La depresión materna tiene un efecto negativo sobre el sueño del bebé

Pero un estudio sugiere que la alteración es reversible con cambios conductuales y ambientales

MIÉRCOLES, 6 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- Las mujeres que se enfrentan a la depresión cuando sus hijos nacen son más propensas a tener bebés con problemas significativos de sueño, que también corren un mayor riesgo de tener depresión de inicio temprano en la niñez, según afirma un estudio reciente.

En los primeros seis meses de vida, los bebés cuyas madres estaban deprimidas tardaron más en quedarse dormidos de noche, durmieron en periodos más cortos y con menos profundidad que los bebés cuyas madres no experimentaban depresión. Estos bebés de alto riesgo también tenían periodos de sueño más frecuente pero mucho más cortos durante el día, según los hallazgos publicados en la edición del 1 de mayo de la revista Sleep.

Aunque no están seguros de las causas de estos patrones alterados de sueño, los investigadores señalan que creen que la afección y sus consecuencias se pueden revertir en el niño.

"Creemos que podríamos desarrollar una intervención conductual y ambiental para mejorar la incorporación al sueño y los ritmos circadianos en estos bebés en alto riesgo", afirmó en un comunicado de prensa de la Academia estadounidense de medicina para el sueño (American Academy of Sleep Medicine) la autora principal del estudio Roseanne Armitage, directora del Laboratorio de Sueño y Cronofisiología del Centro de Depresión de la Universidad de Michigan. "Podrían aún ser modificables, dado que la regulación cerebral es muy plástica y responde muy bien en la niñez".

Estudios anteriores han sugerido que el cortisol, una hormona del estrés producida en mayores cantidades por las mujeres deprimidas durante el embarazo y tras el parto, podría afectar la capacidad de dormir del bebé.

Si los problemas de sueño infantiles no se resuelven, pueden volverse en problemas a largo plazo que pueden afectar no sólo la salud mental y física del niño, sino también la de la madre, según estudios previos. Esto es un problema particular entre las personas con depresión materna. La salud de la madre podría deteriorarse más si los problemas de sueño de su hijo provocan que pierda el valioso tiempo de descanso.

Durante seis meses a partir de las dos semanas tras el nacimiento, los investigadores monitorizaron el sueño de dieciocho bebés nacidos a término completo y sus madres durante periodos de siete días consecutivos una vez al mes. Las madres, algunas de las cuales no tenían antecedentes personales ni familiares de depresión, mientras que otras habían sido diagnosticadas con depresión o síntomas depresivos elevados, también llevaron diarios sobre los patrones diarios de sueño y vigilia.

Los investigadores dijeron que opinan que estudios posteriores deben examinar si los patrones de sueño de los bebés pueden modificarse, y cuáles son las mejores condiciones para el sueño nocturno.

Más información

El Centro de Estudios del Niño de la Universidad de Nueva York tiene más información sobre la depresión infantil.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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