Unos médicos realizan la primera cirugía cerebral en el útero

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Por primera vez los cirujanos realizaron con éxito una cirugía cerebral prenatal en un feto con una rara anormalidad en los vasos sanguíneos

VOGM o malformación de la vena de Galeno, a menudo se ve en una ecografía durante el embarazo

Los recién nacidos con la afección a menudo desarrollan problemas poco después del nacimiento y los que sobreviven pueden verse seriamente afectados

VIERNES, 5 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Por primera vez, los médicos han realizado con éxito una cirugía cerebral en un feto para tratar una rara anomalía de los vasos sanguíneos, que puede resultar letal en los recién nacidos.

Los expertos apuntaron que el logro, para una afección llamada malformación de la vena de Galeno (VOGM, por sus siglas en inglés) es "emocionante". Pero también advirtieron que este es único caso, y se necesita más investigación para saber si el procedimiento cerebral prenatal es una buena estrategia.

La VOGM es rara, ocurre en un estimado de 1 de cada 60,000 nacimientos, y con frecuencia se detecta durante los ultrasonidos de rutina a finales del embarazo.

La afección surge cuando unas arterias deformes del cerebro realizan una conexión errónea: en lugar de enviar sangre a los vasos capilares más pequeños que alimentan al cerebro y ralentizar el flujo de sangre, las arterias se conectan directamente a una gran vena que lleva la sangre desde el cerebro hasta el corazón.

Esto resulta en un aumento de sangre en la vena, lo que puede poner un enorme estrés en el corazón y los pulmones de un recién nacido. (Antes del nacimiento, las condiciones del útero evitan que esto suceda).

En los casos más graves, los recién nacidos pueden desarrollar insuficiencia cardiaca en un par de días tras el nacimiento, o sufren otras complicaciones peligrosas, como una inflamación cerebral e hipertensión en las arterias pulmonares.

"Alrededor de un 50 a un 60 por ciento de los recién nacidos tienen problemas justo tras nacer", apuntó el Dr. Darren Orbach, codirector del Centro de Cirugías e Intervenciones Cerebrovasculares del Hospital Pediátrico de Boston.

En ese momento, el tratamiento estándar es un procedimiento llamado embolización: un neurocirujano inserta un tubo delgado y flexible, llamado catéter, en la arteria de la ingle del bebé, y entonces lo lleva hasta el cerebro. Desde allí, se inyectan unos materiales especiales (un "pegamento" o unas espirales blandas) cerca de las conexiones entre arterias y venas, que ralentizan el flujo de la sangre.

Pero incluso con el tratamiento, alrededor de un 40 por ciento de estos recién nacidos fallecen, lamentó Orbach. Muchas más quedan con graves impedimentos, debido a la lesión cerebral.

Anotó que esto es una mejora respecto a hace años, cuando los casos graves de VOGM casi siempre resultaban letales.

Pero él y sus colegas del Pediátrico de Boston y del Hospital Brigham and Women's deseaban ver si podían obtener mejores resultados al intervenir mediante una embolización antes del nacimiento, para prevenir las complicaciones graves.

Primero, dijo Orbach, tenían que encontrar una forma fiable de predecir, durante el embarazo, cuáles niños recién nacidos tenían probabilidades de empeorar rápidamente. En su investigación anterior, encontraron que el ancho de una estructura particular del cerebro del feto, que se puede observar a través de una IRM de la madre embarazada, era un factor de predicción. Por encima de un umbral particular, era casi inevitable que los recién nacidos sufrieran rápidamente problemas graves.

Entonces, desarrollaron el plan para traducir la embolización estándar a un proceso prenatal, y "tomaron prestadas" unas tácticas con agujas, dijo Orbach, de sus colegas que realizan cirugías cardiacas fetales.

Esto implica atravesar la pared uterina con una aguja, para tratar la VOGM, a través de un punto blando en la parte posterior del cráneo del feto. Se lleva un "microcatéter" a través de la aguja, orientado por imágenes de ultrasonido, para realizar la embolización.

En un informe publicado en la revista Stroke, los investigadores describieron su primer procedimiento exitoso, realizado en un feto que tenía 34 semanas y 2 días de edad, y que presentaba un 99 por ciento de probabilidades de tener problemas tras nacer.

Realizaron el procedimiento en sí sin dificultades. A través de las imágenes, los médicos vieron una reducción inmediata en el flujo sanguíneo excesivo que salía del cerebro, y una reducción en la carga de trabajo del corazón. El procedimiento sí provocó una ruptura prematura de las membranas, de manera que el bebé nació dos días después, mediante un parto inducido.

La recién nacida no sufrió ningún problema cardiaco, y le está yendo bien a la edad de 6 semanas, aseguró Orbach: come con normalidad, aumenta de peso, no necesita ningún medicamento y no muestra señales de lesión cerebral.

Un cardiólogo pediátrico que no participó en el estudio afirmó que los resultados son emocionantes y promisorios.

En cuanto a los problemas cardiacos, es probable que la bebé ya no esté en peligro, comentó el Dr. Gary Satou, del Hospital Pediátrico UCLA Mattel, en Los Ángeles.

Las preguntas a más largo plazo son sobre el cerebro, apuntó, entre ellas si la bebé alcanzará los hitos del desarrollo en los plazos normales.

El caso es apenas el primero en un ensayo clínico de mayor tamaño que el equipo de Boston está llevando a cabo, bajo la supervisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.

"Se necesita un gran número de casos antes de que se puedan sacar conclusiones", aclaró Satou.

El Dr. Colin Derdeyn realiza embolizaciones en recién nacidos con VOGM en el centro médico académico University of Iowa Health Care, en Iowa City.

Afirmó que el procedimiento fetal es "pionero", y dijo que los resultados del primer caso son alentadores. Pero también hizo una advertencia sobre los puntos desconocidos.

"Podrían surgir problemas de seguridad en procedimientos futuros, y este método a través de las venas podría no ser consistentemente exitoso para prevenir la insuficiencia cardiaca", comentó Derdeyn en una declaración de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

Orbach observó que el ensayo se diseñó para inscribir a 20 pacientes. Entre las preguntas de seguridad se incluyen si el procedimiento fetal puede desencadenar un sangrado cerebral o un accidente cerebrovascular. Orbach dijo que tampoco se sabe si algunos bebés necesitarán una embolización adicional después de nacer.

Una pregunta más amplia para el futuro es si esta táctica general se puede usar para tratar otras afecciones prenatales.

"No hemos accedido antes al cerebro fetal de esta forma", señaló Orbach. Si se puede hacer de forma segura, anotó, esto abriría preguntas sobre la administración de medicamentos, o incluso terapias genéticas, al cerebro fetal.

"Pero esto es para el futuro lejano", añadió Orbach.

Más información

El Hospital Pediátrico de Boston ofrece más información sobre la malformación de la vena de Galeno.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Darren Orbach, MD, PhD, co-director, Cerebrovascular Surgery and Interventions Center, Boston Children's Hospital, associate professor, radiology, Harvard Medical School, Boston; Gary Satou, MD, director, pediatric echocardiography, and co-director, UCLA Fetal Cardiology Program, UCLA Mattel Children's Hospital, UCLA Medical Center, Los Angeles, and past chairman, congenital cardiac defects committee, American Heart Association, Dallas; American Heart Association, news release, May 2, 2023; Stroke, May 4, 2023, online

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Una cirugía cerebral exitosa realizada en el útero es el primer paso en un ensayo clínico del procedimiento.

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