Para la mayoría, la jubilación conlleva una gran mejora de salud

Una investigación muestra que es como atrasar el reloj ocho años

LUNES, 9 de noviembre (HealthDay News/DrTango) -- La salud reportada por los mismos jubilados recién retirados mejora tanto que la mayoría se siente ocho años más joven, sugiere un estudio europeo reciente.

Esa buena noticia resultó verdad para casi todo el mundo, excepto para una pequeña minoría de apenas dos por ciento que había experimentado condiciones "ideales" en su vida laboral.

"Los resultados en realidad afirman tres cosas: que el trabajo conlleva una carga extra sobre la salud de los trabajadores mayores, que los efectos de esta carga extra se ven mayormente aliviados por la jubilación, y, en última instancia, que tanto la carga extra como el alivio son mayores cuando las condiciones laborales son malas", afirmó Hugo Westerlund, autor principal de un estudio que aparece en línea en la edición del 9 de noviembre de la revista The Lancet. "Esto indica que hay una necesidad de proveer oportunidades para que los trabajadores mayores reduzcan las demandas de su trabajo en aras de su salud y bienestar".

Pero por supuesto, añadió Westerlund, que es director de epidemiología del Instituto de Investigación del Estrés en la Universidad de Estocolmo en Suecia, "no todos los trabajadores mayores sufren de mala salud percibida. De hecho, muchos están eminentemente sanos y aptos para el trabajo. Pero más temprano o más tarde, todo el mundo tiene que tomarlo con más calma por la edad".

La semana pasada, el mismo grupo de investigadores informó que los trabajadores dormían mejor tras la jubilación. "El sueño mejora en la jubilación, lo que sugiere que dormir podría ser un mediador entre el trabajo y la percepción de una mala salud", apuntó Westerlund.

El estudio evaluó lo que los mismos 15,000 trabajadores franceses, la mayoría hombres, tenían que decir sobre su propia salud hasta siete años antes de la jubilación y siete años después de la jubilación.

A medida que los participantes se acercaban a la edad de la jubilación, su percepción de su propia salud declinaba, pero aumentó de nuevo durante el primer año tras la jubilación.

Los que reportaron peor salud declinaron de 19.2 por ciento en el año antes de la jubilación a 14.3 por ciento para finales del primer año tras jubilarse. Según los investigadores, eso significa que los niveles de mala salud posteriores a la jubilación decayeron a los niveles observados ocho años antes.

Los cambios se observaron tanto en hombres como en mujeres, en distintas ocupaciones, y duraron al menos los primeros siete años tras retirarse.

Los trabajadores que peor se sentían antes de la jubilación y tenían peores condiciones laborales reportaron mayores mejoras inmediatamente tras jubilarse, encontró el equipo.

"Los que tenían una baja satisfacción laboral, o sea una carga grande a cambio de poca satisfacción, eran los que se quejaban de su salud", apuntó el Dr. Gary Kennedy, director de psiquiatría geriátrica del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York. "Las personas con mucha más autoridad o mejor educación, una sensación mayor de control sobre lo que hacían y menos demandas eran mucho menos propensas a quejarse", añadió.

"No es muy sorprendente", señaló. "Un estudio antiguo sobre funcionarios civiles ingleses en Gran Bretaña encontró que los que sentían que tenían muchas responsabilidades pero poco control sobre su lugar de trabajo eran más propensos a desarrollar enfermedad cardiaca", agregó. "Se puede trabajar mucho, pero si uno se siente como que no depende del trabajo, se tiene una ilusión de control. Mantener esa ilusión es importante".

Una pregunta importante es si estos hallazgos europeos aplican a las condiciones en EE. UU.

"Aplicarlo directamente a nuestra fuerza laboral es difícil pero... podemos sacar algunas conclusiones sobre cómo mantener una fuerza laboral fuerte y sana durante toda la vida", apuntó Angie Hochhalter, profesora asistente de medicina interna del Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, y científica investigadora en geriatría del Scott & White de Temple, Texas.

"Sabemos que necesitamos una atención de salud sólida, pero también servicios de salud mental, ya que en [el estudio] la gente deprimida realmente experimentó un cambio dramático tras la jubilación", explicó.

"Además de sistemas sólidos, también hay cierto grado de responsabilidad personal al intentar mantenernos sanos, como manejar el estrés en el trabajo y en casa, comer sano y hacer actividad física, así como involucrarnos en el apoyo social", añadió Hochhalter.

Es probable que los trabajadores tanto de EE. UU. como de Europa se vean afectados de forma similar por las malas condiciones laborales, comentó Westerlund.

"Tal vez para muchos trabajadores de EE. UU. la jubilación signifique un aumento sustancial en el estrés financiero, lo que podría contrarrestar los efectos de la eliminación del estrés laboral tras la jubilación, lo que resultaría en la ausencia de mejora, o incluso un empeoramiento, de la salud percibida", advirtió. "Además, según entiendo, un número sustancial de estadounidenses tiene que tomar un trabajo nuevo, con frecuencia de menor categoría y más estresante, tras la jubilación formal para lograr sobrevivir. Para esta gente, es difícil imaginar un efecto positivo [de la jubilación] sobre la salud".

Más información

Para más información sobre una jubilación saludable, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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