¿Hay que replantear el tema de los lácteos y la salud del corazón?

dairy products
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MARTES, 28 de agosto de 2018 (HealthDay News) -- Durante años, los nutricionistas han advertido a los estadounidenses que minimicen los lácteos en la dieta, sobre todo los productos lácteos ricos en grasa.

Pero una nueva investigación en que participaron 24,000 adultos de EE. UU. sugiere que la leche y los productos derivados de la leche no plantean los graves riesgos de salud que sugerían investigaciones anteriores, y que quizá haya que relajar esas antiguas advertencias.

"A la luz de los efectos protectores de los productos lácteos, las autoridades de la salud deben revisar las directrices sobre el consumo de lácteos", concluyó el autor líder del estudio, Maciej Banach.

Pero quizá todavía se necesiten unas salvedades, dijo Banach, profesor en el departamento de hipertensión de la Universidad de Medicina de Lodz, en Polonia.

"Dadas las evidencias de que la leche aumenta el riesgo de [enfermedad cardiaca], es aconsejable beber leche libre de grasa o baja en grasa", planteó Banach en un comunicado de prensa de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC).

Los hallazgos del estudio fueron presentados el martes en la reunión anual de la ESC, en Múnich.

Debido a unos niveles con frecuencia altos de grasa saturada, hace mucho que se piensa que los productos lácteos aumentan el riesgo de una muerte precoz, sobre todo debido a enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y cáncer.

Pero los hallazgos sobre la conexión han sido inconsistentes en el mejor de los casos, anotó el equipo de Banach.

En esta investigación más reciente, que no recibió fondos de la industria láctea, el equipo polaco examinó datos recolectados sobre más de 24,000 adultos de EE. UU. Los participantes tenían una edad promedio de 48 años, y participaron en una encuesta federal de salud realizada entre 1999 y 2010.

El análisis mostró que el consumo de todo tipo de productos lácteos se vinculó con un riesgo un 2 por ciento más bajo de fallecer durante el periodo del estudio. Un mayor consumo de queso, en particular, se asoció con un riesgo un 8 por ciento más bajo de morir.

Los lácteos parecieron ser particularmente beneficiosos para la salud circulatoria relacionada con el cerebro. La investigación mostró que el consumo de todo tipo de productos lácteos se asoció con un riesgo un 4 por ciento más bajo de fallecer de un accidente cerebrovascular y de otras enfermedades cerebrovasculares, mientras que el consumo de leche se asoció con un riesgo un 7 por ciento más bajo.

Esos hallazgos fueron confirmados con un análisis de otros 12 estudios que incluyeron a casi 637,000 personas a quienes se dio un seguimiento promedio de 15 años, señaló el grupo de Banach.

Pero los investigadores encontraron que una ingesta alta de leche en sí se asoció con un riesgo un 4 por ciento mayor de muerte por enfermedad cardiaca.

¿Cómo interpretar todo esto? En primer lugar, los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales. Y los estudios implicados solo observaron asociaciones, no pudieron probar causalidad.

Entonces, los expertos en nutrición y cardiología de EE. UU. se mostraron de acuerdo en que este análisis no da este tema por zanjado.

"Aunque por un lado [los lácteos] parecieron proteger de la enfermedad cerebrovascular, por otro lado parecieron ser nocivos en la enfermedad de la arteria coronaria y la progresión", indicó la Dra. Rachel Bond, que ayuda a dirigir la salud cardiaca de las mujeres en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

"Como médica de enfermedad cardiovascular que maneja tanto el corazón como el sistema vascular de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, encuentro que este mensaje es contradictorio y no estoy segura de cómo interpretarlo", añadió.

"Diría que, más allá de este metaanálisis, tendría que haber más investigaciones y evidencias antes de que pueda hacer alguna recomendación definitiva a mis pacientes", apuntó Bond.

Stephanie Schiff es dietista registrada en el Hospital de Huntington en Huntington, Nueva York. Se mostró de acuerdo con el equipo polaco respecto a que los datos sobre los efectos cardiovasculares de los productos lácteos han sido "inconsistentes".

El nuevo hallazgo sobre el queso es particularmente desconcertante, dijo Schiff.

"Seguro que hará muy felices a los amantes del queso", apuntó, pero "sigue siendo de sabios tener cuidado. Debemos recordar que el queso es un alimento rico en grasa, y que una indulgencia excesiva puede conducir al sobrepeso o a la obesidad, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca y enfermedad cerebrovascular".

Y si el consejo de los investigadores es evitar la leche rica en grasa, "¿por qué se está ignorando esto respecto al queso?", se preguntó Schiff. "¿El queso tiene otro componente que lo hace más saludable?".

Por último, se pregunta si otros elementos en la dieta de un amante de los lácteos contribuyen a los riesgos o los beneficios para la salud.

Por ejemplo, señaló Schiff, "es posible que los adultos de EE. UU. que beben leche también consuman otros productos con la leche que pudieran contribuir a un aumento en la enfermedad cardiaca, como los cereales azucarados".

Entonces, concluyó Schiff, a pesar de estos nuevos datos, "todavía está por verse" el rol de los lácteos en la salud cardiovascular.

Más información

La Oficina para la Salud de las Mujeres de EE. UU. ofrece consejos sobre una alimentación saludable para el corazón.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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