JUEVES 8 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Un estudio reciente halla que un sencillo dispositivo que los padres usan con frecuencia para calmar y confortar a sus recién nacidos también puede reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Este artefacto, el chupete, también redujo otros factores de riesgo de SMSL, cosa que se demuestra por primera vez, según el estudio reseñado en la edición del 10 de diciembre del British Medical Journal.
"Se trata de otro estudio más que coincide en decir que si se observa a aquellas mujeres cuyos bebés murieron de SMSL y se les compara con un grupo similar de bebés que no murieron, muchos más de los bebés que murieron por causa del síndrome no estaban usando chupetes cuando sobrevino la muerte", aseguró el Dr. Ian Holzman, jefe de medicina neonatal del Centro Médico Mount Sinai de la ciudad de Nueva York.
"Casi todos los estudios están demostrando lo mismo, lo que me hace pensar que puede ser cierto. Los chupetes tienen que ser la intervención médica más barata que se haya visto en mucho tiempo", sostuvo.
Una reseña de amplio alcance realizada por la American Academy of Pediatrics (AAP), publicada en noviembre, halló que los chupetes reducían el riesgo de SMSL en 61 por ciento. La evidencia fue lo suficientemente contundente como para que la AAP incluyera una recomendación sobre el uso del chupete en sus directrices sobre SMSL.
El nuevo estudio fue citado en el "metaanálisis" de la AAP, aunque la información todavía no había sido publicada.
El índice de SMSL se ha reducido en los EE.UU., particularmente desde la introducción de la campaña "Back to Sleep" (algo así como "con el sueño a sus espaldas"), que recomienda a padres y cuidadores que dejen que sus bebés duerman sobre sus espaldas. Aún así, sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil y hasta 2,500 bebés mueren cada año por su causa en los EE.UU. También sigue habiendo disparidades raciales y económicas significativas. Las madres de raza negra, las jóvenes y las de bajos ingresos, así como aquellas mujeres que no tienen educación universitaria están en mayor riesgo de tener que enfrentarse a una muerte por SMSL.
Para el nuevo estudio, los autores entrevistaron a madres o cuidadores de 185 bebés que habían muerto de SMSL, así como de 312 "sujetos de control" en 11 condados de California.
Los entrevistados dieron información sobre el uso del chupete durante el último sueño del bebé o el de la noche anterior a la entrevista, así como detalles sobre otros factores ambientales relacionados con el sueño y otros factores de riesgos para SMSL.
El uso de chupetes durante el sueño se relacionó con un riesgo reducido en un 90 por ciento de SMSL, en comparación con aquellos bebés que no usaron chupete. Los investigadores hallaron que este resultado trascendió a todas las categorías sociodemográficas y a todas las categorías de factores de riesgo.
"Nuestro estudio tuvo la mayor magnitud de reducción", aseguró el Dr. De-Kun Li, investigador científico principal de la división de investigación del Kaiser Permanente en Oakland, California. "Además, la población de nuestro estudio era muy diversa racialmente".
"Ningún estudio anterior ha demostrado que el chupete mitigue otros factores de riesgo relacionados con el ambiente del sueño", agregó Li.
Entre las desventajas potenciales del uso del chupete se encuentran problemas dentales, un riesgo ligeramente superior de infecciones en el oído y dificultades con el amamantamiento. Nada de esto se compara con el potencial de una muerte súbita e inesperada.
"No le veo una desventaja importante" a usar un chupete, aseguró Holzman.
El misterio de las causas del SMSL continúa, aunque hay algunas pistas de que se relaciona con las vías respiratorias y la respiración, agregó Holzman.
Li especuló que quizá sea una intervención mecánica ofrecida por el asa voluminosa del chupete lo que cambia la configuración de la vía respiratoria alrededor de la boca y la nariz. En otras palabras, podría prevenir asfixia accidental porque crea un pasaje de aire alrededor de la cara del bebé.
Cualquiera que sea la razón para el efecto protector aparente, la AAP recomienda ofrecer un chupete a los bebés al momento de acostarse y a la hora de la siesta durante su primer año de vida. El chupete no necesita ser reintroducido en la boca si se cae mientras duerme el bebé. Y el chupete no debe cubrirse con ningún tipo de sustancia dulce para animar al bebé a usarlo. A los bebés que toman leche del seno no se les debería suministrar un chupete hasta que la lactancia materna esté bien establecida, usualmente al mes, señala la academia.
Más información
Para mayor información sobre la prevención del SMSL, visite la American Academy of Pediatrics.
