¿Podría un bebé nacido por cesárea beneficiarse de los fluidos vaginales de su madre?

Un pequeño estudio sugiere que es posible restaurar parte de las bacterias buenas en los bebés nacidos por cesárea
nurse with newborn
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LUNES, 1 de febrero de 2016 (HealthDay News) -- Untar a los bebés nacidos por cesárea con las secreciones vaginales de sus madres restaura algunas de las bacterias potencialmente útiles que los recién nacidos reciben de forma natural cuando pasan a través del canal de parto, encuentra un pequeño estudio.

Los investigadores dijeron que su estudio de "prueba de principio" es el primero en mostrar que es posible transferir algunos de esos gérmenes, que tienen un rol en el desarrollo del sistema inmunitario.

Pero está por ver si eso puede proteger a los bebés nacidos por cesárea contra desarrollar enfermedades como el asma.

Con esta técnica experimental, las bacterias vaginales "se recogen y florecen" en distintos sitios del cuerpo del bebé, "de forma parecida a los bebés nacidos por vía vaginal", señaló en una conferencia telefónica para discutir los hallazgos la autora principal del estudio, María Domínguez-Bello, profesora asociada de medicina del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

El estudio aparece en línea el 1 de febrero en la revista Nature Medicine.

Todo el mundo tiene bacterias que residen dentro y sobre del cuerpo, lo que incluye la boca, la piel, los intestinos y la vagina. En conjunto, esas comunidades de gérmenes conforman el "microbioma" humano.

La exposición temprana a los gérmenes o "microbios" en el canal de parto enseña a los sistemas inmunitarios de los recién nacidos a distinguir entre las bacterias útiles y las nocivas, explicaron los autores del estudio.

Según Gregory Buck, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad Estatal de Virginia en Richmond, "esas bacterias pueden establecerse en los intestinos, la piel, los ojos y otros orificios del bebé que están expuestos".

Untar a un bebé nacido por cesárea las secreciones de su madre "es una exposición menos intensiva a las bacterias" que la que el bebé habría tenido durante un parto por vía vaginal, dijo Buck. Buck es investigador principal de un proyecto financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. que examina cómo las bacterias vaginales afectan al parto prematuro.

Los científicos creen que las cesáreas afectan al desarrollo del microbioma natural. Los bebés nacidos por cesárea tienen un riesgo más alto de asma, alergias, obesidad y enfermedades autoinmunes más adelante en la vida, aunque los estudios no han probado una relación causal directa, señalaron los autores de la nueva investigación.

En Estados Unidos, casi uno de cada tres partos es una cesárea, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU.

Intentando restaurar los microbiomas de los bebés, el equipo de la NYU incubó una gasa estéril en la vagina de la madre una hora antes de la cesárea, y untó la boca y el cuerpo del bebé con la gasa empapada en fluido en un plazo de dos minutos después del nacimiento.

No se permitió participar a mujeres con enfermedades de transmisión sexual, infecciones bacterianas de la vagina y otras afecciones que pudieran exponer al bebé a gérmenes nocivos, según el informe.

En el estudio participaron 18 bebés y sus madres, que incluyeron a 7 nacidos por vía vaginal y a 11 cesáreas programadas. Cuatro de los bebés nacidos por cesárea se expusieron a los fluidos vaginales al nacer.

Seis veces durante el primer mes de vida de los bebés, los investigadores recolectaron bacterias de ubicaciones anales, orales y cutáneas de todos los bebés y madres, resultando en más de 1,500 muestras. Los investigadores analizaron las bacterias mediante secuenciación del ADN, y determinaron la fuente materna del microbioma de cada bebé.

Los bebés nacidos por cesárea expuestos a los fluidos vaginales tenían comunidades bacterianas que eran más similares a las de los bebés nacidos por vía vaginal que a las de los bebés nacidos por cesárea que no fueron expuestos a los fluidos vaginales de la madre, hallaron los investigadores.

"Nuestros resultados establecen la viabilidad, pero no los resultados de salud", enfatizó Domínguez-Bello.

El equipo de investigación "dio un primer paso importante", escribió en un editorial que acompaña al estudio en la revista Alexander Khoruts, de la Universidad de Minnesota. Aunque el tamaño y la duración del estudio fueron limitados, dijo que algún día unos ensayos aleatorios podrían conducir a tratamientos que beneficien a los bebés nacidos por cesárea.

En última instancia, los investigadores esperan seguir a un mayor número de madres y bebés durante un periodo extendido para determinar si la exposición a los fluidos vaginales afecta al riesgo de enfermedad de los niños.

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists) no ha opinado sobre la técnica, y Domínguez-Bello no quiso ofrecer un consejo médico.

José Clemente, coautor del estudio y profesor asistente de genética y ciencias genómicas de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, dijo que la moraleja es "no haga esto en casa. Hay que garantizar que se haga de forma segura para proteger al bebé".

El Dr. Philippe Girerd, obstetra y ginecólogo de Richmond, Virginia, y miembro de la facultad de la Universidad Estatal de Virginia, adoptó la práctica desde temprano. Ante la ausencia de infecciones vaginales y con el consentimiento de las madres, ha untado a cinco de 10 bebés nacidos por cesárea con secreciones vaginales.

"No prometo nada, pero les digo que la literatura parece implicar que quizá haya ciertos beneficios", dijo Girerd.

Más información

La Academia Americana de Microbiología (American Academy of Microbiology) ofrece más información sobre el microbioma humano.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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