De dónde surge la fragilidad de los ancianos

Estudio encuentra que las personas están predispuestas a la condición

Viernes, 22 de noviembre (HealthDayNews) -- La fragilidad es una condición médica caracterizada por debilidad muscular, falta de resistencia y pérdida de peso.

Y no todos se tornan frágiles según envejecen. De hecho, no es el caso con la mayoría de las personas

Ahora, los investigadores en la Universidad de Johns Hopkins están comenzando a descubrir por qué. Resulta ser que algunas personas parecen estar predispuestas a la fragilidad, debido a que tienen ciertos "indicadores" biológicos tales como inflamación, resistencia insulínica y actividad elevada de coagulación sanguínea.

Al identificar estos marcadores, los doctores podrían potencialmente prevenir o retrasar el comienzo de la fragilidad.

"Esto es un campo muy joven, pero nuestra hipótesis es que la fragilidad es un síndrome biológico, y que la debilidad de la fragilidad es una manifestación de algo más", indicó la doctora Linda Fried, directora del Centro sobre el Envejecimiento y la Salud de Johns Hopkins, y autora titular de un estudio de la fragilidad en casi 5,000 personas mayores de 65 años.

"Estamos bastante seguros que esta biología es complicada. Muchos sistemas se ven afectados por el envejecimiento, y es la multitud de sistemas afectados lo que crea la fragilidad", indicó.

Esto es importante, indicó Fried, ya que las personas afligidas con fragilidad son los más probables de sufrir en la edad avanzada.

"Es un subconjunto más vulnerable en alto riesgo de adultos mayores quienes son los más probables de ser hospitalizados, tornarse incapacitados y dependientes", indicó Fried.

"Es un elemento continuo de la severidad de fragilidad, y muchas consecuencias pudieran no ser remediables, pero existe evidencia de que algunas consecuencias son potencialmente prevenibles o tratables", añadió.

Los resultados del estudio de Fried aparecen en la edición de noviembre de "Archives of Internal Medicine". Utiliza datos del Estudio de Salud Cardiovascular y fue apoyado por los Institutos Nacionales de Salud.

El doctor Robert McCann, un especialista geriátrico en la Universidad de Rochester en Nueva York, llama la investigación de Fried un "estudio fascinante, el primero que explora los indicadores de la fragilidad. Ahora podemos comenzar destacar pronosticadores de la enfermedad, saber que la vulnerabilidad física no necesariamente tiene que conducir a la incapacidad".

En el estudio, Fried y sus colegas encontraron una asociación entre la fragilidad y la inflamación incrementada, resistencia a la insulina y actividad elevada de coagulación sanguínea.

Las células inflamatorias siempre están presentes en la sangre. Pero cuando están estimuladas en un largo periodo de tiempo, tienen un efecto secundario adverso en muchas funciones biológicas, indicó Fried.

"Cuando son estimuladas, las células inflamatorias pueden causar artritis, contribuyen al desarrollo de arteriosclerosis, y los que padecen de inflamación crónica son propensos a perder músculo y masa ósea", sostuvo.

Estos sujetos de estudio diagnosticados con fragilidad fueron también más propensos a sufrir de resistencia insulínica, cuando el cuerpo no puede utilizar la insulina producida por el páncreas, reportó el estudio.

La fragilidad también se asoció con un aumento elevado en la actividad de coagulación sanguínea, indicó Fried, "que podría ser una consecuencia de inflamación crónica".

En el estudio, Fried y sus colegas utilizaron criterios estandarizados para identificar la fragilidad, incluyendo medir la fuerza de agarre, la velocidad al caminar basados en una distancia de 15 pies (4.6 m) la pérdida no intencionada de peso de más de 10 libras (4.53 kg) al año, sensaciones diarias de cansancio, y la actividad física que utilizaba menos de 400 calorías a la semana.

En general, 6.3 por ciento de 4,735 participantes del estudio, de 65 años o más, cumplió con los criterios de fragilidad. Hubo más mujeres frágiles (7.3 por ciento) que hombres (4.9 por ciento). Cuarenta y ocho por ciento de los participantes del estudio no eran frágiles, y 45.3 por ciento cayó en una escala intermedia con algunas características de fragilidad.

La prevalencia de fragilidad aumentó con la edad, con 2.5 por ciento de aquellos cuya edad era 65 a 70 años que cumplían con los criterios de fragilidad; 32 por ciento de aquello con 90 años cumplieron con los criterios.

"No queremos que las personas salgan corriendo a tomar medicinas antiinflamatorias. Estas decisiones necesitan estar basadas en más conclusiones de las que conocemos ahora", indicó Fried. "Pero podríamos visualizar tratamientos de desarrollo para disminuir la fragilidad".

Qué hacer

La importancia del ejercicio a medida que envejeces está resumida en el Instituto Nacional de Envejecimiento. Ya que el estudio de Hopkins indica que las mujeres están en mayor riesgo para la fragilidad, deben revisar estos consejos para mujeres y ejercicios de la Asociación Médica Americana.

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