El ejercicio durante el embarazo mantiene normal el tamaño del recién nacido

Un estudio sugiere que los aeróbicos de bajo impacto son seguros y beneficiosos durante todo el embarazo

LUNES, 21 de septiembre (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio reciente señala que, además de mantener sana a mamá, el ejercicio regular durante el embarazo ayuda a prevenir el peso excesivo del recién nacido.

En el estudio publicado en la edición de octubre de Obstetrics and Gynecology, los investigadores noruegos hallaron que las probabilidades de tener un bebé demasiado grande se reducían en hasta un 28 por ciento entre las mujeres que hacían ejercicio regular durante el segundo y el tercer trimestre de su primer embarazo.

"Con frecuencia, las mujeres adoptan hábitos más saludables antes y durante el embarazo, como eliminar el consumo de cafeína. Este estudio sugiere que agregarle ejercicio a esa lista podría ser el toque final", apuntó el Dr. Robert Welch, presidente de ginecoobstetricia del Hospital Providence de Southfield, Michigan.

Médicamente conocido como macrosomia fetal, un mayor peso al nacer representa un riesgo tanto para la madre como para el bebé. Según la información de respaldo del estudio, si un bebé pesa más de 4 kg (8.8 lb), aumentará el riesgo de problemas en el parto, cesáreas, hemorragia posparto y bajos puntajes de Apgar. Un mayor peso al nacer también se ha relacionado con más riesgo de obesidad más adelante, según los investigadores.

El estudio también informó que la cantidad de bebés demasiado grandes parece estar aumentando, mientras que la cantidad de mujeres que hace ejercicio durante el embarazo se está reduciendo.

Para medir el efecto del ejercicio sobre el peso del recién nacido, los investigadores noruegos revisaron datos del estudio de Cohortes de madres e hijos noruegos. En esa base de datos se incluyó información acerca de unas 37,000 mujeres cuyos embarazos habían durado al menos 37 semanas.

Las mujeres tenían embarazos de un solo feto. Las dos terceras partes de las mujeres tenían peso normal y el veinte por ciento tenían exceso de peso, pero no eran obesos.

La información sobre el ejercicio se recopiló en las semanas 17 y 30 de los embarazos. Entre las mujeres que no habían estado embarazadas antes, el 43 por ciento aseguró que hacía ejercicio tres veces a la semana o más antes del embarazo. Entre las mujeres que no habían estado embarazadas antes, el 32 por ciento aseguró que hacía ejercicio tres veces a la semana o más.

Para la semana treinta del embarazo, el 25 por ciento informó que nunca hacía ejercicio y el 19 por ciento que lo hacía entre dos y tres veces al mes. El 29 por ciento informó sobre hacer ejercicio una o dos veces a la semana, mientras que el 24 por ciento aseguró que hacía ejercicio tres o más veces a la semana.

El ejercicio antes del embarazo no pareció hacer la diferencia en el peso del bebé al nacer, pero el ejercicio durante el embarazo sí. Para las mujeres que nunca habían estado embarazadas antes, las que hacían ejercicio al menos tres veces a la semana tenían un riesgo 28 por ciento menor de tener un bebé de peso considerable, mientras que las que continuaban haciendo ejercicio regularmente a las treinta semanas tenían un riesgo 23 por ciento menor de tener un bebé demasiado grande.

Los efectos del ejercicio no parecían ser tan beneficiosos para las mujeres que ya habían tenido hijos. Cuando estas mujeres bailaron o participaron en aeróbicos de bajo impacto, también redujeron las probabilidades de tener un bebé grande, pero si nadaban o hacían ejercicio en un gimnasio, el beneficio desaparecía.

Aunque el estudio no logró explicar las razones, el Dr. Steven Allen, presidente de ginecoobstetricia de Scott & White Healthcare de Temple, Texas, señaló que este podría ser un factor de riesgo menos modificable en embarazos subsiguiente o en "las que probablemente no hacían suficiente ejercicio".

Allen señaló que, aunque el ejercicio durante el embarazo definitivamente es una buena idea, estos hallazgos podrían ser distintos si se realizan con otra población. Por ejemplo, las mujeres estadounidenses probablemente sean más diversas étnicamente y podrían tener distintos niveles de índice de masa corporal.

De cualquier modo, según Allen, "se debe invitar a hacer ejercicio a cualquiera que esté lo suficientemente sano para hacerlo. ¿Quién dijo que había que dejar de hacer ejercicio solo por estar embarazada?".

Allen agregó que las investigaciones en los EE. UU. también han demostrado que las mujeres que hacen ejercicio tienen menos probabilidades de parto prematuro.

Welch advirtió que a medida que avanza el embarazo, deben evitar cualquier ejercicio en el que tengan que tenderse de espaldas porque esto puede restringir el flujo sanguíneo tanto para la madre como para el bebé. Además, no deben practicar deportes de contacto ni alguno en el que sea posible caerse, como montar a caballo.

Señaló que le dice a sus pacientes que eviten que su ritmo cardiaco aumente más allá de los 120 latidos por minuto cuando hacen ejercicio. Esto permite hacer trabajo aeróbico, pero no tanto que impida la irrigación sanguínea al feto, explicó Welch.

Más información

Para más información sobre el ejercicio durante el embarazo, visite March of Dimes.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com