El consumo de carne de res de la madre podría afectar la fertilidad del hijo

Un estudio sugiere que mientras mayor sea el consumo, menor será el recuento de esperma

MARTES 27 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Las mujeres embarazadas que consumen carne de res siete o más veces a la semana pueden tener hijos con bajos recuentos de esperma.

La razón exacta de esta asociación aún no está clara. Pero las hormonas, los pesticidas u otras sustancias químicas encontrados en la carne de res podrían afectar el desarrollo de los testículos del feto en desarrollo, especularon los autores del estudio en la edición del 28 de marzo de Human Reproduction.

Aunque las madres gestantes y otras mujeres deberían sopesar estos hallazgos de manera juiciosa contra otra evidencia, agregaron los investigadores.

"No estamos diciendo que la gente debería dejar de consumir carne de res, y durante el embarazo es particularmente importante que las mujeres obtengan suficiente proteína", dijo la autora principal del estudio Shanna Swan, directora asociada de investigación y profesora de obstetricia y ginecología en la Facultad de medicina y odontología de la Universidad de Rochester (Nueva York).

"Las mujeres tienen que consumir proteínas, aunque no necesariamente tenga que ingerir carne", señaló. "Si las mujeres desean tomar medidas, podrían tratar de consumir carne de res libre de hormonas u orgánica, aunque no se ha demostrado, o reducir su consumo o buscar otra fuente de proteína".

El Dr. George R. Attia, profesor asociado y director de la División de endocrinología reproductiva e infertilidad en la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, agregó: "Es muy difícil sacar conclusiones de un solo estudio como éste. Usaron datos históricos, así que la madre tenía que recordar lo que solía comer durante ese tiempo. Esto hace que sea más difícil sacar una conclusión".

En los Estados Unidos y Canadá se utilizan seis hormonas anabólicas diferentes para estimular el crecimiento del ganado vacuno. Tres hormonas son naturales, estradiol, progesterona y testosterona, y tres sintéticas, zeranol (un estrógeno), acetato de trembolona (un esteroide con efectos andrógenos) y acetato de melengestrol (una progestina), señalaron los autores del estudio.

Desde 1988, el uso de estas hormonas está prohibido en Europa. En los Estados Unidos, el uso está regulado a través de niveles mensurables de las hormonas presentes en los músculos, grasa, hígado, riñón y otros órganos encontrados en los productos cárnicos.

De acuerdo con la información de fondo del estudio, los fetos en desarrollo y los niños preadolescentes son los más sensibles a la exposición de esteroides sexuales, así que es necesario vigilar el consumo de carne en mujeres embarazadas y niños pequeños.

Para este estudio, el primero en observar el consumo de carne de res y la calidad del semen, los investigadores analizaron muestras de semen y los cuestionarios de 387 hombres cónyuges de mujeres embarazadas. Los hombres, nacidos entre 1949 y 1983, habían reportado (con ayuda de sus madres, si era posible) la dieta que seguían sus propias madres durante el embarazo.

La concentración de esperma estaba inversamente relacionada con la cantidad de carne de res que la madre consumía cada semana. Los hijos de madres que habían comido carne de res más de siete veces a la semana tenían concentraciones de esperma 24.3 por ciento más bajas. Y la proporción de hombres que tenía una baja concentración de esperma era tres veces más alta (17.7 por ciento frente a 5.7 por ciento) entre los hijos de madres que consumían carne de res más de siete veces a la semana, en comparación con las madres que ingirieron menos cantidad durante el embarazo.

La concentración de esperma no estaba relacionada con el consumo de otros tipos de carne por parte de la madre, incluida la carne de ternera y cerdo, así como la de pescado y pollo, señalaron los investigadores.

Aunque ninguno de los hombres del estudio era infértil, el 18 por ciento de aquellos cuyas madres habían consumido la mayor cantidad de carne de res tenían recuentos de esperma clasificados como "subfértiles" por la Organización Mundial de la Salud, declararon los investigadores.

"Aunque esos hombres (hijos de madres que habían consumido altas cantidades de carne de res) eran fértiles, es probable que tardaran más tiempo en concebir o quizá si los hubiéramos contactado un año antes, habríamos podido detectar que estaban teniendo problemas reproductivos", apuntó Swan. "Eran el doble de propensos a haber consultado un médico porque pensaban que tenían problemas, así que no podemos afirmar que no existe un efecto sobre la fertilidad".

Los autores del estudio desconocen aún si las hormonas anabólicas de la carne de res pueden explicar los hallazgos. Sin embargo, la mayoría de la carne de res estadounidense que estas mujeres consumieron cuando estaban embarazadas estaba enriquecida con estas hormonas. La carne de res también contiene residuos de pesticidas y otros químicos industriales, apuntaron los autores del estudio.

Swan y sus colegas esperan repetir este estudio con los hombres nacidos en Europa después de 1988, tras la prohibición de las hormonas.

"Si hacemos el mismo estudio, y encontramos una asociación, no puede deberse a las hormonas, porque no se usan", dijo Swan. "Pero si no observamos ninguna asociación, esto apuntaría en efecto hacia las hormonas. Ese es nuestro plan".

Más información

Para más información sobre la infertilidad, visite la American Society of Reproductive Medicine.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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