Más estadounidenses mayores son cuidados en casa

Pero esto se cobra un precio en los familiares, según unos investigadores
elderly man and caretaker
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MARTES, 12 de julio de 2016 (HealthDay News) -- Hay más estadounidenses de edad avanzada con problemas de salud crónica que están optando por vivir en casa, y que cuentan con el cuidado de la familia, de cuidadores pagos o de amigos, según un estudio reciente.

En 2012, la mitad de las personas mayores con una discapacidad tenían algún tipo de atención médica en casa, un aumento con respecto al 42 por ciento en 1998, según los investigadores de la Universidad de Michigan.

"La mayoría de las personas mayores preferirían quedarse en casa antes de ir a un hogar de ancianos", dijo el Dr. R. Sean Morrison, ex presidente de la Academia Americana de Medicina de Hospicio y Paliativa (American Academy of Hospice and Palliative Medicine).

Pero la consecuencia involuntaria de ser cuidado en casa es el estrés que esto supone para los cuidadores, añadió Morrison, que también está en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. Morrison no formó parte del estudio.

"Las investigación ha mostrado que el 40 por ciento [de los cuidadores] pasan 20 o más horas a la semana cuidando de un familiar mayor, lo que supone la mitad de un trabajo a tiempo completo", dijo Morrison.

Además de la pérdida de trabajo y de ingresos, esto puede llevar a la depresión y a otros problemas de salud para los cuidadores, dijo.

Además, la mayoría de los planes de seguro, incluyendo Medicare, proporcionan una cobertura muy limitada para los asistentes en el hogar, dijo Morrison.

"No podemos decir que queremos más cuidados en el hogar y menos cuidados en instituciones sin proporcionar a nuestras familias los recursos que les permitan cuidar en casa a un familiar con una enfermedad grave", comentó.

Si las tasas de este estudio de Michigan son representativas del país como un todo, más de 3.1 millones de estadounidenses con una edad avanzada más recibieron asistencia en casa en 2012 que en 1998, dijo la investigadora principal del estudio, la Dra. Claire Ankuda, del departamento de medicina de la universidad.

Para el estudio, Ankuda y sus colaboradores recogieron los datos de casi 5,200 personas de a partir de 55 años que participaron en el Estudio de Salud y Jubilación realizado por el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan. Todas tenían una o más afecciones que conllevaban alguna discapacidad.

Las personas con un nivel educativo superior a la secundaria y un patrimonio neto por encima del promedio conformaron la mayor parte del aumento en el uso de asistentes pagos de atención de salud en casa, según los investigadores.

Esto sugiere una disparidad cada vez mayor en los cuidados pagos para las personas mayores con discapacidades. También podría indicar una tendencia a envejecer en casa, incluso entre aquellos que podrían permitirse pagar un hogar de ancianos, dijo Ankuda.

Aún así, aproximadamente dos tercios de los hombres y el 45 por ciento de las mujeres no tenían ningún cuidador, a pesar de tener algunos problemas para realizar las tareas básicas, como hacer la comida, vestirse, ir al baño o gestionar los medicamentos, señaló.

El aumento más marcado en el cuidado en casa se observó en las personas con unas discapacidades más leves. Los investigadores también encontraron que los cuidados pagos conformaron el mayor aumento en la asistencia de la atención de salud en casa, aunque también hubo más personas mayores que reportaron que dependían de sus cónyuges y sus hijos adultos. El porcentaje de los que recibían la ayuda de los amigos se mantuvo estable.

Los grupos de respaldo pueden ayudar a los cuidadores a afrontar las dificultades, pero eso no es suficiente, dijo Ankuda. Las políticas públicas y el sistema de atención sanitaria deben prestar más atención a los cuidadores para asegurarse de que estén respaldados, planteó. Esto es especialmente cierto para los familiares y amigos que no reciben ningún pago, añadió.

"Aunque cuidar a otra persona puede ser significativo para los cuidadores, puede llevar al agotamiento y al estrés, y puede tener unos efectos perjudiciales para la salud", advirtió Ankuda. "Tenemos que pensar en ellos como parte del sistema de atención sanitaria".

Morrison predijo que el problema probablemente empeorará.

"En unos 20 o 30 años, no habrá suficientes adultos más jóvenes para cuidar de nosotros, porque no tenemos tantos hijos", dijo Morrison. "Tenemos que empezar a pensar en que ahora o en 20 o 30 años va a ser una crisis real".

El informe aparece el 12 de julio en la revista Journal of the American Medical Association.

Más información

Health in Aging tiene más información sobre el cuidado de las personas mayores en casa.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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