La revolución de correr empezó como evolución

Los primeros humanos corrían por supervivencia, no por entretenimiento

JUEVES 18 de noviembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Millones de años antes de que los deportistas, armados de reproductores de CD, llenaran las calles de los EE.UU., el desarrollo de la habilidad para correr jugó un rol crucial en la evolución de los primeros humanos, de acuerdo a una nueva investigación.

Sin correr, puede que nuestros cuerpos hubieran terminado pareciéndose más a los de los monos, de acuerdo al antropólogo de la Universidad de Harvard Daniel Lieberman, coautor de un nuevo estudio que aparece en la edición del 18 de noviembre de Nature. "Nuestra habilidad de correr distancias increíblemente largas de una manera más bien eficiente es increíblemente poco común. Es única", apuntó. "A ningún otro primate le gusta correr, y tampoco son buenos corriendo".

Al desarrollar cuerpos que permiten correr, los humanos podrían haber aumentado su habilidad tanto para cazar como para recolectar alimentos, señaló Lieberman. Y esto pudo haber ayudado a los humanos a obtener dominio en el mundo, pero con un importante costo: la habilidad para subir a los árboles, la cual aparentemente desapareció a medida que los humanos desarrollaron cuerpos diseñados para correr.

Lieberman y un colega, el profesor de biología Dennis Bramble de la Universidad de Utah, se interesaron en el desarrollo de la capacidad de correr hace varios años cuando vieron a un cerdo correr en una caminadora. "Vio el cerdo y dijo 'Ese cerdo no puede mantener la cabeza quieta', y así era, el cerdo movía la cabeza de un lado a otro", recordó Lieberman. En contraste, "cuando un humano corre, es magnífico. Somos como un gran resorte. Si ve a alguien correr, particularmente alguien que tiene una cola en el pelo, la cola se mueve de arriba a abajo, pero los ojos del corredor estarán tan estables como un misil. Nos preguntamos cómo es posible que hagamos eso".

Lieberman y Bramble comenzaron a estudiar a los humanos primitivos y encontraron que la especie Homo erectus parecía haber desarrollado cuerpos que toleraban la acción de correr, muy parecido a los caballos y los perros. En contraste, nuestros ancestros los simios pueden correr distancias cortas, "pero son corredores terribles", afirmó Lieberman. "No pueden ir muy lejos, y se agotan rápidamente".

Los investigadores encontraron numerosas características físicas que evolucionaron en los humanos y que parecen ser críticas para la habilidad de correr: diseños de la cabeza que previenen el calentamiento excesivo y permiten a los humanos ver el mundo cuando corren sin demasiados temblores; un ligamento en la espalda que funciona como una especie de amortiguador; unos antebrazos más cortos que permiten un mejor contrabalanceo del cuerpo superior e inferior; y grandes glúteos que proveen estabilidad.

A medida que evolucionaron para correr en lugar de sólo caminar, los humanos perdieron su habilidad de andar por los árboles. ¿Por qué correr en vez de subir árboles? "Pensamos que tuvo que ver con la obtención de la proteína y con la recolección de alimentos", especuló Lieberman. "Imagínese que es un Homo erectus hambriento", una forma de humano primitivo. "Se pregunta cómo obtendrá alimento, y ve unos buitres en la distancia. Cuando un león lo deja, todavía queda el resto del esqueleto lleno de médula, grasa, proteína, y también los sesos. Los leones no comen eso. Si simplemente camina en esa dirección para conseguirlo, las hienas llegarán primero".

A esto se debe la necesidad de correr, lo que también ayudó a los humanos a cazar, dijo Lieberman.

¿Y qué pasa ahora? ¿Continuarán los humanos evolucionando la habilidad de correr? Lieberman opina que no. "Hemos pagado un precio", afirmó, "por el sedentarismo".

Más información

Para aprender más sobre la evolución, disfrute de este documental de la PBS.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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