Vacuna contra la gripe sólo es moderadamente efectiva en personas mayores

Un segundo estudio halla una resistencia creciente a los antivirales, especialmente en Asia

MIÉRCOLES 21 de septiembre (HealthDay News/HispaniCare) -- La vacuna contra la gripe, una piedra angular de la política de salud pública, sólo es moderadamente efectiva en la población para la que se supone es más crítica: las personas mayores.

De acuerdo con el estudio que aparece en la edición en línea del 22 de septiembre de The Lancet, las vacunas contra la influenza son "moderadamente efectivas" en las personas que se encuentran en centros de cuidado a largo plazo, y aún menos efectivas en personas mayores que aún viven en comunidades.

Esta investigación obtuvo resultados idénticos a los de otro estudio sobre la gripe que encontró más malas noticias: la resistencia a los medicamentos utilizados para tratar la influenza aumentó un 12 por ciento en la década pasada.

Este hallazgo, declararon los autores, cuestiona las políticas gubernamentales de acumular reservas de tales medicamentos,

El estudio sobre la vacuna suscitó duras posturas respecto a todos los aspectos en torno al tema.

El autor del estudio, el Dr. Tom Jefferson, epidemiólogo de Cochrane Vaccines Field en Roma, dijo que "La vacuna no funciona muy bien en lo absoluto". "Las vacunas están siendo usadas como una arma ideológica. Lo que vemos cada año como gripe es causado por 200 a 300 agentes diferentes, y sólo existe una vacuna contra dos de ellos. Simplemente no tiene ningún sentido".

El Dr. Marc Siegel, autor de False Alarm: The Truth About the Epidemic of Fear (Falsa alarma: la verdad sobre la epidemia del miedo), estuvo de acuerdo. "Hemos originado una situación en la que creamos el miedo, y luego tratamos de buscar un tratamiento para curarlo. El público capta el mensaje de que la gripe los matará y que la vacuna los salvará. Ambos son una falacia", destacó. "La vacuna de la gripe ha sido usada para reducir las muertes por complicaciones en los enfermos crónicos y personas de alto riesgo, pero no es una panacea".

Por su parte, los U.S. Centers for Disease Control and Prevention respondieron enfáticamente con la otra postura.

"Ciertamente esperamos que las personas no se aparten de lo que es importante aquí. Hay estudios que muestran que la vacuna sí es efectiva en la prevención de complicaciones serias de la gripe", dijo Tom Skinner, vocero de los CDC. "Esto no cambiará el hecho de que cada año recomendamos a las personas en categorías de alto riesgo que se vacunen".

Las autoridades sanitarias de todo el mundo, incluidos los CDC, hacen todo lo posible para que los individuos mayores sean vacunados contra la gripe cada año. De acuerdo con el estudio, en el año 2000, 40 de 51 países desarrollados o en vías de desarrollo rápido recomendaron vacunas para todos los individuos de 60 años y más. En 2003, 290 millones de dosis de la vacuna fueron distribuidas en todo el mundo.

A principios de este mes, las autoridades sanitarias de EE.UU. empezaron a instar a todas las personas elegibles para que recibieran una vacuna de la gripe, con prioridad para los mayores y ciertos grupos específicos. Y a fin de evitar la escasez del año pasado, las autoridades sanitarias de EE.UU. han planificado un total de 97 millones de dosis de la vacuna.

El estudio actual no ofrece datos nuevos, pero si un análisis de 64 estudios existentes que observaron la efectividad de la vacuna en más de 96 temporadas de gripe.

Para las personas mayores que viven en la comunidad, las vacunas contra la influenza impidieron hasta un 30 por ciento de hospitalizaciones por neumonía, pero no fueron efectivas contra la gripe, enfermedades similares a la gripe ni neumonía. Jefferson señaló que "las vacunas no parecían prevenir la influenza".

Para las personas mayores que residen en centros de cuidado a largo plazo, el cuadro fue un poco más promisorio, puesto que las vacunas impidieron hasta un 42 por ciento de muertes causadas exclusivamente por la influenza y la neumonía.

"Tenemos que concentrar nuestros recursos en otro factor o invertir en mejores vacunas", sostuvo Jefferson.

Los autores del segundo estudio evaluaron 7,000 aislados de influenza tipo A para detectar mutaciones genéticas conocidas por conferir resistencia a los antivirales como la amantadina y la rimantadina.

En términos generales, la resistencia al medicamento pasó de 0.4 por ciento en 1994-95 a 12.3 por ciento en 2003-04. Además, el 61 por ciento de los virus resistentes aislados desde 2003 procedían de personas en Asia. Algunos países asiáticos tuvieron frecuencias de resistencia a los medicamentos en exceso del 70 por ciento, posiblemente en reflejo a prácticas de prescripción diferentes.

De manera notable, más del 84 por ciento de todos los virus resistentes durante el periodo de 10 años del estudio fueron identificados a partir de la temporada de gripe de 2003.

Esto destaca la importancia de seguir ampliando la vigilancia del surgimiento de resistencia a estos medicamentos, señaló Rick Bright, autor principal del estudio y científico de investigación de los CDC.

"Esto es una advertencia de que el uso excesivo de medicamentos antivirales conduce a la resistencia", explicó Siegel. "Los medicamentos deberían ser usados específicamente para tratar la influenza que es un problema en términos de duración y posible riesgo de muerte, no para todo el mundo".

Los autores del estudio advirtieron que las crecientes tasas de resistencia harán que la amantadina y la rimantadina sean ineficaces para el tratamiento o prevención ante el evento de una pandemia de influenza. Lo que a su vez, haría que las reservas del gobierno se volvieran inútiles.

"Yo cuestiono las reservas de estos medicamentos. Habrá que descartarlos o usarlos excesivamente. Estamos enviando el mensaje al público de que estos medicamentos salvan vidas", declaró Siegel. "Los antivirales deberían ser considerados en casos de alto riesgo", pero en otros casos podrían tener sólo una efectividad limitada, señaló.

"Tenemos que diferenciar entre el riesgo potencial y entre algo que claramente está en el horizonte. El miedo es un sistema de advertencia hecho para protegernos contra peligros inminentes, como si un gorila nos va a saltar encima", agregó. "Deseo saber por qué no se emplean más esfuerzos en actualizar nuestro método de vacunación en vez de acumular millones de dosis de vacunas y transmitirnos un mensaje de miedo. Necesitamos mirar la realidad".

Más información

El National Institute of Allergy and Infectious Diseases tiene una hoja de datos sobre la gripe.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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