JUEVES, 27 de febrero de 2020 (HealthDay News) -- Un nuevo informe del gobierno muestra que más del 40 por ciento de las personas de Estados Unidos son obesas, una señal que sugiere que la epidemia de obesidad de EE. UU. dista mucho de estar bajo control.
Y casi 1 de cada 10 tiene obesidad mórbida, añadieron los investigadores.
"Durante el periodo de 1999 a 2018, la prevalencia de la obesidad aumentó en alrededor de un 12 por ciento, de un 30.5 a un 42.4 por ciento de los estadounidenses. La severidad mórbida casi se duplicó", señaló el autor del estudio, el Dr. Craig Hales, epidemiólogo médico del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
La obesidad es mucho más que tan solo un tema cosmético, ya que se asocia con la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiaca, la hipertensión, el accidente cerebrovascular, la enfermedad del hígado graso, la apnea del sueño, la artritis, la enfermedad de la vesícula biliar y más, según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU.
La obesidad se define como un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. La obesidad mórbida significa un IMC de a partir de 40. El IMC es un cálculo aproximado de la grasa corporal de una persona basado en la estatura y el peso. Una persona que mida 5 pies y 10 pulgadas (casi 1.8 metros) es obesa cuando llega a las 210 libras (95 kilos). Se consideraría que la misma persona tiene obesidad mórbida con 280 libras (127 kilos), estiman los CDC.
Hales apuntó que esta creciente amenaza de salud pública no tiene una respuesta fácil.
"La obesidad es un problema de salud muy complejo, asociado con muchos factores de salud distintos", dijo. Esos factores incluyen a las opciones individuales y a factores sociales, como los tipos de alimentos que están fácilmente disponibles y el acceso a lugares seguros para hacer ejercicio.
Rebecca Stanski, dietista registrada del Hospital de Gracie Square, en la ciudad de Nueva York, revisó los hallazgos, y se mostró de acuerdo en que el problema de la obesidad en EE. UU. no tiene respuestas simples.
"Hay muchos factores implicados en la obesidad. Tenemos una gran abundancia de alimentos ricos en calorías y energéticamente densos en EE. UU. Comer en exceso es fácil. Nuestros trabajos también son sedentarios, así que tenemos un gasto energético reducido", explicó.
Otro problema importante es el ritmo de la vida. "Todo el mundo anda apresurado, y está demasiado ocupado para tener una hora para el almuerzo. Comemos mientras hacemos otras cosas. Cuando hacemos esto, no podemos prestar atención a las señales del hambre y no paramos de comer cuando estamos llenos", explicó Stanski.
El nuevo informe del NCHS incluyó información de una encuesta nacionalmente representativa de adultos de más de 20 años. Se recolectó información de 1999 a 2018.
Entre algunos de los hallazgos clave del informe se incluyen:
Hales dijo que este informe solo puede aumentar la concienciación de las crecientes tasas de obesidad y obesidad mórbida. No contiene ninguna recomendación específica para abordar el problema.
Stanski cree que una cosa que podría ayudar es dar a las personas un mayor acceso a la consejería nutricional. "Muchos seguros no cubren las visitas a un nutricionista", lamentó.
Si su peso le preocupa, planteó Stanski, "la nutrición no tiene que ser restrictiva al extremo. Las personas que siguen dietas de moda o restrictivas al final ganan más peso del que perdieron. Enfóquese en comer una variedad de alimentos enteros, como las verduras, las frutas, los granos enteros y la proteína magra".
"Me gusta la regla del 80-20. El 80 por ciento del tiempo, enfóquese en alimentos saludables, y el 20 por ciento restante es para los alimentos 'divertidos' menos saludables", sugirió.
El informe del NCHS se publicó el 27 de febrero.
Más información
Para más información sobre la obesidad y los riesgos de salud que conlleva, visite el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU.
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