No se convierta en una estadística de quemados por pólvora este año

Miles de estadounidenses resultan lesionados cada año en accidentes en sus patios traseros

VIERNES 2 de julio (HealthDayNews) -- Cada año, a medida que se acerca el 4 de julio, los expertos en salud y seguridad emiten advertencias detalladas sobre los peligros de los fuegos artificiales.

Y cada año, miles de estadounidenses terminan en las salas de emergencia de los hospitales con varias lesiones, desde pérdida de miembros hasta pérdida de la visión.

Este año, una coalición de grupos espera que el mensaje de que los aparentemente inofensivos fuegos artificiales no lo son sea escuchado.

Diez organizaciones de salud y de seguridad, desde la American Academy of Pediatrics y la American Academy of Ophthalmology hasta la American Burn Association y la National Fire Protection Association, están realizando un llamamiento para que los fuegos artificiales sean prohibidos e instando a adultos y niños a que se mantengan alejados de ellos. En cambio, es mejor que acudan a exhibiciones públicas de fuegos artificiales realizadas por profesionales, recomiendan los grupos.

"Incluso en condiciones en las que la gente piensa que las cosas están bajo control ocurren las tragedias", sostuvo el Dr. Ronald P. Danis, oftalmólogo de la Universidad de Wisconsin. "Estoy totalmente de acuerdo con que la única manera realmente segura de mirar fuegos artificiales es acudir a una exhibición pública".

¿Necesita más pruebas de que la pólvora es peligrosa? Tenga esto en cuenta:

En 2003, los médicos trataron en las salas de emergencia unas 9,300 lesiones relacionadas con pólvora. Hubo cinco muertos. En 2002, hubo 8,800 lesiones e informes de cuatro muertos, dos en exhibiciones profesionales y dos relacionados con explosiones retrasadas y de fuegos artificiales aéreos, según la U.S. Consumer Product Safety Commission.

Las siguientes son algunas de las lesiones.

  • Un niño de 12 años resultó con daño en su retina y su pupila porque le lanzaron un petardo.
  • Un hombre de 44 años perdió su ojo izquierdo mientras intentaba volver a encender un cohete que se había apagado antes de salir.
  • Una niña de tres años sufrió daño permanente en su iris cuando un petardo se estrelló contra una pared de cemento y lanzó trozos desprendidos de la pared.
  • Un bebé de ocho meses fue golpeado por un cohete mientras estaba en los brazos de su madre. La cobija se prendió y le causó quemaduras de segundo grado en sus manos y su brazo izquierdo, a la vez que quemaduras de tercer grado en la cara.

"Estamos muy preocupados porque el número de lesiones ha aumentado. Me parece importante que todo el mundo sepa que con la pólvora no se juega", advirtió Betsy van Die, directora de relaciones con los medios de Prevent Blindness America, un grupo de salud y seguridad ocular.

"Actualmente, apenas son siete los estados que tienen prohibida la pólvora", añadió. "Cuando comencé hace tres años, eran diez.

"Incluso en aquellos estados en donde está prohibida, dicha prohibición no se llega a cumplir totalmente", continuó van Die. "Puede que agarren a alguien que esté transportando grandes cantidades de fuegos artificiales, pero no cogen a los chicos que están en la calle encendiendo petardos".

Unas tres veces más hombres que mujeres resultaron heridos en 2002, según la Consumer Product Safety Commission. Cerca de la mitad de las lesiones le ocurrieron a los menores de 15 años.

"Normalmente, observamos que hay un grupo demográfico en riesgo, varones menores de 14 ó 15 años", sostuvo Danis. "Hay algo en el cromosoma Y que promueve el comportamiento arriesgado".

Y esos riesgos incluyen las bengalas. Parecen una diversión inofensiva, pero son las que causan la mayor cantidad de lesiones entre los distintos tipos de fuegos artificiales.

Cerca de 1,500 personas resultaron heridas por bengalas en 2002. Fueron responsables de la mitad de las lesiones en niños menos de cinco años. Los niños entre 5 y 14 años resultaron heridos por ellas más frecuentemente que con cualquier otro tipo de artefacto de fuegos artificiales

"Las bengalas pueden alcanzar una temperatura de hasta 1,800 grados [unos 980 grados Celsius]", afirmó van Die. "Los niños tienen la tendencia a correr con ellas y se las pueden clavar accidentalmente a alguien en el ojo".

Los petardos fueron el segundo artefacto más peligroso, responsable de 1,000 lesiones, seguidos por los cohetes con 800.

Algunas de las lesiones más graves fueron causadas por voladores, sostuvo Danis.

"Tienen suficiente energía y poder explosivo para poder hacer mucho daño, además de ser proyectiles aéreos inestables e impredecibles", dijo. "También son muy baratos y se venden en grandes cantidades, lo que promueve su uso".

Las partes del cuerpo más afectadas en 2002 fueron las manos, las cuales fueron tratadas en un estimado de 1,800 visitas a la sala de emergencias. Las visitas por lesiones oculares alcanzaron 1,200, seguidas por aquellas en la región de la cabeza, la cara y la oreja, que causaron 1,000 visitas.

Los médicos y los defensores de la salud instan a la gente que quiera disfrutar de los fuegos artificiales a que acudan a cualquiera de los muchos espectáculos públicos que se celebran con motivo del cuatro de julio, en lugar de encender pólvora por su cuenta en el patio trasero.

Más Información

Para saber más acerca de los peligros de la pólvora, visite Prevent Blindness America.

Traducido por HispaniCare

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