LUNES, 25 de junio de 2018 (HealthDay News) -- Los niveles bajos de vitamina D se asocian con un riesgo más alto de una enfermedad que provoca inflamación y cicatrización en los pulmones, según unos investigadores.
Cada año se diagnostican unos 200,000 casos de enfermedad pulmonar intersticial (EPI) en Estados Unidos. La mayoría de los casos son provocados por toxinas ambientales como el asbesto o el polvo de carbón, pero la EPI también puede ser provocada por trastornos autoinmunes, por infecciones o por los efectos secundarios de medicamentos. En algunos casos, se desconoce la causa.
Los investigadores de la Universidad de Johns Hopkins de Baltimore revisaron los datos recopilados sobre más de 6,000 adultos a lo largo de 10 años. Encontraron que los niveles más bajos de lo normal de vitamina D en la sangre se asociaron con un riesgo más alto de presentar señales tempranas de EPI.
Los hallazgos sugieren que un nivel bajo de vitamina D podría ser un factor en el desarrollo de la enfermedad pulmonar intersticial, según los autores del estudio. El estudio fue publicado el 19 de junio en la revista Journal of Nutrition.
"Sabíamos que la hormona activada de la vitamina D tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a regular el sistema inmunitario, que funciona mal en la EPI", comentó la líder del estudio, la Dra. Erin Michos, directora asociada de cardiología preventiva en el Centro de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares de la universidad.
"También había evidencias en la literatura de que la vitamina D juega un papel en las enfermedades pulmonares obstructivas, como el asma y la EPOC, y ahora hemos visto que también hay una asociación con esta forma de cicatrización de la enfermedad pulmonar", dijo Michos en un comunicado de prensa de la universidad.
"Nuestro estudio sugiere que unos niveles adecuados de vitamina D podrían ser importantes para la salud pulmonar. Ahora podríamos pensar en añadir a la deficiencia de vitamina D a la lista de factores implicados en los procesos de la enfermedad, junto con los factores de riesgo de la EPI conocidos, como las toxinas ambientales y fumar", señaló Michos.
Los investigadores advirtieron que los resultados del estudio no demuestran causalidad. Pero los hallazgos sí respaldan la necesidad de futuros estudios que investiguen si el tratamiento de la deficiencia de vitamina D, por ejemplo los complementos o la exposición a la luz solar, podrían prevenir o ralentizar la progresión del trastorno.
No hay un tratamiento ni una cura probados para la EPI. La mayoría de las personas con esta enfermedad no viven más de 5 años después del diagnóstico, indicaron los investigadores.
Más información
La Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association) tiene más información acerca de la enfermedad pulmonar intersticial.
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