Los rescatadores del 11 de septiembre tienen función pulmonar reducida

Una reciente investigación halla que los trabajadores de rescate tienen una reducción equivalente a 12 años de envejecimiento

MARTES 1 de agosto (HealthDay News/HispaniCare) -- Los trabajadores de rescate del departamento de bomberos de la ciudad de Nueva York pagaron otro alto precio por sus heroicos esfuerzos en el ambiente saturado de polvo de la Zona Cero. Según una investigación reciente, en el año siguiente a los ataques terroristas, los rescatadores mostraron una reducción en la función pulmonar equivalente a 12 años de envejecimiento normal.

"No nos sorprende encontrar una reducción significativa en la función pulmonar. Sin embargo, nos impresionó el tamaño de la reducción", aseguró la Dra. Gisela I. Banauch, autora líder del estudio, de la división pulmonar del Centro médico Montefiore de Bronx, Nueva York.

Al analizar las pruebas administradas antes y después del 11-S a 12,079 trabajadores de rescate, Banauch y su equipo hallaron las mayores reducciones de capacidad pulmonar de 1,660 trabajadores que estaban presentes cuando las Torres Sur y Norte se derrumbaron o si llegaron posteriormente esa mañana. También observaron reducciones significativas en los 8,185 trabajadores que llegaron dos días después del derrumbe y en los 1,921 trabajadores que llegaron al tercer día o después.

Todos los trabajadores de rescate estuvieron expuestos a contaminantes que flotaban en el aire de la tragedia de 2001, como material de construcción pulverizado y productos de combustión.

Después del desastre, muchos, aunque no todos, desarrollaron síntomas como tos, respiración sibilante y falta de aire. "Hasta ahora, los dos diagnósticos respiratorios más comunes han sido el síndrome de disfunción reactiva de las vías respiratorias (SDRVR) y el asma inducida por irritantes", aseguró Banuach. "Para una cantidad significativa de trabajadores, lamentablemente, esto afectó su capacidad para trabajar".

Banauch aseguró que era imposible predecir si los trabajadores expuestos al polvo seguirán experimentando un declive acelerado de la función pulmonar. "Nadie lo sabe porque nunca había ocurrido nada como el 11-S", anotó.

Sin embargo, agregó que una exposición masiva al irritante polvo alcalino podría aumentar el riesgo futuro de algunos trabajadores de desarrollar enfisema y cáncer de pulmón.

El estudio de Banauch, publicado en la edición de agosto del American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, cuyo coautor fue el Dr. David Prezant, Subdirector médico principal del Departamento de bomberos, anotó que el 22 por ciento de los que respondieron primero utilizó protección respiratoria, mientras que apenas el 32 por ciento de los que respondieron de manera intermedia y el 50 por ciento de los que respondieron de manera tardía lo hicieron.

"La lección es que una protección respiratoria adecuada debería estar disponible oportunamente para los que respondan primero, cosa que suena muy bien pero es muy difícil de implementar", aseguró Banauch.

Si las lesiones respiratorias de los trabajadores fueron causadas por el polvo de la Zona Cero, tenemos "un elemento adicional a la tragedia del 11-S", escribió en un editorial acompañante en la publicación el Dr. John R. Balmes de la Universidad de California en San Francisco. "Esta morbosidad ocupacional podría haber sido prevenida con el uso temprano y bien entrenado de equipo protector de respiración, como máscaras N95", agregó. "Preparémonos mejor para desastres futuros de muchas maneras, como institución de planes de protección para los que responden a las emergencias para evitar exposición ocupacional innecesaria a polvos irritantes".

Desde el 11-S, existe cada vez más evidencia de que los trabajadores fueron expuestos a una nube tóxica de gases y polvo provenientes de materiales de construcción y computadoras calcinados. En 2004, los abogados de más de 800 trabajadores demandaron por mil millones de dólares a los propietarios del World Trade Center. Con el tiempo, esto podría incluir a cientos de miles de personas que trabajaban y vivían cerca del lugar.

Debido a que la investigación de Banauch estuvo restringida a los trabajadores de rescate, no pudo comentar si otros grupos también podrían haber experimentado reducciones en su función pulmonar.

"La exposición promedio al polvo fue bastante inferior", aseguró. "No sabemos si hace falta una dosis umbral bajo la cual cualquier exposición no resulte perjudicial".

En respuesta al estudio, Lorna Thorpe, subcomisionada de la Agencia de epidemiología del Departamento de salud e higiene mental de la ciudad de Nueva York, aseguró que "existe evidencia de que algunas personas que resultaron expuestas están experimentando problemas respiratorios graves, aunque no existe información disponible sobre cuántas personas han resultado afectadas hasta ahora".

Agregó que "el estudio científico publicado por el FDNY identifica una reducción sustancial en la función pulmonar en el año siguiente al 11-S entre los bomberos, aunque su exposición fue bastante única, lo que dificultó evaluar el riesgo para los residentes. El DOHMH continuará monitoreando problemas de salud a largo plazo que podrían estar relacionados con la exposición en el WTC".

En abril, el departamento había hallado que el 57 por ciento de los supervivientes encuestados había reportado nuevos síntomas respiratorios o el empeoramiento de los mismos. Cerca del 62 por ciento de los supervivientes había estado envuelto por polvo, humo y escombros arrojados al aire a medida que se derrumbaron las torres, según el informe del departamento, que fue publicado por los U.S. Centers for Disease Control and Prevention el 8 de abril.

En la encuesta, parte del Registro continúo del Word Trade Center, participaron solamente 8,500 de las 71,437 personas que fueron afectadas por los ataques y excluye específicamente a los que participaron en los esfuerzos de rescate y recuperación porque su tiempo de exposición fue mayor.

Más información

El departamento de salud de la ciudad de Nueva York tiene más información acerca de la situación posterior a los ataques.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com