¿Desea rejuvenecer? Entrénese para un maratón

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LUNES, 6 de enero de 2020 (HealthDay News) -- Su resolución de Año Nuevo de correr un maratón por primera vez podría ser la vía para tener un corazón más joven y sano, sugiere un estudio reciente.

Las personas que corren un maratón por primera vez experimentan unos beneficios de salud que en esencia rejuvenecen su sistema circulatorio, informan los investigadores.

"Entrenar para un maratón, incluso aunque sea un corredor novato, tiene unos beneficios significativos en el sistema cardiovascular y puede 'revertir' los efectos del envejecimiento que encontramos en los vasos sanguíneos mayores en cuatro años", señaló la investigadora sénior, la Dra. Charlotte Manisty, cardióloga asesora del Instituto de Ciencias Cardiovasculares del Colegio Universitario de Londres y el Centro Cardiaco Barts, en Londres.

Seis meses de entrenamiento para el Maratón de Londres aumentaron la flexibilidad y la salud de los vasos sanguíneos de los participantes del estudio, y redujeron su presión arterial más o menos al mismo nivel que lo harían los medicamentos, apuntó Manisty.

Además, los beneficios fueron mayores en las personas que tenían más edad o que comenzaron con una peor aptitud física, añadió Manisty.

En esencia, el ejercicio regular puede considerarse como la fuente de la juventud, aseguró Barry Franklin, director de los laboratorios de rehabilitación cardiaca y ejercicio del Hospital William Beaumont, en Royal Oak, Michigan.

"El ejercicio tiene efectos contra el envejecimiento", dijo Franklin. "Este estudio lo muestra, sin duda".

Manisty y Franklin se mostraron de acuerdo en que todo el que inicie un programa de ejercicio para un evento de resistencia en otros deportes (ciclismo, natación, triatlón) podría prever unos beneficios similares para la salud del corazón.

En este estudio, Manisty y sus colaboradores siguieron a 138 corredores primerizos de maratón en los maratones de Londres de 2016 y 2017. Los corredores tenían de 21 a 69 años, con una edad promedio de 37 años, y había la misma cantidad de hombres y mujeres.

Los investigadores evaluaron la presión arterial y la rigidez de la aorta (la mayor arteria del cuerpo) de cada participante, antes de que iniciaran seis meses de entrenamiento y una vez más después de que completaran el maratón.

El endurecimiento de las arterias es una parte normal del envejecimiento, pero esto hace que el corazón tenga que trabajar más al obligarlo a bombear la sangre a través de unos vasos sanguíneos estrechos que son menos capaces de ensancharse para permitir un mejor flujo sanguíneo, comentaron los autores del estudio en las notas de respaldo.

Los organizadores del maratón entregaron a los participantes un plan de entrenamiento para principiantes, que consistía de tres carreras por semana que aumentan en dificultad a medida que el evento principal se acerca. Las carreras tendían a variar entre seis y 13 millas (entre 9.7 y 21 kilómetros) por semana.

El entrenamiento redujo la presión arterial sistólica y diastólica en 4 y 3 puntos, en promedio, mostraron los hallazgos. También mejoró la capacidad de la aorta de dilatarse bajo la presión en un 9 por ciento.

Esto equivale a eliminar cuatro años de la edad de la aorta, apuntaron los investigadores.

"Algo importante es que para casi cualquiera resulta fácil lograr los niveles de aptitud física que se obtuvieron, y los que tenían una peor aptitud física parecieron obtener el mayor beneficio, lo que sugiere que incluso unos aumentos modestos en la aptitud física probablemente tengan unos efectos beneficiosos significativos", planteó Manisty.

Fijarse una meta como correr un maratón puede ayudar a una persona a persistir en un programa de ejercicio, afirmó, y también la anima a hacer otras mejoras en el estilo de vida, como comer de forma saludable o dormir mejor.

"Pero esa meta no tiene que ser un maratón", aseguró Manisty. "Un entrenamiento que se mantenga, orientado a una meta de cualquier nivel, tendrá beneficios para la salud".

Franklin apuntó que esto concuerda con otros estudios que han encontrado que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de ataque cardiaco de una persona en hasta un 50 por ciento, al mejorar la presión arterial, reducir los niveles de colesterol y estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.

A pesar de esto, en el núcleo de la relación de los estadounidenses con el ejercicio se encuentra una "inmensa paradoja", lamentó Franklin.

"Hay unas evidencias científicas crecientes que resaltan los beneficios del ejercicio regular, pero en Estados Unidos tenemos una pandemia de inactividad física", enfatizó Franklin. "Debido a la tecnología, literalmente estamos diseñando nuestras vidas para que no haya actividad física, y estamos pagando un terrible precio: el aumento en el riesgo de enfermedades crónicas".

Un experto en la salud del corazón anotó que entrenarse para un maratón podría ser el inicio de una vida más saludable.

"El ejercicio regular es beneficioso para la prevención de la enfermedad cardiovascular. Lo esencial es el compromiso a largo plazo de convertir el ejercicio en un estilo de vida", aseguró el Dr. Lawrence Krakoff, cardiólogo del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. "Si este estudio anima a esa transición, podría tener un importante impacto positivo en un envejecimiento sano".

Según la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, para hacerlo de forma segura, las personas que se fijen una meta de aptitud física deben:

  • Comenzar el régimen de entrenamiento de forma paulatina, comenzando poco a poco y aumentando el nivel de actividad gradualmente.
  • Prestar atención al dolor en las articulaciones, huesos y músculos, que puede ser señal de una lesión por uso excesivo, y hacer que un médico lo evalúe.
  • Escuchar a su cuerpo. No hacer ejercicio cuando se sientan enfermas o muy fatigadas, y hacer una pausa si tiene problemas para acabar una sesión de ejercicio o para recuperarse luego.
  • Usar la ropa adecuada para el ejercicio al aire libre, según el tiempo, y asegurarse de beber bastante agua.

Las personas que están en medio de un evento de resistencia también deben resistirse al impulso de esforzarse más cuando la meta se acerque, añadió Franklin.

"Las personas tienden a querer correr a toda velocidad en el último cuarto de milla para mejorar sus tiempos", dijo Franklin. Pero en ese momento, es probable que estén deshidratadas y con una temperatura corporal alta y una presión arterial elevada, condiciones que podrían contribuir a una frecuencia cardiaca irregular potencialmente peligrosa.

El nuevo estudio se publicó en la edición del 7 de enero de la revista Journal of the American College of Cardiology.

Más información

La Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard ofrece más información sobre cómo hacer ejercicio de forma segura.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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