. "La sugerencia que hace la FDA de consumir las dosis más bajas posibles en el menor periodo de tiempo posible no están necesariamente fuera de lugar", afirmó. "Las mujeres deberían hablar con su médico y considerar todos los factores que entran en juego, dado que la conveniencia o no conveniencia de las terapias con hormonas dependen principalmente de su historial familiar y su historial personal".

"Estos estudios sirven para confirman las recomendaciones realizadas el año pasado en las que se afirmaba que la terapia con hormonas no debería utilizarse para evitar los problemas cognitivos o la demencia en las mujeres en una etapa posmenstrual", afirmó la Dra. Judith A. Salerno, subdirectora del National Institute on Aging durante una declaración preparada.

Sin embargo, para Altman, estos hallazgos parecen tener poca relevancia para mujeres que acaban de padecer la menopausia. En su opinión, las mujeres de avanzada edad evaluadas en este estudio "no deben estar en tratamiento con hormonas. Este estudio no tiene ningún impacto en los pacientes que yo observo, que llegan a mi consulta con una edad de entre 50 y 60 años (ya sean sintomáticas o no) para hablar de la terapia con hormonas".

Más Información

Para más información sobre la WHIMS, visite la Universidad de Wake Forest.

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