El café no ayuda con los trastornos motores relacionados con el Parkinson

La cafeína no tiene ningún impacto, según un ensayo a largo plazo que revierte hallazgos anteriores
Coffee cup
Coffee cup

JUEVES, 28 de septiembre de 2017 (HealthDay News) -- Tomar café con regularidad no alivia los temblores ni los problemas del movimiento provocados por la enfermedad de Parkinson, a pesar de evidencias anteriores de que la cafeína podría ayudar, informa un nuevo ensayo clínico.

Los resultados anteriores a corto plazo del mismo ensayo habían mostrado que la cafeína mejoraba la función motora en un pequeño grupo de pacientes de Parkinson, dijeron los investigadores.

Pero los resultados a largo plazo del ensayo muestran ahora que los pacientes no recibieron ningún beneficio a partir de la cafeína entre los 6 y los 18 meses tras iniciar la terapia, señaló el investigador líder, el Dr. Ronald Postuma, profesor asociado de neurología en el Centro de Salud de la Universidad de McGill, en Montreal.

"La cafeína no hizo ninguna diferencia en el Parkinson", dijo Postuma. "No se puede usar como medicamento para el Parkinson".

Los hallazgos serán decepcionantes para muchos pacientes con Parkinson que recurrían al café para que les ayudara con los síntomas.

Los primeros resultados del ensayo sobre la cafeína causaron un gran revuelo en los medios, a pesar del hecho de que reportaron los efectos tras apenas seis semanas, comentó Postuma. Se publicaron en la revista Neurology en 2012.

"Los medios noticiosos lo anunciaron, y de repente todos mis pacientes estaban bebiendo café, algo que nunca fue mi intención", dijo Postuma. "Siempre tenemos que verificar los hallazgos".

La enfermedad de Parkinson es un trastorno cerebral progresivo que ocurre cuando el cerebro de una persona deja de producir poco a poco la dopamina, un neurotransmisor. A medida que la dopamina disminuye en el cerebro, la persona tiene cada vez menos capacidad de regular los movimientos corporales y las emociones, según la National Parkinson Foundation.

Algunas compañías farmacéuticas han estado investigando formas posibles de tratar los problemas motores en el Parkinson mediante el uso de fármacos que bloquean la adenosina, un neurotransmisor que inhibe el movimiento muscular, comentó Postuma.

Esto condujo a Postuma y a sus colaboradores a investigar si esos síntomas motores podían tratarse usando uno de los bloqueadores de adenosina más baratos disponibles: la cafeína.

"Nos interesaba ver si esa gente en realidad estaba mercadeando una cafeína cara, y se podría lograr lo mismo en el tratamiento del Parkinson solo usando cafeína", dijo Postuma.

Para el estudio, los investigadores reclutaron a 121 personas que habían tenido enfermedad de Parkinson durante un promedio de cuatro años.

Asignaron a la mitad a recibir una cápsula de cafeína de 200 miligramos dos veces al día, que es más o menos el equivalente a tres tazas de café al día. Los demás recibieron un placebo.

Los resultados a las seis semanas mostraron que los que tomaban cafeína parecían experimentar cierta mejora en la función motora.

Pero el seguimiento a largo plazo no mostró ninguna mejora en los síntomas de movimiento en el grupo de cafeína, en comparación con el grupo del placebo. Al final, los investigadores detuvieron el estudio de forma prematura basándose en los resultados decepcionantes.

"Cierra la puerta al café como tratamiento para los trastornos motores del Parkinson", dijo Postuma. "No vimos ni una señal. Los dos grupos tenían exactamente el mismo aspecto".

Lo interesante es que otros estudios han mostrado que las personas que no beben café tienen un riesgo más alto de desarrollar Parkinson, apuntó Postuma.

La idea inicial era que la cafeína o alguna otra sustancia del café o el té tiene algún tipo de efecto protector, dijo Postuma.

Pero también existe la posibilidad de que las personas propensas a desarrollar el Parkinson no reciban el mismo impacto que la mayoría recibe de una taza de café, dijo.

"Quizá hay algo que les hace menos propensos a disfrutar del placer del café", planteó Postuma, y anotó que el receptor cerebral que responde a la cafeína está en la misma región que controla el movimiento.

Este episodio muestra los peligros de emocionarse con las evidencias de un ensayo inicial de pequeña escala antes de que los resultados se confirmen en estudios de mayor tamaño y duración, enfatizó Charles Hall, profesor de epidemiología y salud de la población en el Colegio de Medicina Albert Einstein, en la ciudad de Nueva York.

"Lo veo pasar una y otra vez", dijo Hall. "Sin importar cuántas veces se aclare que se trata de un estudio pequeño que hay que replicar y verificar, la gente quiere aferrarse a la esperanza".

Al mismo tiempo, la gente no debe usar esto como una excusa para desarrollar una actitud cínica sobre el método científico, añadió Hall.

"El proceso funciona así. Unos estudios más pequeños muestran un resultado, y el estudio de confirmación se diseña para evaluar esa hipótesis", dijo Hall. "Es ciencia estándar, y mucha gente no lo entiende".

Los resultados finales del ensayo clínico aparecen en la edición en línea del 27 de septiembre de la revista Neurology.

Más información

Para más información sobre el tratamiento de la adenosina en la enfermedad de Parkinson, visite la National Parkinson Foundation.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

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