Proveedores de cuidado enfrentan obstáculos médicos serios

Encuesta halla que muchos carecen de atención sanitaria y seguro

MIÉRCOLES 24 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Los adultos que destinan parte de su tiempo al cuidado de un enfermo o miembro familiar discapacitado a menudo padecen sus propios problemas médicos, carecen de seguro de salud y están estresados por las facturas médicas, de acuerdo con una nueva encuesta publicada el miércoles.

Casi 16 millones de personas, cerca de 1 por cada 10 adultos en edad laboral, están cuidando de un enfermo o miembro familiar discapacitado, de acuerdo con los resultados de la encuesta. Y más de 8 millones de estos proveedores de cuidado señalaron que tienen sus propios problemas.

"Lo más sorprendente para nosotros fueron las altas tasas de proveedores de cuidado que tenían problemas de salud", dijo la coautora de la encuesta Sara Collins, directora principal del programa para el Commonwealth Fund, una fundación sin fines de lucro especializada en la investigación sanitaria, que financió la encuesta.

De acuerdo con Collins, "el 45 por ciento de los proveedores de cuidado tienen uno o más problemas de salud crónicos, en comparación con el 24 por ciento de aquéllos que no lo son. Parece como si estuvieran pasando por un momento difícil".

Los datos fueron recopilados como parte de la Biennial Health Insurance Survey del Commonwealth Fund, realizada de septiembre del 2003 a enero de 2004. Se entrevistaron a 4,052 estadounidenses adultos a partir de los 19 años.

En términos generales, los resultados de la encuesta mostraron que las mujeres representaban dos tercios de todos los proveedores de cuidado, aquéllos entre los 50 y 64 años ofrecían la mayor parte del cuidado.

Además, el 44 por ciento de los proveedores de cuidado residía en hogares con ingresos muy por debajo del nivel federal de pobreza, en comparación con un tercio de los que no lo eran.

El sesenta por ciento de los proveedores de cuidado afirmó que tenía problemas con facturas médicas o deuda médica, en comparación con sólo el 39 por ciento de aquéllos encuestados que no lo eran. La mitad de los proveedores de cuidado dijo que tenía problemas para recibir servicios de atención sanitaria debido a los costos, en comparación con el 35 por ciento de los que no lo eran.

El treinta y cuatro por ciento de los proveedores de cuidado no estaba asegurado durante al menos una parte del año, en comparación con el 26 por ciento de aquéllos que no lo eran.

Y apenas el 51 por ciento de los proveedores de cuidado reportaron trabajar jornadas completas, en comparación con tres quintos de los que no lo eran.

"Los proveedores de cuidado que sí trabajaban perdían un gran número de días laborales", agregó Collins. "Los proveedores de cuidado son más propensos a perder días laborales que los que no lo son". Más de un tercio de los proveedores de cuidado activos laboralmente reportaron ausencias de más de una semana al trabajo durante el año, en comparación con el 18 por ciento de aquéllos que no lo eran.

Los resultados de la encuesta no son sorprendentes para Donna Schempp, directora del programa Family Caregiver Alliance, una organización de servicios y apoyo con sede en San Francisco para los proveedores de cuidado de la familia que también aboga por cambios en las políticas de salud para mejorar la situación.

Además de los problemas citados en la encuesta, como las facturas médicas, Schempp señaló que muchos proveedores de cuidado que abandonan su trabajo para cuidar a los miembros de su familia enfrentan dificultades posteriormente para obtener un seguro.

"Pueden recibir cobertura de COBRA (la legislación federal que ofrece seguro de salud de prolongación temporal a tasas de grupos para ciertos empleados que dejan sus trabajos) por un tiempo", apuntó. Pero una vez que COBRA haya expirado, los proveedores de cuidado enfrentan dificultades para obtener cobertura bajo un plan de seguro de salud individual, especialmente si han desarrollado un problema de salud que pueda ser clasificado como una condición médica preexistente.

A menudo, destacó Schempp, los proveedores de cuidado con problemas de seguro o falta de seguro no tienen acceso a servicios preventivos tales como citología, mamografía u otras pruebas, lo que aumenta posteriormente su riesgo de padecer otros problemas de salud.

Collins y Schempp estuvieron de acuerdo en que es necesario que se realicen cambios en la política. Aunque los proveedores de cuidado tienen algún respaldo político, incluida la Family and Medical Leave Act de 1993 y el Programa de apoyo a proveedores de cuidado familiares bajo la Older Americans Act de 2001, se requieren más cambios, señalaron.

Los grupos defensores están pidiendo actualmente leyes en más de 20 estados que garanticen el pago de días por enfermedad o por ausencia familiar a los trabajadores cuando necesiten cuidar de miembros familiares enfermos, declaró Schempp.

A menos que los cambios políticos sean efectivos, los proveedores de cuidado que carecen de seguro de salud pueden optar por clínicas de bajo costo o gratuitas, sostuvo Schempp.

Pero acceder a clínicas gratuitas o a centros administrados por el país" es algo que ata doblemente las manos de los proveedores de cuidado. A menudo estos centros requieren esperas más largas y los proveedores de cuidado no pueden permitirse abandonar a la persona que cuidan", agregó.

Más información

Para saber más sobre cómo pueden cuidar de sí mismos los proveedores de cuidado, visite la Family Caregiver Alliance.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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