Un control intensivo de la presión arterial podría ayudar a conservar la salud del cerebro

blood pressure cuff
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MIÉRCOLES, 25 de julio de 2018 (HealthDay News) -- Un control estricto de la presión arterial no solo beneficia al corazón, sino que también ayuda a salvar al cerebro, sugiere una investigación preliminar.

Los adultos mayores cuya presión arterial sistólica (la cifra superior en una lectura) se mantuvo en 120 mm Hg o menos experimentaron una reducción del 19 por ciento en su riesgo de unas dificultades mentales conocidas como deterioro cognitivo leve, según los resultados de un ensayo que se publicaron el miércoles.

El control intensivo de la presión arterial también redujo el riesgo combinado de deterioro cognitivo leve y demencia en un 15 por ciento, apuntó el investigador principal, el Dr. Jeff Williamson, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.

Los pacientes con una presión arterial más baja también desarrollaron menos lesiones cerebrales, informan los investigadores.

Aunque esos hallazgos son preliminares, son la evidencia más firme hasta ahora de que tratar la hipertensión agresivamente reduce el riesgo de deterioro cognitivo leve y demencia, dijo Williamson, profesor de gerontología y medicina geriátrica.

No pudo decir con certeza cómo se interrelacionan la presión arterial y el riesgo de demencia.

Pero "una hipótesis destacada es que la presión más alta afecta al revestimiento de unas arterias muy finas en el cerebro", dijo Williamson. "Con el tiempo, eso puede provocar daño e inflamación".

Todo el que sufre de demencia pasa por una etapa de deterioro cognitivo leve, apuntó.

"No es una etapa sin importancia", anotó Williamson. "Las personas con este tipo de deterioro de la memoria tienen problemas para hacer cosas como gestionar sus finanzas, seguir una receta o jugar un juego".

Keith Fargo, director de programas científicos y alcance de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), dijo que los hallazgos sugieren que lo mejor es controlar la presión arterial más bien temprano que tarde.

"Si quiere tener una vejez sana, en términos de la cognición, no debe esperar para comenzar a pensar en la presión arterial", aconsejó.

El estudio se deriva del muy conocido ensayo SPRINT.

El SPRINT (por las siglas en inglés de ensayo de intervención en la presión arterial sistólica) encontró que mantener la presión arterial bajo un control estricto podría prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en los adultos mayores. Esos hallazgos fueron un factor clave de la revisión de las directrices sobre la presión arterial, que redujo el objetivo para una presión arterial sistólica normal de 140 mm Hg a 120 mm Hg.

En el ensayo SPRINT MIND, los investigadores evaluaron el estado mental de más de 9,300 personas con hipertensión, con una edad promedio de 68 años. Los participantes fueron tratados para mantener una presión arterial sistólica de menos de 140 mm Hg o de menos de 120 mm Hg. La lectura más baja se consideró como un control intensivo de la presión arterial.

El ensayo comenzó el reclutamiento en 2010, y la evaluación cognitiva continuó hasta junio de 2018.

Los que recibieron un control intensivo de la presión arterial tomaron al menos un antihipertensivo adicional, indicó Williamson. Se incluyeron todos los antihipertensivos de uso común, y la tasa de efectos secundarios fue similar en ambos grupos de tratamiento.

En un proyecto relacionado, el Dr. Ilya Nasrallah, profesor asistente de radiología en la Universidad de Pensilvania, y sus colaboradores realizaron IRM a más de 670 participantes.

Los pacientes cuya presión arterial estaba intensamente controlada tenían menos daño en la materia blanca del cerebro que los que tenían una presión arterial sin controlar, reportaron los investigadores. Ese tipo de daño en el cerebro es una señal de demencia o enfermedad de Alzheimer inminentes.

"Estar en una terapia intensiva para la presión arterial tiene un efecto beneficioso en la estructura del cerebro", afirmó Nasrallah.

Pero una presión arterial más baja no es un remedio general contra el envejecimiento del cerebro, advirtió el Dr. Sam Gandy, director del Centro de Salud Conductual Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Gandy dijo que investigaciones recientes han indicado que reducir la presión arterial con demasiada rapidez podría dañar al cerebro y conducir al deterioro cognitivo.

"La elección del momento oportuno, la edad del paciente y el ritmo de la reducción de la presión arterial se deben tener en cuenta, para no exagerar la reducción de la presión arterial y provocar daños", advirtió Gandy.

Los resultados del ensayo SPRINT MIND se presentaron el miércoles en la reunión de la Asociación del Alzheimer, en Chicago. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Más información

Para más información sobre la demencia, visite la Asociación del Alzheimer.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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