Los robots podrían acudir al rescate de los nacidos en la postguerra

Expertos afirman que estos acompañantes del hogar podrían ayudar y cuidar a los adultos mayores frágiles

MARTES, 18 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- En un futuro no tan distante, los adultos mayores estadounidenses podrían confiar en útiles y dóciles robots para acabar con la preocupante "brecha de atención" a la que muchos se enfrentan hoy en día.

Uno de estos dispositivos autónomos, llamado uBOT-5, ya es capaz de llevar a cabo tareas sencillas mientras monitoriza el ambiente en el hogar. El robot puede incluso detectar los problemas, como cuando una persona se cae, y llamar al 911 si es necesario.

El dispositivo independiente también puede traer a un ser querido lejano ante la presencia del adulto mayor, a través de una conexión de video vía Internet.

"Si estoy trabajando y a la hora del almuerzo quiero hablar con mi padre, puedo conectarme a Internet y básicamente 'entrar' al robot", explicó el coinventor del uBOT-5 Rod Grupen, que dirige el Laboratorio de robótica perpetua de la Universidad de Massachusetts en Amherst. El rostro del visitante virtual aparece en la parte delantera de la cabeza del robot a través del video, pudiendo así conversar con su ser querido al mismo tiempo que el robot se mueve, por ejemplo, mientras limpia o busca un control remoto que se cayó.

Cualquier "usuario autorizado" puede entrar y guiar al robot, apuntó Grupen. "Así, si no puede ir al médico, el médico puede ahora venir a usted", aseguró. De hecho, el equipo de la UMass espera que el uBOT-5 pueda algún día realizar pruebas médicas sencillas, como medir la presión arterial o el azúcar en sangre.

Y dado que es totalmente móvil, con ruedas parecidas a las de un Segway, las visitas virtuales podrían incluir gran parte de la vivienda y más allá. "Su nieta en la Costa Oeste puede entrar al robot y visitarle mientras usted está en el jardín, puede tener una conversación de dos vías a través de audio y video, agarrarse de las manos y mostrarle las flores que acaba de plantar", dijo Grupen.

Hay una inmensa y creciente necesidad de asistentes robóticos en el hogar que podrían ayudar a atender a ancianos o personas con discapacidades, y permitirles seguir en casa, considera Grupen. Según las cifras del censo de EE. UU. el número de estadounidenses mayores de 65 años se duplicará para 2030, y dos tercios necesitarán algún tipo de atención a largo plazo. Al mismo tiempo, hay una carestía de enfermeras y ayudantes de atención domiciliaria para cuidarlos. Los expertos predicen una carestía de 800,000 enfermeras para 2020.

El diseño del uBOT-5 se inspiró en el cuerpo humano. Sus múltiples sensores imitan a ojos y orejas humanos, y escanean el ambiente de manera constante. Incluso está programado para detectar y responder a aberraciones preocupantes, como un humano caído que no responde. Cada brazo del robot puede manejar y responder cargas de 2.2 libras (un kilo), y pueden extender para alcanzar a lo alto o recoger cosas del suelo (por ejemplo, un frasco de pastillas que se haya caído, o un paquete en el vestíbulo). El robot puede recostarse para meterse debajo de la cama (y luego enderezarse), y algún día tal vez pueda incluso ayudar con la limpieza del hogar y las compras, aseguró Grupen.

¿Y el costo? Ahora mismo, los prototipos de la UMass cuestan $65,000 cada uno, pero Grupen prevé un momento en que las versiones comerciales se venderán por $5,000 más una tarifa mensual de conexión a la Internet, como las computadoras de hoy en día.

Y el uBOT-5 no es el único dispositivo de su tipo que está en producción. En el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el investigador Nicolas Roy, del Laboratorio de ciencias computacionales e inteligencia artificial del instituto, ha desarrollado una "silla de ruedas autónoma" que sólo requiere un comando para llevar a los usuarios de un sitio a otro en un hospital u hogar de ancianos.

Cuando llega a un centro por primera vez, la silla de ruedas, que cuenta con un software de escáner de alta tecnología, no tiene conocimientos sobre la distribución del lugar. Pero el personal lo desempaca, lo enciende, y le da un tour guiado verbalmente, llevándolo por las distintas habitaciones y estaciones de enfermería.

"Uno le habla igual que le hablaría a una nueva persona, a una enfermera nueva. Y como efecto secundario de pasarla por el centro una o dos veces, la silla de ruedas ahora ha recibido una demostración de una ruta entre todos los puntos", explicó el codesarrollador Seth Teller, que ayuda a dirigir el Grupo de robótica, visión y redes de sensores del laboratorio.

Después de esto, un paciente de accidente cerebrovascular o cuadripléjico dependiente de una silla de ruedas sólo tiene que decirle a la silla "llévame a la habitación 451" para que ésta le comprenda y lo lleve justo allí. Teller apuntó que el dispositivo será lanzado como un prototipo listo para pruebas en un hogar de ancianos del área de Boston dentro de dos años.

Finalmente, investigadores de Georgia Tech liderados por el profesor asistente Charlie Kemp, están produciendo sus propios robots de atención domiciliaria, inspirados por la ágil inteligencia de los perros de servicio.

"Usamos a los perros de servicio para responder a tres preguntas importantes: ¿Qué tareas sería bueno que realizara un robot [en el hogar]? ¿Cómo debería la gente interactuar con el robot para indicarle que haga estas tareas? ¿Y cómo puede el robot realmente realizar estar tareas, dadas las complejidades del hogar?", planteó Kemp.

Los perros de servicio y las personas discapacitadas a las que ayudan están proveyendo las respuestas. El nuevo robot está siendo diseñado para que se mueva por doquier y realice tareas como abrir cajones, abrir y cerrar puertas y poner en funcionamiento interruptores de luz, apuntó Kemp. Los usuarios indican lo que desean que se haga con un indicador láser, y las viviendas se modifican ligeramente para ayudar al robot, igual que se hace para ayudar a los perros de servicio. "Cosas como poner una toalla pequeña en el pomo de la puerta" para facilitar el agarre, explicó Kemp.

Tal vez un robot nunca reemplace a un gran perro de servicio, pero Kemp señaló que el estadounidense discapacitado promedio paga actualmente $16,000 por un canino apropiadamente capacitado, y las listas de espera pueden durar años.

"Creo que hay una necesidad real", enfatizó. "Esperamos que la gente respalde este tipo de trabajo. Entonces podremos suministrar estas cosas cuando la gente las necesite".

Más información

Para más información sobre el uBOT-5, visite la Universidad de Massachusetts, en Amherst.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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