La labor manual y los desplazamientos en bicicleta o a pie ayudan al corazón

Un estudio confirma que la actividad física en cualquier forma podría reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca

LUNES, 20 de septiembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Para tener un corazón sano, no hay que sudar durante horas cada semana en el gimnasio. Si su trabajo lo mantiene relativamente activo, está obteniendo beneficios cardiacos, sugiere una investigación reciente.

De hecho, el estudio encontró que los hombres que eran moderadamente activos en el trabajo tenían diez por ciento menos probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca, mientras que las mujeres que eran moderadamente activas eran veinte por ciento menos propensas a desarrollar insuficiencia cardiaca.

No resultó sorprendente que el estudio encontrara que lo mejor de ambos mundos, o sea combinar la actividad física durante el tiempo libre y la actividad laboral, llevaba a incluso a una mejor salud cardiaca.

"Mostramos que la actividad de ocio y la actividad ocupacional, además de caminar a diario hasta y desde el lugar de trabajo, pueden reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca", aseguró el autor principal del estudio, el Dr. Gang Hu, profesor asistente y director del Laboratorio de Epidemiología de las Enfermedades Crónicas del Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge, Luisiana.

Hu y sus colegas señalan que su estudio podría ser el primero en mostrar que la actividad física en el trabajo, y desplazarse hacia el trabajo, protege contra la insuficiencia cardiaca del mismo modo que el ejercicio durante el tiempo de ocio.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 28 de septiembre de la revista Journal of the American College of Cardiology.

Hu, junto al autor líder del estudio Yujie Wang y el resto del equipo, revisaron datos de dos grandes grupos de hombres y mujeres finlandeses. Poco más de 28,000 hombres y 29,874 mujeres fueron incluidos en el estudio.

Según el estudio, los voluntarios tenían entre 25 y 74 años de edad. Todos cumplimentaron encuestas sobre sus niveles de actividad física. Para la actividad laboral, una actividad "baja" se definió como trabajo de oficina o cualquier trabajo en que se pase la mayor parte del día sentado. La actividad "moderada" en el trabajo incluía trabajos que requieren estar de pie y caminar con frecuencia, como de mesero o empleado de tienda. Los niveles "altos" de actividad en el trabajo se consideraban como labor manual intensa, que incluía caminar y levantar objetos en trabajos industriales o agrícolas.

La actividad de desplazamiento al trabajo también se dividió en tres categorías: "baja" significaba ni caminar ni montar bicicleta, "moderada" se consideraba como 29 minutos de caminata o bicicleta para ir al trabajo, y "alta" como caminar o montar bicicleta durante más de treinta minutos al día para desplazarse al trabajo.

Para la actividad de ocio, el estudio definió actividad "baja" como estar completamente inactivo, por ejemplo leer o ver televisión. La actividad "moderada" incluía alguna forma de actividad física durante más de cuatro horas a la semana, como caminar, montar bicicleta o atender el jardín, pero no incluyó la actividad de desplazamiento. La actividad de ocio "alta" incluía actividad física vigorosa, como correr, trotar, nadar, trabajar intensamente en el jardín o participar en deportes competitivos, durante más de tres horas a la semana.

Tras un promedio de 18.4 años de seguimiento, los investigadores encontraron que 1,868 hombres y 1,640 mujeres desarrollaron insuficiencia cardiaca.

Tras ajustar los factores de riesgo conocidos como la edad, fumar, el índice de masa corporal, la presión arterial, el colesterol y otros, los investigadores encontraron que la actividad física protegía contra la enfermedad cardiaca.

La actividad física durante el tiempo libre tendía a proveer el mayor beneficio. En los hombres, la actividad física durante el tiempo de ocio reducía el riesgo de insuficiencia cardiaca en 17 por ciento, y los niveles altos de actividad en el tiempo libre reducían el riesgo en 35 por ciento. En las mujeres, las reducciones en el riesgo fueron de 16 y 25 por ciento, respectivamente.

La actividad física durante el trabajo también resultó protectora. En los hombres, la actividad moderada reducía el riesgo de insuficiencia cardiaca en diez por ciento, mientras que la actividad física alta durante el trabajo reducía el riesgo en 17 por ciento. En las mujeres, la actividad moderada reducía el riesgo de insuficiencia cardiaca en 20 por ciento.

Los investigadores encontraron una asociación entre la actividad de desplazamiento alta y una reducción de la insuficiencia cardiaca en las mujeres, pero no en los hombres (tras ajustar por los demás factores de riesgo).

También encontraron que la combinación de dos tipos de actividad cualquiera reducía el riesgo de insuficiencia cardiaca aún más.

Hu apuntó que era probable que la actividad en el ocio protegiera más simplemente porque las personas que participaban en actividades en su tiempo libre hacían más ejercicio.

"Este estudio confirma el mensaje de que mientras más actividad, mejor. No importa qué tipo de actividad sea", aseguró el Dr. Michael Davidson, director de cardiología preventiva del Hospital de la Universidad de Chicago, en Illinois.

"Cuando piensan sobre aumentar la actividad física, la gente no siempre se plantea aumentar su actividad en el trabajo, pero cualquier actividad (de desplazamiento, en el trabajo o en el tiempo libre) puede reducir el riesgo de enfermedad cardiaca", enfatizó Davidson.

Hu sugirió que las personas intenten aumentar la actividad física en el trabajo, sobre todo porque muchas personas se pasan ahora el día sentadas frente a las computadoras.

Más información

Para más información sobre la información física y sus efectos cardiacos, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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