MIÉRCOLES 25 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- En un esfuerzo por reducir las crecientes tasas de obesidad infantil, las autoridades sanitarias de EE.UU. dieron a conocer el miércoles los nuevos estándares de nutrición para los alimentos y bebidas que compiten con los programas de almuerzos federales.
Se trata de los alimentos poco saludables que los estudiantes de primaria, intermedia y secundaria pueden conseguir en comedores, cafeterías y en las cada vez más comunes máquinas expendedoras
"No hay regulación (para estos alimentos) en las escuelas, así que éstas se han convertido en un gran santuario de todo tipo de comida", dijo Geri Brewster dietista registrada y asesora en materia de buena salud del Centro Hospitalario Northern Westchester de Mount Kisco, Nueva York. "Es hora de afrontar el problema o de pagar las consecuencias más tarde".
El informe, Nutrition Standards for Foods in Schools: Leading the Way to Healthier Youth (Estándares de nutrición para los alimentos de las escuelas: Guía para una juventud más sana), fue dado a conocer el miércoles por el Institute of Medicine y los U.S. Centers for Disease Control and Prevention. Fue solicitado originalmente por el Congreso.
Lisa Harper Mallonee, dietista registrada y profesora asistente de higiene dental del Colegio de Odontología del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, calificó las recomendaciones de "maravillosas", pero enfatizó la necesidad de realizar grandes esfuerzos para hacer que funcionen.
"No sólo de las agencias federales y la industria, sino de la población en general", señaló. "Debe ser un esfuerzo conjunto de las escuelas, los padres y de todos los que trabajan en el sector escolar para ponerlas realmente en práctica".
De acuerdo con los CDC, la prevalencia del sobrepeso en los niños entre los 6 y los 11 años ha aumentado en más del doble en los últimos 20 años, al pasar de 7 por ciento en 1980 a 18.8 por ciento en 2004. Entre los adolescentes, las tasas casi se han triplicado, pues pasaron de 5 a 17.1 por ciento. Esta tendencia podría estar impulsada en parte por los alimentos ricos en calorías y pobres en nutrientes que se consiguen en las escuelas. A diferencia de los alimentos de programas de nutrición escolar reembolsados por el gobierno federal, estos alimentos no se rigen por ninguna directriz o recomendación nutricional.
Un informe encontró que nueve de cada 10 escuelas venden los así llamados alimentos de la competencia en cafeterías y máquinas expendedoras.
"Estos alimentos tienen efectos mucho más profundos que la obesidad", dijo Brewster. "Nuestros niños están más enfermos que nunca antes".
Se pidió a las agencias locales de educación que desarrollaran políticas para promover la buena salud en 2006 y, aunque se han tomado medidas, el progreso ha sido irregular. El nuevo informe se concibió en parte para fomentar estas políticas.
El comité autor de este informe primero dividió los alimentos y bebidas en dos grupos, tomando en cuenta qué tan bien se ajustaban a las Dietary Guidelines for Americans (Directrices dietéticas para los estadounidenses) de 2005.
Los alimentos y bebidas del grupo 1 ofrecían al menos una ración de frutas, verduras, granos enteros o productos lácteos bajos en grasa o descremados.
Los productos del grupo 2 no cumplían con las especificaciones del grupo 1, pero no se encontraban del todo fuera de las recomendaciones dietéticas. En esta categoría se encontraban las papitas al horno, las galletas integrales bajas en sodio o las galletas de animalitos.
El comité desarrolló luego el siguiente conjunto de "estándares":
Más información
El Departamento de Agricultura de EE.UU. puede darle más información sobre cómo los niños pueden comer una dieta saludable.