Manipular un gen podría preservar la juventud del corazón

Científicos informan que su supresión mejoró la función cardiaca en ratones que envejecían

LUNES, 12 de octubre (HealthDay News/DrTango) -- Científicos japoneses han evitado el deterioro relacionado con la edad en los corazones de ratones al suprimir la actividad de un gen que tiene que ver con el sistema de señalización de insulina que ayuda a regular la duración de la vida de las células y afirman que el hallazgo es potencialmente aplicable al control de la insuficiencia cardiaca en humanos.

"Una modificación de por vida del corazón humano no es posible", señaló el Dr. Tetsuo Shioi, profesor asistente de medicina e la Escuela de estudios de postgrado en medicina de la Universidad de Kioto, y autor principal del informe que aparece en la edición en línea del 12 de octubre de la revista Circulation. "Sin embargo, hay fármacos reductores de la insulina disponibles, y pueden prevenir el envejecimiento cardiaco, aumentar la tolerancia al ejercicio y reducir la insuficiencia cardiaca entre los miembros de mediana edad de la población".

Shioi y sus colegas han estado trabajando con el gen fosfoinositido-3-kinasa (PI3K), que es tema de mucha actividad en muchos laboratorios de EE. UU. y el extranjero. El gen también desempeña un papel importante tanto en el envejecimiento como en la proliferación de las células y se dirige investigación al desarrollo de una terapia genética no solo para la enfermedad cardiaca, sino también para algunas formas de cáncer.

El estudio japonés usó a ratones de edad avanzada a los que se modificó genéticamente para suprimir la actividad de una forma del gen PI3K. Esa variante, llamada isoforma p110alfa, cumple una función importante en el envejecimiento del tejido. Estudios anteriores han mostrado que suprimir la actividad de la variante prolonga la vida de una especie de ascáride y evita el declive relacionado con la edad en la función cardiaca de las moscas de la fruta.

En el estudio, los investigadores encontraron que los ratones mayores con actividad suprimida de p110alfa tenían una mejor función cardiaca, menos marcadores biológicos de envejecimiento, menos fibrosis que puede reducir la función cardiaca, y, en general, un patrón de actividad genética cardiaca observado en ratones más jóvenes, frente a los que tenían una función genética normal.

"Nuestro trabajo indicó que la señalización de la insulina es un mecanismo conservado e importante que regula el envejecimiento cardiaco", apuntó Shioi. "Así, es muy probable que nuestro resultado se pueda traducir a la prevención del envejecimiento cardiaco y la insuficiencia cardiaca en la población humana de mayor edad".

Los beneficios indicados por los resultados del estudio se podrían obtener mediantes medidas mucho más simples que la ingeniería genética, señaló. "Planeo probar la relación entre la señalización de la insulina y la ingesta calórica, porque la restricción calórica se asocia con menos insulina en la sangre y es la intervención más potente para la extensión de la esperanza de vida", comentó Shioi. "Otro plan es evaluar el efecto de los fármacos que imitan la restricción calórica, como el resveratrol, sobre el envejecimiento cardiaco".

El resveratrol, una molécula que se encuentra en el vino tinto, ha despertado interés porque se ha demostrado que alargó la vida en algunos estudios con animales, aunque esos estudios indicaban que tal vez sería necesaria una ingesta de vino imposiblemente alta para alcanzar tal efecto en las personas.

Aunque reconoció que no está claro el mecanismo molecular exacto mediante el cual la supresión de la actividad del gen mejoraba la supervivencia de los ratones, Shioi dijo que el estudio "mostró que el envejecimiento del corazón se puede prevenir al modificar la función de la insulina, y eso prepara el camino para la prevención de la susceptibilidad relacionada a la edad de la insuficiencia cardiaca".

Se calcula que 5.7 millones de estadounidenses, muchos de ellos de edad avanzada, sufren de insuficiencia cardiaca, por lo que sus corazones no pueden bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo.

"Al envejecer, los humanos experimentan una pérdida lenta pero gradual de células cardiacas y toda una serie de anormalidades celulares y subcelulares, que hacen que las células restantes se contraigan de forma menos eficaz", explicó en un comunicado de prensa de la American Heart Association la Dra. Mariell Jessup, vocera de la AHA y profesora de medicina de la Universidad de Pensilvania. "Por tanto, este trabajo temprano que utiliza un modelo ratonil para clarificar el papel del PI3K en el envejecimiento cardiaco podría ultimadamente permitir a los científicos comprender si los corazones humanos se ven influenciados de manera similar".

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. describe las causas, síntomas y tratamiento de la insuficiencia cardiaca.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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